«Yo también podía estar muerto si hubiera estado allí 15 segundos antes»
▶ El conserje de la urbanización explica a ABC cómo encontró el cadáver del ruso
«Encontré el cuerpo y, si hubiera estado allí 15 segundos antes, podría estar muerto yo también». Así recuerda aquel momento el conserje de la urbanización de Villajoyosa (Alicante) donde fue asesinado a tiros Maxim Kuzminov, el piloto de helicópteros ruso que desertó a Ucrania. El crimen se produjo hace una semana y, según el testimonio del conserje, estuvo en peligro su propia vida.
Y no es una exageración o simple aprensión suya; se trata del comentario que le hicieron los investigadores de la Guardia Civil tras conocer los detalles del asesinato, aunque él no oyera disparos porque los dos autores materiales utilizaron silenciadores. «Lo que oí era un coche subir deprisa la cuesta del parking y un hombre mayor me avisó, por lo que pensé que podría ser un atropello», recuerda de aquellos instantes que no olvidará, aunque prefiere mantener el anonimato, tal como señala a ABC, y no aparecer en fotos. Su silencio se justifica además por el hecho de que el caso se encuentra bajo secreto de sumario.
Tan solo en una ocasión había hablado con la víctima. «Me preguntó si podía echar escombros a un contenedor, porque estaba haciendo unas reformas en su apartamento», detalla, acerca de aquel único encuentro desde que trabaja en esta urbanización de la localidad alicantina, en diciembre pasado.
«Hay vecinos que no han vuelto a bajar al garaje desde entonces, tienen miedo», narra acerca del impacto del suceso en el entorno más cercano, sobre todo después de conocerse la identidad del asesinado, un piloto ruso que había desertado y que había sido condenado a muerte por el régimen de Putin.
Ayer, después de saberse la dimensión internacional del caso, algunos grababan con el móvil los imponentes bloques de apartamentos de esta urbanización Residencial Cala Alta, habitada predominantemente por extranjeros, «muchos rusos y ucranianos», por los precios de alquiler y compra en la zona, próxima a Benidorm. De aquel aparcamiento convertido en escenario de una ejecución a tiros salían coches de gama alta como un Porsche o un Lexus.
«Ha impactado mucho, lo comentan los clientes, aunque nosotros no le habíamos visto», explica la camarera de la cafetería más próxima, donde también abundan los extranjeros. En la agencia inmobiliaria situada en los bajos del complejo residencial asisten al tránsito de curiosos y reporteros –incluso algún periodista ruso que trabaja en la zona, dada la nutrida colonia de compatriotas suyos–, y prefieren dejar para más tarde sus impresiones del trágico suceso.
«El crimen ha causado mucho impacto entre los clientes», explica la camarera de la cafetería más próxima