Testigos señalan que los acusados del asesinato en Santiago esperaron a la víctima fuera del local
▶ En la tercera sesión del juicio una mujer se mostró segura de que uno llevaba una navaja
Continúa el juicio por la muerte de Gregory Furcal a las puertas de la discoteca La Grandota en Santiago de Compostela. La tercera sesión, celebrada ayer, estuvo protagonizada por varios testigos directos de la pelea mortal, algunos de los cuales situaron a los dos principales acusados — Víctor y Michael Delgado— en esa calle horas antes de que se produjese el crimen. Una de ellas, de hecho, contradijo la versión que los hermanos relataron el martes, y se mostró convencida de que uno de los hermanos llevaba una navaja.
Tal y como informó Ep, ayer testificaron un hombre que reside en frente de donde se produjo el altercado, el dueño del gimnasio, el DJ de La Grandota y dos personas que se encontraban en el local, así como la viuda del fallecido. En la sesión, varias personas apuntaron que los hermanos, acusados de acabar con la vida de Furcal el 2 de enero de 2023, se encontraban en las inmediaciones del local horas antes de que se produjese el crimen, a pesar de que ellos declararon ante el juez que llegaron poco antes de la hora de cierre para encontrarse con sus parejas. Además, el dueño del gimnasio apuntó que el portero de la discoteca le había comentado, tras el suceso, que los procesados «lo habían estado esperando».
Asimismo, una de las testigos, que salía junto al fallecido del local, relató que vio a uno de los hermanos hablando con Gregory y cómo éste le decía algo. En ese momento, aseguró, Víctor «llamó» por su hermano, que apareció «por la derecha» con «algo en la mano», y mostrándose segura de que Michael llevaba una navaja y que fue él «el que empezó» el ataque. Esto contradice la versión de Víctor –quien supuestamente ejecutó la puñalada– que el martes aseguró que «nunca» tuvo «intención de matar» a Furcal, que «no llevaba ninguna navaja» y que empleó el cuchillo de un tercer implicado.
Además, ayer también compareció un vecino de la calle que vio desde su ventana cómo se desarrollaba la pelea. Salió alertado por «los gritos» y vio lo que parecía «una pelea de dos contra uno, aparentemente un enfrentamiento con las manos», dijo. Aunque la entrada del gimnasio le tapaba parcialmente la visión, contó que sí vio cómo uno de los hermanos tenía «algo en la mano» y como otra persona había caído al suelo agarrando al fallecido.
Se trata de una cuestión relevante para el caso, puesto que, según se desprende del escrito de acusación, cada uno portaba una navaja, de las que hicieron uso «de forma continuada» contra el fallecido, «dirigiendo su ataque a zonas vitales», por lo que la Fiscalía –que señaló que «no estamos ante una pelea de discoteca»– pide para ellos 25 años de prisión por el delito de asesinato y cinco años más por lesiones. Además, reclama que indemnice a la pareja de la víctima con 139.878,89 euros y con 147.074,94 euros a su hijo.