ABC (Galicia)

Un alguacil tras la desaparici­ón de un vecino millonario

- S. S MADRID

l 30 de enero la Guardia Civil recibía la denuncia de la desaparici­ón, tres días antes, de un hombre de 79 años, Vicente Sánchez Rivero, ‘Tente’, en la localidad extremeña de Hinojal. Desde el principio fue tratado como un caso inquietant­e y había motivos para ello: no se había llevado el teléfono móvil, dejó la dos puertas del corral abiertas de su casa y la cama sin hacer, y además su personalid­ad tampoco cuadraba con una acción voluntaria. Tipo metódico y apegado a sus rutinas, sin demasiada vida social, Vicente tenía otra caracterís­tica muy particular: le había tocado un millón de euros en la lotería y hacía cierta ostentació­n de dinero, a pesar de las advertenci­as de los vecinos en el sentido de que alguien podía fijarse en él.

Ayer, poco más de dos meses después de la denuncia, agentes de la Policía Judicial de la Comandanci­a de Cáceres ponían las esposas a un sospechoso: el alguacil de la localidad, que muchas veces le hacía las funciones de chófer. El pueblo es un hervidero de comentario­s y el sospechoso fue trasladado a las dependenci­as de la Benemérita en Badajoz para ser interrogad­o, pero el paradero de Tente sigue siendo un misterio.

EMiedo a las vacas

Vicente Rodríguez solía pasear algún rato, pero según sus vecinos no se metía en caminos porque le daban miedo las vacas. Apenas salía del pueblo. Se tomaba alguna cerveza en el bar y lo más lejos que viajaba es a Cáceres en el coche de línea por las mañanas. Por la tarde ya se metía en casa, y hasta el día siguiente. En la capital cacereña iba habitualme­nte el centro comercial Ruta de la Plata y a «dos o tres bares que le gustaban», comentó en su momento el sobrino de Vicente al diario ‘Hoy’. «También aprovechab­a para echar la quiniela y regresaba en el mismo coche de línea o con alguien del pueblo porque él no tenía carné de conducir», añadió. Pero con frecuencia enseñaba mucho dinero hasta el punto de que algunos vecinos le decían que no anduviera por ahí «con tantos billetes», por lo que le pudiera pasar. Parece que acertaron.

El otro protagonis­ta de esta historia es José María Lindo, de 55 años, alguacil del Ayuntamien­to de Hinojal y por tanto muy conocido por todos. Está casado, tiene un hijo y lleva tres décadas en el municipio. Nadie se explica, si es que al final está implicado en la desaparici­ón, qué le pudo pasar por la cabeza.

Los vecinos cuentan que Lindo se encargó de llevar a Vicente en su coche a Cáceres durante los últimos meses para realizar diferentes gestiones, por lo que era una persona de su total confianza. La Guardia Civil lo tenía en el centro de sus sospechas desde hacía tiempo pero ha esperado a poder tener indicios sólidos contra él para detenerlo.

Expertos de Policía Científica del Instituto Armado realizaron tres registros en Cáceres e Hinojal. En el caso del pueblo, los agentes inspeccion­aron la casa de dos hermanos del detenido mientras que en la capital de la provincia entró en el piso que tiene allí el alguacil. Los agentes también retiraron dos vehículos, entre ellos un Ford Focus blanco, para inspeccion­arlos a fondo ya en dependenci­as de la Benemérita. Intentan encontrar algún rastro biológico del desapareci­do, lo que sería un espaldaraz­o para la investigac­ión.

Desde que le tocó la lotería, Vicente andaba siempre con dinero en el bolsillo hasta que desapareci­ó de forma misteriosa. La Guardia Civil ya tiene un sospechoso en el Hinojal (Cáceres)

Muerte violenta

Las investigac­iones se habían intensific­ado en las últimas semanas, una vez descartada por completo la posibilida­d de que Vicente hubiera decidido abandonar Hinojal y poner tierra de por medio. Ni había sacado dinero, ni el teléfono estaba activo, ni se había registrado en algún hotel. Todo apuntaba a una muerte violenta, ya que la posibilida­d de un secuestro, que apuntaba la familia, se desvaneció entre otras razones por no haberse recibido una sola llamada pidiendo un rescate. En todo este tiempo la Guardia Civil había organizado rastreos por la zona, entre ellos aéreos, y se han empleado perros especializ­ados en la localizaci­ón de restos humanos.

El delegado del Gobierno en Extremadur­a, José Luis Quintana, visitó hace una semana Hinojal para conocer de primera mano los trabajos que realizaba el Instituto Armado para dar con el paradero de este hombre. También este mes se puso en marcha el dispositiv­o especial en los ríos Tajo y Almonte, próximos a Hinojal. La búsqueda arrancó en el Club Náutico Tajomar, en el término municipal de Garrovilla­s de Alconétar, pero finalizó sin éxito.

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// EFE El delegado del Gobierno en Extremadur­a con el operativo de búsqueda

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