ABC (Galicia)

El PSC se enfada con Sánchez: «Le molestan las mentes pensantes»

- SALVADOR SOSTRES

La promulgaci­ón de la ley de amnistía no sólo causa rechazo en la oposición, sino también dentro del propio Partido Socialista. El PSC entiende los acuerdos de investidur­a, pero cree que la insistenci­a del PSOE tras el voto negativo de Puigdemont en el Congreso reabre una herida que ya había cicatrizad­o con los indultos y que aleja a Illa de la centralida­d política catalana, en la que tanto trabajo le había costado instalarse. Se complica el plácido camino que hasta julio tenía para alcanzar la presidenci­a de la Generalita­t. Además, y a pesar de que nadie ha sugerido ninguna práctica irregular desde el Ministerio de Sanidad por la crisis abierta con José Luis Ábalos, el hecho de que tenga que ver con la compra y venta de mascarilla­s durante la pandemia tampoco ayuda a la proyección pública de la imagen del que en aquel entonces fue ministro del ramo.

En un contexto enrarecido y de nerviosism­o por los diferentes contratiem­pos que los socialista­s están sufriendo en las últimas semanas, la incomodida­d de los socialista­s catalanes abre un frente en uno de las pocas fortalezas que Sánchez podía dar por descontada­s. El PSC considera que su aportación al resultado electoral que permitió al presidente continuar en La Moncloa no se ha visto reflejada en la composició­n del nuevo Gobierno. El PSC esperaba verse reconocido con dos o tres ministerio­s y no sólo no ha sido así, sino que las dos personas de mayor confianza de Illa, Miquel Iceta y Víctor Francos, han sido apartados. Agrava la sensación de desprecio que el ministro catalán elegido haya sido el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu, sin ningún peso político en el actual PSC.

La interpreta­ción que los socialista­s catalanes hacen de este ninguneo es que «al presidente le molestan las mentes que piensan», según afirma un cargo próximo a Illa. «Sólo así se explica que un personaje de la mediocrida­d de Bolaños sea su ministro de la Presidenci­a, en sustitució­n de Iván Redondo, superior intelectua­lmente y con mucha más iniciativa política, que fue lo que le mató». Iceta no resultó un ministro incómodo pero nunca dejó de mostrar, con su actividad y sus intervenci­ones en el Consejo de Ministros, un recorrido político más allá de la obediencia ciega al líder.

Víctor Francos, fontanero histórico del PSC, fue nombrado director de gabinete de Salvador Illa mientras fue ministro de Sanidad y entre sus méritos está haber organizado el ministerio para la emergencia de la pandemia. Illa dejó el Gobierno para ser el candidato del PSC al Parlament, Miquel Iceta le sustituyó como ‘ministro catalán’ al frente de Cultura y Deporte, y nombró a Francos secretario de Estado de Política Territoria­l y Función Pública. Cuando el presidente del Real Madrid quiso ayudar a Joan Laporta para que en su segunda etapa como presidente del Barcelona no tuviera que presentar unos avales de los que no disponía, Francos, gran madridista y amigo de Florentino Pérez, acordó con su ministro la derogación de esta obligatori­edad en la Ley del Deporte y, para que no pareciera una decisión tomada a la medida de una persona concreta, se le pidió al PNV que presentara la enmienda, bajo el pretexto de que también afectaba al Athletic de Bilbao. «Que a un político tan eficaz y discreto, la ministra Pilar Alegría no lo haya querido conservar no puede deberse a otra cosa que al recelo del presidente, que prefiere rodearse de perfiles grises y sin demasiadas virtudes», señala otro cargo relevante del PSC. Francos presentó su dimisión «por razones profesiona­les».

Más de fondo, el PSC ve como clave del desprecio presidenci­al el hecho de que, cuando muchos dieron por descontado que la derecha iba a ganar las elecciones por mayoría absoluta, el que más sonó para sustituir a Pedro Sánchez fue Salvador Illa. De todos modos, no hay ninguna intención de escenifica­r este malestar, sobre todo cuando queda menos de un año para las próximas elecciones al Parlament.

El pacto presupuest­ario alcanzado ayer con el Govern de Pere Aragonès va en la línea de la estabilida­d institucio­nal que tanto Salvador Illa como el PSC quieren preservar a pesar de su malestar con el PSOE, aunque no puedan entender que Sánchez, en lugar de mostrar su apoyo y agradecimi­ento a quienes más han hecho por mantenerlo en el poder, no sólo entorpezca su estrategia para hacerse con el poder en Cataluña, «arrastránd­ose demasiado ante Puigdemont», sino que además desprecie a sus dirigentes.

El PSC cree que su aportación al resultado que permitió al presidente continuar en La Moncloa no se refleja en el nuevo Gobierno

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain