ABC (Galicia)

«Siempre estoy estresado, actúe para diez o para mil personas»

▶ El cantante, una de las grandes estrellas de la ópera actual, ofrece hoy un recital en el Auditorio Nacional

- JULIO BRAVO MADRID

«¡Me gusta, claro!», dice feliz en un esforzado español Jakub Józef Orlinski (Varsovia, 1990), cuando se le comenta que parece haberle cogido el gusto a nuestro país. No solo es el clima, se apresura a aclarar, mientras recuerda los lugares en los que ha cantado: Barcelona, Madrid, Valencia, Oviedo, Gerona, Sevilla. «He estado incluso... ¿Dónde está el museo Dalí? Eso, Figueras. ¡Fue muy divertido!» Orlinski es una de las grandes figuras internacio­nales del canto hoy en día. Singularís­imo, heterodoxo, el contrateno­r ofrecerá esta noche en el Auditorio Nacional, junto al pianista Michal Biel, un recital titulado ‘Farewells’, en el que interpreta canciones de su Polonia natal. Mientras espera un café, graba con su móvil el hall del hotel. «Es para mi novia, le gusta saber siempre dónde estoy», sonríe.

—¿Nos parecemos en algo los polacos y los españoles?

—No he pensado nunca en eso... Mi primera impresión de los españoles es que es gente feliz, tranquila, que a las 9,30 de la mañana están, aunque sea enero o febrero, sentados en una terraza con su café y pensando: «Debería irme a trabajar ya...» No sé si tenemos algo en común... Tal vez el amor por la música. —¿Y cómo espera que reciba el público español esta música?

—Desde muy temprano en mi carrera aprendí a no esperar nada... Tengo curiosidad porque son canciones románticas en polaco, mi lengua nativa, y cuando las canto mi corazón está en ella. —¿Cómo descubrió que era contrateno­r? No es una voz natural como la de tenor o barítono...

—Yo cantaba de niño, como alto, en un coro amateur de voces blancas. Al cambiarme la voz con la pubertad mi tesitura pasó a ser de barítono-bajo, pero me gustaba experiment­ar y seguir cantando como contrateno­r música de Palestrina, de Victoria... Así es como encontré mi voz. De todos modos, creo que para cualquier voz masculina es bueno practicar el falsete, incluso para desarrolla­r más su voz natural de tenor, de barítono o de bajo.

—Usted ha roto muchos moldes en el mundo de la música clásica; da la impresión de que es su manera de ser... —No creo que un cantante de ópera deba estar todo el día mirándose al espejo y diciendo: esto está bien, esto está mal...

Creo que es positivo romper la pared entre el público y el artista. Sé que no a todo el mundo le gusta esta idea, pero a mí me gusta mostrarme ante los espectador­es del modo más natural posible, dirigirme a ellos como si fueran unos amigos. De todos modos, cada actuación es diferente porque el público es diferente. La atmósfera puede inspirarno­s y ofrecernos sorpresas. A mí me gustan las sorpresas, incluso cuando son negativas, porque aprendes a reaccionar. En Barcelona, una vez, sonó un móvil y luego otro y otro más. Después del tercero hice un comentario y fue todo muy divertido. A veces es difícil porque necesitamo­s mucha concentrac­ión, estás tratando de hacer arte con canciones profundas o tristes, pero hay que aprender cómo tratar estas situacione­s exteriores.

—Podría decirse que es un antidivo... —Para nosotros es importante hablar con el público, saber quién nos escucha. Es agradable... e interesant­e. Es muy importante escucharlo­s.

—Por eso le gustan las redes sociales. —Soy joven, para mi generación las redes sociales son algo natural. Todos mis compañeros en el instituto tenían Facebook... Así que yo también. Después todo el mundo tenía Instagram. Así que empecé con Instagram. Tengo hasta Tik Tok, pero no lo uso mucho. Lo que más me gusta es Instagram, para mí es muy rápido. Intento mostrar a la gente lo que significa ser un músico que viaja mucho; compartir lo que significa no solo cantar, sino preparar un disco, o un concierto.

—¿Disfruta tanto en la ópera como en los recitales?

—Sí. Cuando empezaba creía que haría una ópera, algunos conciertos y ya está... Pero de pronto me encuentro grabando discos, haciendo conciertos con orquesta y con piano, haciendo óperas, incluso proyectos paralelos. Intento ser un artista versátil. Me gusta hacer un poco de todo. Me sorprende, y lo agradezco, que la gente quiera escucharme. Todavía hoy me sigue extrañando ver que las entradas para mis conciertos se agoten –no sé si el de hoy lo está, quizás no, pero da lo mismo–. Escuchar a un cantante y un pianista durante casi una hora y media es intenso para el público; pero si lo haces bien y eliges bien el repertorio, puedes entretener­los, enseñarles algo e incluso inspirarlo­s. —Cuando un artista disfruta, es más fácil que el público lo haga también... —Creo que sí. Creo en la energía que se crea y me gusta divertirme en el escenario. También, claro, me gusta el trabajo duro. Pero me gusta que el público disfrute porque yo también quiero disfrutar. Por supuesto, me estreso. Siempre estoy estresado. No importa si actúo para diez personas o para dos mil quinientas, siempre me siento nervioso y estresado. Pero esto es solo porque me importa. De todos modos, con los años he aprendido a hacer de este estrés algo motivador, algo que me haga aprender y ser cada día mejor. Porque es crucial disfrutar de lo que se hace a diario; no puedo ni imaginarme lo que sería estar disgustado todo el tiempo. —¿Y hay algo en su profesión que no le guste?

—Sí. Hay algunas estructura­s estereotip­adas y anticuadas en la industria que a veces me hacen la vida muy difícil. Hay demasiada formalidad que no se correspond­e con los tiempos. Algunos están sentados en esas estructura­s, que para ellos funcionan, y tienes que hacerlo a su manera. Pero estoy luchando contra ese tipo de cosas, aunque muchas veces es difícil. De todos modos, me encanta la música y la mayoría de las cosas son buenas. Soy muy joven. Tengo hambre. Quiero grabar música más emocionant­e. Quiero ser mejor. Quiero hacer más proyectos diferentes. Busco cosas que me supongan un desafío. Y tengo un montón de ideas, como el nuevo álbum que vamos a lanzar en septiembre y que va a ser algo completame­nte diferente. No puedo decir de momento nada más, solo que es algo que será controvert­ido.

Industria musical

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain