Detenidos la madre y el padrastro de una niña por cerrar su matrimonio por 3.000 euros
La Guardia Civil informó ayer de la detención de una madre y el padrastro de una menor de 12 años a la que iban a obligar a contraer matrimonio a cambio de 3.000 euros. La operación se inició a finales del mes pasado, cuando el Instituto Armado tuvo conocimiento de la existencia de unos menores en la localidad de Malagón (Ciudad Real), que podrían encontrarse en situación de desamparo. Según la información recibida por los agentes, una joven había manifestado en su entorno social que estaba recibiendo agresiones físicas habituales por parte de su madre y que no quería estar en su domicilio.
Continuando con las investigaciones, los agentes mantuvieron contacto sobre el círculo social de la menor y sobre su colegio, y pudieron comprobar que los menores no habían asistido al colegio. Tras esto, la madre y el padrastro de la niña –ambos de nacionalidad rumana– habían asistido al centro para dar de baja a la menor porque, según su versión, se marchaban fuera de la localidad. En paralelo, y mediante las indagaciones que hicieron con el círculo de amigas de la menor, los agentes pudieron averiguar que ésta les había informado de que sus padres iban a casarla por 3.000 euros y procedieron a los dos arrestos.
Dinero sin coartada
Al detener al padrastro, éste portaba en uno de los bolsillos del pantalón 3.800 euros. Los agentes le reclamaron y el detenido comunicó que los había ganado durante la campaña de recogida de aceituna, comprobando los agentes que esa afirmación era falsa.
Asimismo, los agentes tuvieron conocimiento de que la víctima menor podría encontrarse en un domicilio de la localidad de Baza (Granada), por lo que se desplazaron hasta allí y la localizaron. La Junta de Andalucía se ha hecho cargo de la tutela de la menor, al tiempo que se iniciaron las gestiones oportunas con Bienestar Social de la provincia de Granada por riesgo de desamparo. La operación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Ciudad Real.
Al conocerse la historia, el consejero de Educación del Gobierno castellanomanchego, Amador Pastor, reprobó que hechos así «no tienen cabida» en una sociedad democrática. Para la delegada de la Junta en Ciudad Real, Blanca Fernández, se trata de «un nuevo caso de violencia machista de la más cruel».