Sumar y Podemos no reconsideran su ruptura tras el descalabro del 18F
▶ El partido de Belarra evita la autocrítica y achaca la caída de la izquierda a Díaz
Toca asumir responsabilidades e iniciar una reflexión, explicaron ayer fuentes de Sumar, después del descalabro de la izquierda no nacionalista en las elecciones gallegas del domingo. Si este proceso tendrá alguna consecuencia o es un lugar común está por ver. Las urnas consolidaron antes de ayer a Podemos como partido residual por detrás del Pacma y Sumar suspendió en su primer examen ante unas urnas autonómicas convirtiendo la marca de Yolanda Díaz en irrelevante en su comunidad natal. Los dos partidos se quedaron fuera de la Cámara regional, a pesar de que en 2016 este espacio unido se convirtió en la tercera fuerza del Parlamento gallego.
Desde las sedes madrileñas de ambos partidos reflexionaron sobre los pírricos resultados y sendos portavoces negaron que el problema fuera la ruptura de su alianza electoral de diciembre y su guerra en el margen izquierdo, así como rechazaron enmendar la división entre pullas cruzadas.
«No nos parece que la ruptura con Podemos haya sido un factor determinante, creemos que los factores que explican el mal resultado de Sumar son otros», dijo el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que añadió: «Siendo absolutamente conscientes del mal resultado de ayer, no vamos a rehuir responsabilidades».
En Sumar detectan dos elementos que propiciaron su desastroso estreno regional, mientras defienden que las guerras internas no lo han condicionado. El primero, consideran que no han tenido tiempo suficiente para consolidar su marca Sumar Galicia y presentar a una poco conocida Marta Lois. El segundo, admiten que no supieron convencer a los abstencionistas ni explicar su proyecto para ensanchar el voto de la izquierda y lograr un tripartito con BNG y PSOE.
«Nos ha faltado tiempo y no hemos sido capaces de explicar con claridad una cosa que era importante: expandir el voto y no concentrarlo [en el BNG], si no expandir el voto para garantizar el cambio, no hemos sido capaces de explicar eso», admitió Urtasun. Se quedaron con 28.154 votos, esto es, un 1,90 por ciento. En las generales del 23J, Sumar alcanzó 178.691 votos en Galicia y el domingo ni llegó a los 30.000.
Es la primera vez que Sumar y Podemos se enfrentaban en unas elecciones después de que el partido de Ione Belarra rompiera en diciembre el acuerdo de coalición con el de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. La desmembración progresiva de la izquierda alternativa al
PSOE fuerza comparaciones: Sumar logró el domingo 23.476 votos menos (una diferencia del 46 por ciento) que Podemos en 2020, que con 51.630 votos (el 3,9) también quedó fuera de la Cámara gallega ese año. Van en caída.
«No vamos a poner ninguna excusa como se hace a veces en política», expresó Urtasun vistiendo una pulla directa a Podemos, que ayer evitó la autocrítica a todas luces, a pesar de quedar por detrás de los animalistas, y achacó el fracaso de la izquierda a la «falta de ambición» de Sumar y PSOE.
El partido de Ione Belarra solo obtuvo 3.854 votos, que se traducen en un apoyo del 0,27 por ciento de los votos. Pacma recogió 5.373 papeletas (0,36 por ciento). «Nuestros resultados en Galicia son muy elocuentes, son muy claros», expresó el portavoz nacional y secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, que evitó calificativos negativos o autocríticos.
«Falta de ambición»
Podemos tampoco considera que haya sido un error concurrir por separado de Sumar tras romper su alianza electoral y, de hecho, su portavoz Fernández planteó ayer que ahora tendrán que seguir trabajando para superarles al resto de fuerzas no nacionalistas de la izquierda y reforzar su formación. «Tenemos que hacer una reflexión para ser capaces de reconectar con la ciudadanía, para levantar ese proyecto de izquierda transformadora que creemos que encarna Podemos», expresó Fernández. Podemos traslada así la idea de que ni Sumar ni PSOE tienen capacidad de recuperar el voto que se ha ido al BNG. Y para reforzar este argumento, insistió en que el voto progresista se ha concentrado en el BNG, izquierda nacionalista, dejando a la no nacionalista totalmente orillada: el PSOE con nueve escaños (cinco menos) y Sumar sin representación en esta cámara autonómica.
«Lamentamos profundamente que, pese a los esfuerzos del electorado progresista concentrando el voto en el BNG, sea el PP, el partido de los recortes, el partido del salvaje deterioro de lo público, el partido de la corrupción, quien haya revalidado su mayoría absoluta en Galicia y haya salido reforzado», lamentó el portavoz morado.