Puente incumple su «regalo de Reyes» y la llegada de los trenes Avril se aplaza ‘sine die’
▶ Transportes admite que hoy no salen a la venta los billetes y echa la culpa a Talgo
El siempre locuaz Óscar Puente guardó ayer silencio sobre el enésimo retraso en la llegada de los trenes Avril, indispensables para la extensión en Galicia de la alta velocidad, aplazados ‘sine die’, hasta nuevo aviso, tal y como confirmaron fuentes de su ministerio, el de Transportes. Al menos al cierre de esta edición, no había dicho esta boca es mía en sus activas redes sociales, donde sí tuvo tiempo para bajar al barro por el caso Koldo, pese a encontrarse de viaje en Letonia y Estonia.
Puente desembarcó en Vigo el 5 de enero en un «Talgo 106 nuevecito», cual Rey Mago —él mismo acuñó la analogía—, para ser recibido por el alcalde, Abel Caballero, y el entonces candidato del PSOE a presidir la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro; y anunció que desde hoy se empezarían a despachar los billetes de los Avril, para su entrada en circulación este mes. Aquel día hubo hasta besos al Talgo, y Puente, en la red social X (Twitter), donde acostumbra a lanzar invectivas, replicó al PP gallego que «retraso» tenían ellos, no la alta velocidad. La Junta Electoral tomó cartas en el asunto, por el claro contenido propagandístico del evento, pero todo eran sonrisas.
También un jueves, pero de la semana pasada, Transportes ya tuvo que salir al paso, cuando se empezó a barruntar que no, que tampoco sería ahora cuando llegarían los trenes a Galicia. Desde el gabinete de Puente se afirmó que «sigue adelante la fecha comprometida por el ministro (…) sobre la venta de billetes de los trenes Avril para el viernes, 1 de marzo». «No hay ningún retraso», se insistía. «Se pondrán en funcionamiento en el primer trimestre de este año», hizo seguidismo el delegado del Gobierno, Pedro Blanco. «Invito al señor [Alfonso] Rueda a que se informe antes», espetó, ante las críticas al calor de las informaciones de ese día; «un poco de respeto por este gobierno», apostillaba Blanco.
Verde, en cambio, sigue la llegada a todos los efectos de la alta velocidad a Galicia. Fuentes de Transportes
admitían, ayer por la tarde, tras surgir informaciones que apuntaban a un nuevo retraso, que «no es posible fijar una fecha definitiva de inicio del servicio». La solución del ministerio, una vez más, pasa por echar la culpa a Talgo y presentarlo como ‘el malo de la película’.
Balones fuera
Ayer mismo, explicaron, se celebró una nueva reunión de seguimiento de los 15 trenes Avril encargados a la empresa; precisando que ésta «no ha transmitido certeza alguna sobre la marcha del proyecto, que todavía refleja ineficiencias e incoherencias». Todo queda sujeto a que «confirme la buena marcha de todas las pruebas de fiabilidad y los calendarios de entrega, algo que hoy [por ayer] no ha hecho». Renfe y Transportes, por su parte, le exigieron «máxima diligencia». Hasta entonces, hasta que se «confirme de forma fehaciente las entregas» comprometidas, no habrá ni servicio ni billetes a la venta. Cero autocrítica, balones fuera y el calendario sigue avanzando.
Unas horas antes de que los «rumores» adquirieran rango de oficialidad, Alfonso Rueda, presidente de la Xunta en funciones, ya lamentaba tras la reunión del Consello que Galicia iba a perder una «oportunidad», al no llegar los trenes a tiempo para Semana Santa; y que Puente incumple su «compromiso» del primer trimestre. Además, Rueda lamentaba que persiste la «incógnita» del número de unidades que llegarán a la Comunidad. Su gobierno pide «un mínimo de siete». Pero antes han de llegar siquiera.