Los trabajadores de la Torre Eiffel, en huelga ante la grave oxidación del monumento
Los trabajadores que aseguran el funcionamiento de la Torre Eiffel, uno de los símbolos más emblemáticos de París, afirman que está amenazada por la herrumbre y la mala gestión de su conservación, por lo que se han declarado en huelga. Ante el silencio y la «pasividad culpable» de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, los trabajadores de la Société d’exploitation de la tour Eiffel (SETE) confirmaron ayer la prolongación de su huelga indefinida, estimando que la emblemática Torre es víctima de «una oxidación irreversible».
Denis Vavassori, técnico que trabaja en la Torre y portavoz del sindicato CGT, explica el problema de fondo: «El monumento nacional se está oxidando desde hace años. Es un proceso irreversible. La herrumbre no ha dejado de progresar, todo va de mal en peor. El problema fue detectado el 2020. Cuatro años después, apenas se ha tratado un 3% de la herrumbre acumulada, que continúa acumulándose». En 2020 estaba previsto invertir 50 millones de euros en la lucha contra la oxidación y la realización de reformas. Cuatro años después, se han gastado más de 100 millones, con malos resultados: «Las instalaciones funcionan mal, están averiadas en algunos casos y los trabajos de lucha contra la herrumbre se han retrasado de muy mala manera».
Gestión «calamitosa»
Desde la Alcaldía de París, un portavoz oficial de Anne Hidalgo desmiente esa visión «catastrofista» del estado de la Torre, declarando: «Nuestro monumento está bien. Recibe y recibirá los cuidados necesarios. París no abandonará jamás la Torre Eiffel. Esa joya está en buen estado y continuaremos las inversiones necesarias para su renovación». Sin embargo, Olivia Grégoire, ministra delegada responsable del turismo (en su día, compañera sentimental de Manuel Valls), comparte la visión pesimista de los trabajadores: «La gestión de la Alcaldía es calamitosa, deplorable. Anne Hidalgo se paga viajes millonarios por medio mundo, pero su mala gestión está degradando un monumento nacional».
Visitado cada año por siete millones de turistas, el monumento emblemático de París sigue fascinando a los viajeros. La huelga complica mucho el acceso a la Torre, pero la determinación del turista cosmopolita parece dispuesta a afrontar los más temibles desafíos.