El novio de Nerea Añel se desvincula de su muerte: «Le di un beso y nos despedimos»

▶ Arranca el juicio por el fallecimiento de la joven, en 2020, cerca de un hostal

La muerte de Nerea Añel sigue siendo una incógnita cuatro años después. El cuerpo de la joven orensana, de 26 años, apareció nueve meses después de que su madre hubiese denunciado su desaparición, en enero de 2020. Sus restos aparecieron cerca de un arroyo de Barbadás, a poca distancia del hotel donde se la había visto por última vez en compañía de su pareja, sobre el que los focos no tardaron en posarse. El informe forense determinó que la joven había sufrido un traumatismo craneovertebral y las piezas de su desaparición empezaron a encajar, aunque el papel que su novio jugó nunca ha estado claro.

Para el fiscal del caso que arrancó ayer en la Audiencia de Orense, la pareja de la fallecida es culpable de un delito de homicidio por omisión por el que exige 14 años de prisión. La tesis del Ministerio Público parte de que la pareja era consumidora habitual de drogas y habían asaltado a un taxista para robarle. Cuando en el hotel en el que estaban alojados detectaron lo que había sucedido, huyeron por el monte por miedo a ser capturados y en un momento, sostiene la Fiscalía, Nerea se cayó. «La víctima sufrió un traumatismo con lesiones que le ocasionaron un estado de inconsciencia de tiempo no estimado que finalmente determinaron su muerte» anota el fiscal, para señalar a la pareja por no prestarle auxilio y dejarla abandonada a su suerte. «El acusado escondió el cuerpo entre la maleza en vez de solicitar en el motel la ayuda con la que le podría haber salvado la vida», dice el fiscal.

Un relato distinto, aunque con la misma petición de pena, mantiene la acusación particular, que habla de un homicidio y de que el hombre atacó a Nerea y después cargó el cuerpo hasta el río en un intento por ocultar el crimen. Ayer, en su comparecencia ante el tribunal, el encausado solo quiso responder a las preguntas de su abogada, ante la que se declaró inocente alegando que se separaron con un beso y «nunca más» supo de ella. Tras aclarar que es drogadicto desde los 15 años, a modo de atenuante, el procesado explicó al jurado popular que esa tarde los dos habían «consumido de todo». En su huida para no ser detenidos por el asalto al taxista, explicó, se marcharon por la carretera nacional hasta que se separaron al llegar a una curva. «Me dijo que ella se comía lo de la cartera porque no tenía antecedentes y saldría en uno o dos días, así que nos dimos un beso y no supe más de ella, no la volví a ver», manifestó esgrimiendo que, escondido, vio pasar un coche de la Guardia Civil en dirección al motel y regresar poco después en sentido contrario, por lo que supuso que su pareja «había sido detenida», recoge Ep. Después, dijo ayer, llamó a varias comisarías para comprobar si Nerea estaba detenida.