La Guardia Civil afirma que la protesta retrasó la atención al turista que sufrió un infarto
▶ Diez minutos hubiese llevado el traslado por la carretera C-31 sin afectaciones
Evacuar a un paciente desde el aeropuerto de Barcelona-El Prat en helicóptero hasta el Hospital de Bellvitge aumenta «hasta un 97 por ciento» el tiempo de traslado. En ambulancia habrían transcurrido sólo unos diez minutos, frente a la hora que pasó hasta poder hacerlo en la aeronave. Esta es la conclusión de la Guardia Civil en un oficio remitido al juzgado de la Audiencia Nacional que investiga el caso Tsunami. El Instituto Armado enmienda así al Servicio de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña, que aseguró que había optado por el helicóptero como medio más eficaz para auxiliar al ciudadano francés que murió tras sufrir un infarto en el parking de la Terminal 2, durante las protestas que convocó la plataforma tras la sentencia del ‘procés’, en octubre de 2019.
Ahora los investigadores concluyen que Salud descartó la ambulancia por «la afectación del tráfico por la marcha ciudadana». Y es que, en base al informe de AENA, que indica que el acceso de tráfico rodado hacia el aeropuerto, por la carretera C31, se vio afectado por la marcha de unas 8.000 personas, el helicóptero sí fue el medio más rápido –en esas circunstancias– para poder trasladar a una persona desde la terminal hasta el hospital, como así sucedió.
El oficio de la Benemérita, consultado por ABC y fechado este pasado lunes, recoge que fue a las 17.17 horas de aquel 14 de octubre cuando un subjefe territorial del SEM recibió la alerta porque una persona se encontraba inconsciente en el parking exterior de la T2. Un minuto más tarde, éste informó de que el paciente se encontraba en parada cardiorespiratoria.
A las 17.20 se activó la ambulancia y el helicóptero medicalizado. Dos minutos después, un equipo del SEM realizaba maniobras de soporte vital avanzado al afectado, Jean Claude Scherzinger. Su traslado al hospital en la aeronave se inició casi una hora más tarde, a las 18.18. Allí llegó a las 18.25. El informe médico, según recoge la Guardia Civil, indica que el traslado por carretera o por otros medios «se valora siempre ante el caso concreto y que siempre se opta por garantizar el más rápido».
En este caso, sostienen los investigadores, fue de una hora y ocho minutos, contando desde que el jefe territorial recibió la alerta (17.17) hasta la llegada del paciente a Bellvigte (18.25). El diagnóstico fue de parada cardiorrespiratoria y que «ingresó cadáver».
El citado informe médico, que se remitió al juzgado, hace constar que el paciente ingresó a las 18.34, es decir, nueve minutos después de llegar al helipuerto. El oficio concluye que, teniendo en cuenta el tiempo como factor clave en la supervivencia de una persona tras sufrir un infarto, los agentes encargados de recorrer el trayecto entre el parking de la T2 y el Hospital de Bellvitge tardaron diez minutos. «Es bastante llamativo, en vista de los informes presentados, que si ya se encontraba una ambulancia del SEM en el lugar, según indica AENA en su escrito, no fuese trasladado el paciente por la misma, reduciendo considerablemente el tiempo» de trayecto.
Nueve minutos
Y es que solo el «tiempo que transcurre desde el aterrizaje del helicóptero hasta que el paciente ingresa efectivamente en el hospital es de unos nueve minutos, casi el mismo que se tarda desde el parking de la T2 hasta el hospital en vehículo terrestre», sostienen los investigadores. «A la vista de lo expuesto, se infiere que la forma más rápida de trasladar a una persona desde el parking de la T2 hasta el Hospital Universitario de Bellvitge sería en un medio terrestre en condiciones normales y, si como indica AENA, ya se encontraba una ambulancia medicalizada en el lugar del suceso, parece extraño que se opte por un medio que, siendo muy útil y efectivo en aquellas zonas más alejadas de los hospitales, en este caso aumenta considerablemente el tiempo, hasta un 97 por ciento más en el traslado del paciente», concluye la Guardia Civil.
Este es el resultado del informe pericial sobre la distancia entre ambos emplazamientos, que ordenó el juez instructor del caso Tsunami, Manuel García-Castellón, para determinar si la protesta convocada por la plataforma retrasó la atención al turista que sufrió el infarto por el que falleció. El Instituto Armado afirma que fue así.