«En el PP nunca notamos en la calle que hubiese una pulsión de cambio»
▶La directora de la campaña del 18F suma su segundo éxito y ve reforzada la confianza que los gallegos han depositado en Alfonso Rueda
En la sede del PP gallego nadie es capaz de esconder la sonrisa. El 18F se celebró con una satisfacción adicional: era la reválida de Alfonso Rueda en sus primeras elecciones como candidato. Detrás de la dirección de su campaña estuvo la secretaria general del partido, Paula Prado, que se consolida al frente de la sala de máquinas. Las encuestas internas siempre les mantuvieron sobre el límite de la mayoría absoluta, pero lograr 40 escaños fue una liberación.
—Ahora me dirá que tenían la seguridad de revalidar la mayoría.
—No había ninguna encuesta que nos diera por debajo del 38, si bien es cierto que cuando veías una de 38 te entraba más vértigo que cuando veías una de 40. Pero también es verdad que en la calle veíamos una pulsión de apoyo al PP importantísima. La gente quería votar al PP, se acercaba a las carpas, nos cogía la propaganda. Eso es un síntoma muy importante. Yo hice muchas campañas y todas en la calle, y sabes cuándo la gente te escapa o está a favor del PP. Y esta fue pro PP claramente.
—¿Nunca vieron peligrar la mayoría absoluta? ¿Hubo temor a otro 23J? —Aquí no. Nunca tienes la certeza al 100% de que vas a ganar, pero tampoco en ningún caso nos dejamos llevar por esa percepción que quería hacer creer la izquierda de que podía haber un cambio. Nosotros no notábamos esa pulsión de cambio en la calle, en ningún caso.
—Cuando uno dirige una campaña en la que se juega tanto, ¿cómo se combina la tensión con el miedo? —Era la primera campaña de autonómicas que dirigía en primera persona, había colaborado en otras ayudando, pero había muchas cosas que acababan en mi mesa que no sabía que tenía que gestionar. Tomas decisiones todos los días, y algunas las puedes consultar con el presidente, otras no.
Siempre tienes ese miedo a equivocarte. En ese miedo se genera tensión, y yo la traslado siempre hacia abajo. El PP tiene una estructura muy piramidal, desde el presidente a los presidentes provinciales, agrupaciones locales, alcaldes, concejales y hasta el último afiliado. Y lo que buscas es que esa estructura funcione, que esté tensionada. Nunca les trasladé miedo, sí tensión.
—18F. Alta participación y mayoría absoluta de la derecha. Se cae un mito. —Es verdad que cuando yo hablaba con los sociólogos me negaban esa falsedad de que mayor participación no implicaba más voto a la izquierda. Me ponían dos casos recientes como eran Andalucía y Madrid, donde la izquierda intentó trasladar esa idea de que si votaba el sur, Ayuso caía. Y el propio Pablo Iglesias escribió en su libro que se habían equivocado, que más participación no había supuesto un vuelco a favor de la izquierda. Por eso yo estaba tranquila y pedía a los nuestros que participasen. Sabía que somos más que ellos, y se demostró. Sacamos más votos que PSOE y BNG juntos. Dependíamos de nosotros mismos. Si los nuestros votaban, ganábamos las elecciones. Y así fue.
—¿Ha sido un triunfo del candidato o del partido?
—Es una combinación de todo. Hemos trabajado en equipo, el candidato tiene un porcentaje muy importante de la victoria. Tener más de un 90% de nivel de conocimiento ya es una garantía. Y es un candidato cercano, serio, afable, muestra una forma de hacer las cosas que gusta a los gallegos. Eso es importante. Y detrás hay un partido que lo empuja, refuerza y hace de altavoz. No se ganan las elecciones solo con el partido, ni solo con un buen candidato.
—El mejor momento es cuando se conoce el resultado, si se gana, claro. ¿Pero y el peor?
—Cuando tu gente te llama y se empiezan a creer toda esa basura que se esparce por las redes sociales, generando inquietud en los nuestros que, de buena fe, trabajan en su territorio. Y llegan mensajes que vaticinan cambio, y que las encuestas nos van mal, y te llaman para que les reafirmes que las cosas están yendo bien. Lo pasas mal, porque te dices que nuestra gente tiene que estar motivada, no debe tener miedo y tiene que salir a la calle a pedir el voto sabiendo que vamos a ganar. Al final se consiguió, que nuestra gente estuviese muy motivada y muy movilizada. Esa movilización fue clave. —¿Ve margen para que el voto emigrante altere el resultado?
—Solo lo puede modificar en una provincia, en Orense, y podría ser que un diputado del BNG caiga a favor del PSOE. Pero quiero ser prudente. Hay en torno a 6.500 votos, y sí podría haber ese cambio. Es una posibilidad. —La campaña fue algo dubitativa en mensajes. Empezaron con Cataluña y Pedro Sánchez, pero al final lo que les funcionó fue el BNG.
—Es verdad que la campaña traía la inercia de los últimos meses, y lo que más se hablaba entonces, cuando se convocan las elecciones, es el debate nacional de la amnistía. La campaña empieza con esa inercia. Pero cuando conocemos el programa del BNG tenemos que contrastar ideas y explicarle a los gallegos en qué consiste y qué supone: la independencia de Galicia, el monolingüismo en las aulas, una policía propia que expulsaba a Guardia Civil y Policía Nacional de Galicia... En ese momento se conoce que Bildu apuesta por llevar de número uno en las Europeas a Pernando Barrena, condenado por pertenencia a
ETA y asesor de Ana Miranda. El BNG, en su interés de deslegitimar nuestra victoria incuestionable, dice que hemos jugado sucio por poner encima de la mesa su programa electoral. ¿Qué candidato puede renegar de su programa? Yo eso solo lo vi en el BNG. ¿Por qué? Porque habían intentado descafeinar su ideología y disfrazarse de moderados. Pero en realidad, detrás de Ana Pontón estaba el BNG de siempre y la UPG. Y eso se veía en el programa.
—¿Les preocupa un BNG con el 33% del voto? ¿Uno de cada tres votantes es soberanista?
—No. Yo creo que hay mucha gente que votó al BNG sin saber que había estas propuestas electorales. Tiene mucho voto prestado del PSOE. El que debe hacer autocrítica para recuperar ese voto es el PSOE, del que incluso hemos recibido voto nosotros. Este partido se ha hundido en estas elecciones, se ha quedado en los huesos. Creo que si el PSOE empieza a trabajar y a tener un proyecto para Galicia recuperará ese voto prestado al BNG. —¿Cómo interpreta lo de Sumar? —Cuando la señora Yolanda Díaz no es capaz ni de sacar 400 votos en su pueblo, Fene, con lo que no tendría ni un concejal, es muy llamativo. Ni tus vecinos. Los que más te conocen son los que menos te votan. Tampoco ha
Crecimiento del BNG