La Xunta acusa a Puente de «mentir» o «no controlar» la alta velocidad ferroviaria
▶ Rueda insta al Gobierno de Sánchez a que se deje de «tomaduras de pelo»
Ayer, 1 de marzo, Renfe habría tenido que haber empezado a despachar los primeros billetes para circular por Galicia en alta velocidad. Los ya tristemente famosos trenes Avril. Pero la víspera ya se supo que sería imposible. Y que no sólo no se ponían a la venta con el cambio de mes, sino que se aplazan sine die, porque tampoco hay fecha para que lleguen los Avril, indispensables para adaptarse a los anchos de vía y permitir que el AVE pase más allá de Orense. «Ya vale de tomaduras de pelo», clamaba desde Vilalba (Lugo) el presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda.
El Gobierno seguía ayer parapetándose detrás de Talgo, la empresa que ha de entregar los 15 trenes contratados, y que el jueves comunicó que los convoyes de la serie 106 están realizando todavía las pruebas de fiabilidad, condición sine qua non para que puedan circular. Tampoco fue capaz Talgo de fijar calendarios de entrega. Todo esto, según el Ministerio de Transportes. Un día después, al delegado en Galicia de Pedro Sánchez, Pedro Blanco, le tocó nuevamente el papelón de sacar la cara por el ministro Óscar Puente, al que exculpó fielmente: «Talgo nos volvió a defraudar».
La empresa no ofreció las «garantías» de «seguridad» necesarias el jueves, se ciñó Blanco a las razones esgrimidas por el ministerio. «No es el momento de correr», justificó. El Gobierno aprieta a la empresa y tiene abierta una reclamación «millonaria». Puente y su equipo no pueden hacer nada más. Ese es el argumentario. Blanco dijo que Galicia tendrá las «unidades precisas» de trenes Avril «para cubrir la demanda», pero se cuidó de dar números concretos. La Xunta pide un «mínimo» de siete.
En San Caetano, a todo esto, se han ido enterando, como ya es costumbre, por los medios de comunicación. Los mismos a los que confirmó Rueda que no han tenido ningún contacto por parte del Gobierno o de Renfe. El mandatario en funciones criticó que, a la luz de los hechos, el anuncio del 5 de enero de Puente, en Vigo, recién apeado de un Talgo, comprometiendo los Avril para el primer trimestre de este año, a tiempo para la Semana Santa, no fue más que una «performance», un «teatrillo».
El Gobierno central, subrayó, tiene que tomarse «mucho más en serio» este asunto, y la mejora de las comunicaciones de Galicia en general. Al día siguiente a tomar posesión, reiteró lo que publicó ABC antes de que él mismo lo confirmara tras el Consello, pedirá audiencia a Pedro Sánchez, y una de sus principales reivindicaciones será la ausencia de avances en materia ferroviaria.
El ministro, en entredicho
Así lo plasma el contundente informe debatido la víspera en la reunión del ejecutivo gallego, elaborado por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade. Su titular en funciones, Ethel Vázquez, censuró también ayer que el retraso en la llegada de los Avril, inicialmente prevista para el verano de 2022, y que ha sufrido constantes y sucesivas demoras, es ya de «récord Guinness». La conselleira apuntó directamente a Puente, de quien afirmó que, una de dos, o «mintió» el infausto 5 de enero, cuando prometió los Avril para antes de abril; o «no controla la situación», y por eso se ve ahora en entredicho.
Puente seguía ayer sin decir nada al respecto en sus redes sociales. En las que, en cambio, y a pesar de encontrarse de viaje oficial en el extranjero, sí encontró tiempo para presumir del avance de las obras en la línea Orense-Monforte-Lugo.