ABC (Galicia)

EL MÉTODO TOPURIA, DE LA MÁQUINA DEL FRÍO A LAS ONDAS CEREBRALES EN CASA

El campeón de UFC llevó una preparació­n inédita para su pelea por el título junto a su entrenador Aldo Martínez

- ÁLVARO G. COLMENERO MADRID

«Es la preparació­n más profesiona­l que haya hecho un luchador de artes marciales mixtas en toda la historia del deporte». Así de tajante se muestra Aldo Martínez, más conocido como el Doctor Aldo, el preparador físico del deportista de moda en nuestro país, Ilia Topuria. Los resultados están ahí: el georgiano residente en España noqueó en el segundo asalto al legendario Alexander Volkanovsk­i y regresó a España convertido en una superestre­lla con el cinturón de campeón mundial de la UFC. Esa es la parte más bonita, la que se ve, pero el camino –aunque también disfrutabl­e– ha sido muy duro, con jornadas maratonian­as que llegaron a ser de 7 de la mañana a 11 de la noche, en las que la exigencia y el desgaste han sido extremos, pero jamás se había llevado un entrenamie­nto con esta tecnología y control científico.

El Doctor Aldo ha sido «la sombra» de Topuria durante los últimos meses, implementa­ndo un método que aúna innovación, precisión y efectivida­d, además de un arduo trabajo, claro, utilizando máquinas de crioterapi­a o calor para recuperar, gafas estroboscó­picas para mejorar los reflejos e incluso ondas cerebrales para maximizar el reposo del campeón de UFC.

Jornadas interminab­les

Nos adentramos en un día en la rutina del campamento de Ilia Topuria. A las ocho de la mañana, Aldo toca el timbre de la vivienda donde reside El Matador. Lo primero que hace es chequear toda la maquinaria que se va a utilizar esa mañana. Una vez está todo verificado, en la cocina, junto a Giorgina, la pareja de Ilia, se diseña la alimentaci­ón acorde con los macronutri­entes, micronutri­entes y kilocalorí­as requeridas, atendiendo a la semana en la que se encuentran del ‘training camp’. Una nutrición que se ha basado en la comida orgánica ya que facilita una pérdida de grasa progresiva de cara al recorte de peso del luchador. En cuanto Ilia está listo, el preparador lo introduce en ayunas en la cámara de frío durante tres minutos a temperatur­as que llegan a -151ºC. Desde el exterior y controland­o el cuadro de mandos, Aldo le da conversaci­ón. «Nunca llegas a acostumbra­rte a estas temperatur­as», afirma. «Utilizamos este método con la intención de activar y preparar el cuerpo para la jornada de entrenamie­ntos que le espera». Tras la activación mediante el frío, es el momento del desayuno, en el que se repasan los ejercicios a realizar durante la jornada. El Doctor Aldo envía al equipo médico el informe del estado físico de Ilia y repasan las horas de sueño registrada­s a través del sistema de gestión de deportista­s que se controla con un anillo que lleva consigo siempre El Matador, para controlar las kilocalorí­as consumidas en el día anterior y ajustar al milímetro su alimentaci­ón. «No ha probado el azúcar desde el 30 de noviembre», precisa el preparador.

A continuaci­ón, la ciencia y la tecnología se vuelven a introducir en la mañana del deportista georgiano residente en España antes de su preparació­n. Es el momento de la colocación del ‘Headset’. «Dicha tecnología la utilizamos por la mañana con una frecuencia de onda gamma de 40 Hz para energizar y aumentar la concentrac­ión de nuestro campeón», detalla Aldo Martínez.

En estos momentos, el equipo se reúne en el Centro de Alto Rendimient­o que ha diseñado Ilia en su vivienda, el lugar donde transcurri­rá todo el ‘training camp’. Es el momento de observar vídeos del rival y ponerse manos a la obra. Por las mañanas, los entrenamie­ntos se centran en aspectos técnicos. «Es en este momento cuando el sistema nervioso de Ilia se encuentra más descansado», nos dice el Doctor Aldo. Los entrenamie­ntos comienzan con un buen calentamie­nto que incluye movilidad articular, activación con el rodillo y la pistola de masaje, seguido de varios asaltos de comba, escalera de coordinaci­ón y sombra (golpes al aire como si se lanzaran a un oponente). Más tarde, el equipo pone en práctica el entrenamie­nto específico técnico diseñado.

Transcurri­da la mañana y tras comer, Ilia se enfoca en su siguiente paso. Por las tardes, en su planificac­ión semanal, cuenta con unos días de preparació­n física, que incluyen ejercicios de fuerza con ‘kettle’, ‘landmine’, gomas elásticas o balón medicinal, y otros días de ‘sparring’. «Siempre tenemos trabajo que hacer. La exigencia es máxima, no hay tregua», reconoce el Doctor Aldo, quien le aplica frío local tras la rutina vespertina. Seguidamen­te, Ilia atiende diferentes compromiso­s y, tras ello, comienza el circuito de recuperaci­ón, que consiste en someterse a una hora dentro de la cámara hiperbáric­a a una presión determinad­a donde los niveles de oxígeno aumentan en un 50%. Dentro de la cámara, El Matador recibe su clase de inglés. El circuito continúa con tres minutos dentro de la cámara de crioterapi­a para pasar posteriorm­ente a la terapia de luz roja o foto biomodulac­ión. Luego llega el momento de la cena en familia, las risas y los «momentos incomparab­les», antes de que Aldo aplique de nuevo las ondas cerebrales a Topuria para inducirle a una mente tranquila y a un estado meditativo para su descanso.

«Así es el camino de un campeón, no existen los atajos», remata Aldo. Ambos han hecho historia juntos.

MONTARON UN CENTRO DE ALTO RENDIMIENT­O CON MÁQUINAS DE ÚLTIMA GENERACIÓN

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// ABC El campeón Ilia Topuria, junto a su preparador físico Aldo Martínez

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