«No hay médicos para poner fin a las guardias de 24 horas»
▶ Los sindicatos médicos niegan que se esté negociando ya el cambio de modelo
Ha bastado el revuelo de una campaña en la plataforma Change.org para que la ministra de Sanidad, Mónica García, anuncie el fin de las guardias médicas de 24 horas, una reclamación que lleva años en boca de los profesionales sanitarios. García anunció que estaba dispuesta a poner fin a esas jornadas maratonianas esta legislatura por ser «un sistema anacrónico que no tenía ningún sentido». «Estamos trabajando en la reforma del Estatuto Marco para la mejora de las condiciones de nuestros profesionales sanitarios, y una de las cuestiones prioritarias a abordar es el anacronismo que representan las guardias de 24 horas», dijo rotunda.
La alternativa a esas jornadas maratonianas serían turnos de 12 horas como ya se hace en muchos países europeos, algunos hospitales privados en España o como hacen las enfermeras en el sistema público sanitario.
El anuncio ha cogido por sorpresa a los sindicatos médicos que creen que, por el momento, se trata más de un deseo de la propia ministra de Sanidad que de un hecho. «Ni se está negociando aún en el Estatuto Marco ni es un cambio sencillo», aseguran desde la Confederación Estatal de Sindicatos
Médicos (CESM). El Estatuto Marco, el reglamento que regula la actividad laboral de los médicos, empezó a negociarse hace un año, antes de la llegada de Mónica García al ministerio. Uno de los temas que ha centrado la discusión hasta ahora ha sido el cambio de las categorías profesionales sanitarias. «En ninguna de las reuniones mantenidas hasta la fecha se ha abordado la limitación de las jornadas de guardia. Nunca ha estado sobre la mesa, pero quizá se empiece a negociar ahora», señala Víctor Pedrera, vicesecretario de CESM que participa en las reuniones de la reforma del Estatuto.
Pedrera duda de que se pueda lograr antes del fin de esta legislatura. «Es una medida compleja que en algunos hospitales requerirá duplicar el número de facultativos y no tenemos suficientes profesionales.
La decisión no es sola del Gobierno, debe consensuarse con las comunidades autónomas. Además debería estar acompañada de mejoras salariales para que los médicos, al dejar de hacer guardias, no pierdan su poder adquisitivo. El de la ministra es un deseo noble, pero un deseo», cree Pedrera.
La consejera de Sanidad de Madrid, Fátima Matute, también respondió el lunes con sorpresa al anuncio de Mónica
García. «No teníamos ningún tipo de noticia», dijo y acusó a la ministra de anunciar sus intenciones «a golpe de tuit y de pancarta», lo que supone «una deslealtad institucional». «El próximo día 29 de febrero tenemos un pleno de recursos humanos en el que veremos qué nos cuenta. Desde luego todo lo que sea poner en valor y ayudar a los profesionales sanitarios en esta Comunidad vamos a estar alineados pero, claro, no a golpe de tuit y a golpe de pancarta», afirmó al finalizar un acto en el Hospital Puerta de Hierro.
«El truco del tocomocho»
El sistema de guardias del Sistema Nacional de Salud no ha cambiado desde el siglo pasado. Se diseñó en un momento en el que los médicos podían descansar en su sala de estar y dormir a ratos para aguantar el turno. «Hoy lo raro es tener una guardia tranquila. En las urgencias de los hospitales por la noche se trabaja igual que durante el día».
La remuneración de una guardia está entre los 25 y los 30 euros la hora, dependiendo de la comunidad donde se ejerza. Cotizan en el IRPF, pero no como tiempo trabajado de cara a la jubilación y pese a todo algunos profesionales defienden el sistema porque una parte importante del salario procede de las guardias. «Es el truco del tocomocho pero para algunos médicos puede representar un tercio de su sueldo. Si eliminan el sistema y no mantienen los salarios, muchos médicos preferirán irse», advierte el vicesecretario de CESM.
La consejera de Madrid acusa a Mónica García de «deslealtad institucional» y de gestionar «a golpe de tuit y pancarta»