Mayuko Fujiki
Seleccionadora nacional de natación sincronizada ▶ Satisfecha con el papel en el Mundial, perfila el ejercicio perfecto para los Juegos: equilibrio entre dificultad y arte
Ha completado la natación sincronizada española dos mundiales para alimentar la ilusión. En Fukuoka hubo un oro para la técnica del equipo, en Doha fue plata y faltó un poco para el bronce en acrobática. Pero la meta era otra: plaza olímpica, consolidarse en la élite y dejar buena impresión en los jueces. Ahora tienen incluso más tiempo para atacar el gran reto de este grupo ya perfectamente ensamblado tras un periodo de crecimiento: devolver a España a los podios olímpicos. Es algo que se logró en Pekín 2008 y en Londres 2012, pero no queda nada, claro, de aquellos nombres, y muy poco de aquella natación sincronizada. Han cambiado las normas, y hay que adaptarse rápido. En eso trabaja ya Mayuko Fujiki, seleccionadora nacional. Siempre en constante evolución desde su aterrizaje en 2017, su cabeza no para y ya maquina el ejercicio perfecto para asaltar París 2024. —¿Con qué sensaciones se fue de Doha? —Después de la experiencia en Fukuoka el pasado verano, que podías estar arriba o abajo, ser primero u octavo, en Doha nos centramos sobre todo en lograr la clasificación para los Juegos. Por eso quitamos el solo, para perfeccionar el dúo y el equipo. No queríamos arriesgarnos en ningún sentido. Si hay opciones de medalla, pero también de quedar octavo, no es nuestra apuesta. Siento que el objetivo está logrado. Quitamos bastante parte artística para incluir dificultad y asegurarnos el puesto. —¿De qué está más satisfecha?
—No ha sido todo bien, pero en general estoy contenta de cómo han nadado en la competición y de haber logrado mostrar que estamos subiendo. Hemos hecho un paso a paso, no como otros países que han ido arriba en una competición y abajo en otra. España ha mostrado que es consistente, como China o Japón. Enseñamos que la artística española está arriba, que luchamos con Japón en dos de tres rutinas. Y se ha notado ese mayor crecimiento de las nadadoras, muy centradas en que España tenga un lugar consolidado.
—¿En qué quiere buscar la mejora? —De Fukuoka a Doha ha habido muchas diferencias, y el viento también cambiará en París. Yo he hablado con siete jueces para tener sus impresiones. Siempre lo hago, para saber cómo lo hemos hecho y lo que podemos mejorar. Sabemos que cuenta todo y que las penalizaciones te echan abajo, así que se trata de encontrar la balanza: qué parte artística quitamos y dónde subimos dificultad. Y saber qué importa más porque son tres minutos y cada segundo vale, cada apnea de las nadadoras vale. Miramos esa balanza: