La Unión Europea prohibirá los empastes tradicionales por su alta toxicidad
▶ La medida entrará en vigor en 2025, pese a que los odontólogos lo ven prematuro
Europa quiere acabar con los empastes dentales tal como los conocemos, que en Odontología prefieren llamarlos amalgama de plata. Consiste en una mezcla de dicho material con zinc, estaño, cobre y mercurio, el responsable de que la amalgama con el paso del tiempo se oxide y adquiera una tonalidad negruzca. El factor contaminante para el medio ambiente de este elemento químico está más que demostrado, pero las distintas investigaciones científicas han evidenciado riesgos también para la salud. En julio de 2018 se prohibió como medida preventiva el uso de las amalgamas dentales en menores de 15 años y embarazadas. Ahora, la Unión Europea ha decidido dar un paso más allá: a partir del 1 de enero de 2025 no se podrán usar en ningún paciente empastes dentales que lleven mercurio.
El principal argumento de Bruselas radica en que la amalgama, con el paso del tiempo, al contacto con bebidas calientes o incluso padecer bruxismo, puede provocar la liberación de pequeñas cantidades de mercurio que penetran en el cuerpo del paciente cuando inhala o traga saliva. La intoxicación es lenta, pues la persona no presenta signos hasta que pasa mucho tiempo y el daño ya es inevitable.
En España la amalgama de plata está en desuso, y es sustituida por empastes de composite, un material sintético hecho con resinas. Sin embargo, la decisión de dejar de usarlas ha generado debate porque la amalgama de plata cuesta la mitad que el composite, y es también más duradera. «Aunque en España casi no se utiliza, desde los odontólogos somos partidarios de la reducción gradual del uso de amalgama dental, pero no su eliminación prematura, ya que supondría un impacto perjudicial en la salud y el bienestar de los países más desfavorecidos», apunta el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas. «Eliminarlas de facto es una medida arriesgada, ahora hay tres mil millones de personas con caries y la cifra no dejará de aumentar, es la enfermedad más extendida en el mundo junto con el resfriado común», dice.
Los peligros de extraerla
Sobre si sería necesario retirar los empastes en pacientes aparentemente sanos, indica que sería más peligrosa la extracción que mantener el empaste sobre la muela: «La liberación de mercurio desde las amalgamas es mínima, siendo el momento de mayor exposición cuando se colocan o se retiran. Las ya colocadas no deberían sustituirse, salvo que estén defectuosas y se requiera un nuevo tratamiento», detalla el doctor.
La UE, consciente de su precio más asequible –alrededor de 60 euros– ha indicado que realizará excepciones para que ciertos países las puedan seguir utilizando hasta el 30 de junio de 2026 en personas con bajos ingresos.