El acusado de apuñalar de muerte a un joven en Santiago dice que lo hizo en defensa propia
▶ Sostiene que la navaja que empleó se le había caído a un tercero, que rechaza su versión
El presunto autor de la puñalada mortal que costó la vida a Gregory Furcal, de 31 años y origen dominicano, en enero de 2023, en Santiago, «nunca» habría tenido «intención de matar» a la víctima y, más allá de eso «no llevaba ninguna navaja» encima, sino que empleó la que se le cayó a otro hombre que antes había apuñalado a su hermano. Al menos, esa es la versión que ofreció ayer en la segunda sesión del juicio en el que ya declararon los tres encausados: los dos hermanos que se investigan por el asesinato y un tercer hombre procesado por lesiones, al que ambos atribuyen una puñalada que uno de ellos sufrió en la espalda, así como la propiedad del cuchillo empleado en la trifulca.
Víctor Delgado (V.D.), el hermano que supuestamente ejecutó la puñalada en la pierna que causaría la muerte a la víctima, aseguró ayer que ese día acudió de madrugada a la discoteca La Grandota, donde tenía vetado el acceso por una pelea previa, para recoger a su pareja, que se encontraba en el interior, sin ninguna navaja, y que el cuchillo que empleó después lo portaba el tercer implicado, lo cual este niega. Según la versión de Víctor, había ido a esperar a su pareja, que se encontraba en el interior. Mientras hablaba con el portero, salió una mujer que no conocía, con la que comenzó a hablar, y, acto seguido, la víctima mortal, que lo «comenzó a insultar» y le dio «un empujón» y «un puñetazo en la cara», según pudo recoger de su relato Europa Press. Fue el inicio de una pelea en la que entró en escena su hermano, Michael Delgado (M. D.), que compraba comida en las cercanías.
Según ambos, cuando el segundo hermano entró en la pelea, recibió una puñalada por la espalda por parte de uno de los amigos del fallecido, tercer imputado en la causa, y entonces Gregory Furcal se dirigió también hacia él, amenazándolo con una botella rota. En ese momento, conforme a la versión que ofrecieron, V. D. se habría hecho con un cuchillo con el que asestó a la víctima tres puñaladas, una de ellas en la pierna y que le seccionó la femoral. El arma, dijo, «se le cayó» al tercer acusado tras apuñalar a su hermano: «Yo no llevaba ninguna navaja», reiteró. Además, V. D. negó que, una vez inmovilizado por su hermano en el suelo, diese más puñaladas a Furcal. Su intención, siguió insistiendo, no fue matarlo: «¿Quién, siendo consciente, va a querer matar a una persona clavándole un cuchillo en una pierna?», argumentó.
El que sí reconoció haber portado una navaja desde el inicio fue el otro hermano, M. D., debido, dijo, a su trabajo realizando limpiezas forestales. Pero también negó haber apuñalado a la víctima y mantuvo que solo lo golpeó con los puños. «Yo estaba luchando por mi vida», dijo ante el jurado, y que «en ningún momento» usó «la navaja contra él». Según declaró M. D., tras intervenir en la pelea notó que le habían «pinchado» por la espalda. Sin embargo, el tercer acusado, a quien los hermanos atribuyen la autoría de esa puñalada y la propiedad de la navaja usada en la propiciada a la víctima, contó una versión opuesta, negando haber llevado ningún filo encima ni tampoco haberlo empleado para realizar el apuñalamiento mortal, y asegurando que ellos mataron a la víctima de forma consciente.
De acuerdo al procesado, también de nombre Víctor, pudo ver cómo «dos chicos le estaban dando puñaladas» a la víctima, uno agarrándolo desde atrás y otro sobre él. Relató que le dieron al fallecido unas cuatro puñaladas cada uno, señalando la espalda, el abdomen y las piernas. Él, dijo, intentó «ayudarlo» separándolos, pero solo con sus manos, rechazando que la puñalada a M. D., que llegó a perforarle un pulmón, fuese suya, y asegurando que fue uno de los hermanos, en la pelea, el que acuchilló sin querer al otro.