Galicia no transige con las compensaciones por los Avril de Transportes
▶La Xunta considera «a todas luces insuficiente» despachar los retrasos con 2.000 billetes semanales a 25 euros ▶Malestar porque no llegan para Semana Santa y cubren el 5%; el Ministerio sólo se reunió con Asturias, a la que da más
El culebrón de la llegada de los trenes Avril a Galicia va adquiriendo tintes de sainete. Ayer, tan solo dos días después de que el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, rechazase habilitar compensaciones por la nueva demora de los S-106 de Talgo —aplazados sine die— , el Ministerio de Transportes anunció billetes a 25 euros, entre el 1 de abril y el 6 de mayo, en la línea Galicia-Madrid, que se podrán adquirir a a partir del 11 de marzo, como manera de aplacar el descontento que ha generado que el pasado día 1, a pesar de lo prometido por el ministro, Óscar Puente, en Vigo, se confirmase el enésimo retraso. Una respuesta «a todas luces insuficiente» a ojos de la Xunta.
El secretario de Estado, José Antonio Santano, se lo avanzó por la mañana, por teléfono, a la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez. Esta, como el resto del gobierno autonómico en funciones, participó en una nueva reunión del gobierno, y atendió la llamada en San Caetano. Sucedió, sin embargo, que Transportes venía de prometer lo mismo al Principado de Asturias. Pero con diferencias. La primera, en las formas, porque Santano se reunió con el consejero de Adrián Barbón (PSOE) para abordar los efectos del nuevo fiasco de los Avril. No lo solventó con una llamada rutinaria. Segunda, y más importante, Transportes hizo otras promesas a Asturias, como reformar las estaciones de Cercanías —servicio inexistente en Galicia—.
El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, sabedor de lo que Transportes ofertaba a la comunidad vecina, advirtió, más allá del contenido concreto, de que «las compensaciones nunca van a ser iguales a las perdidas» ocasionadas por la ausencia de un servicio por el que se lleva esperando más de dos años, ni van a «equilibrar el daño» ya causado. Y «no van a sustituir» la necesidad de saber, de una vez, cuándo cesarán los retrasos y llegarán los Avril. «Pido celeridad, seriedad e información», reclamó Rueda.
Transportes especificó que su «oferta» consiste en «la venta de 2.000 plazas por semana», para viajar en la línea Galicia-Madrid, de los servicios Alvia y AVE», a adquirir con una antelación mínima de 10 días con relación a la fecha del viaje. Desde la Consellería de Infraestruturas se replicó que esa propuesta no alcanza «para responder a las necesidades de los gallegos», ni para «compensar el incuestionable daño» ocasionado. En la nota remitida a los medios, y replicada en una grabación, también difundida a la prensa, por Pedro Blanco, Transportes apostilla que, al acotarse entre el 1 de abril y el 6 de mayo, se están «incluyendo los desplazamientos tanto de Semana Santa como del puente de mayo». Obviando que el 1 de abril, Lunes de Pascua,
ya concluye el primer gran evento festivo después de la Navidad. Motivo este de indignación en San Caetano. «Vamos a perder la Semana Santa», lamentó Rueda. «Perdemos esos días iniciales. Los billetes serán muy caros durante los días de mayor demanda, y toda la compensación empezará más tarde», rebatió al Ministerio. La Xunta lamenta la ocasión perdida, una más, como ya sucedió durante el doble Año Xacobeo, de exprimir las ventajas del AVE.
El doble de billetes
Luego está la letra pequeña, la que va más allá de los datos en bruto. Entre Galicia y Madrid, se recordó desde Infraestruturas, operan cada día 10 trenes en cada sentido, cada uno con 300 plazas. Esto suma cerca de 42.000 plazas a la semana. La oferta de Transportes cubre menos del 5% de las plazas. Entre Asturias y Madrid operan a diario cuatro trenes por sentido; unas 18.000 plazas cada semana. Así, 2.000 billetes representan el 12% de las plazas totales. Ante el evidente desfase, la Xunta demandó «que, cuando menos, se ofrezca el doble de billetes».
Y después están las formas. «No es ninguna sorpresa», se encogió de hombros Rueda. «Estamos muy acostumbrados a un trato absolutamente desigual», reprochó, «a Galicia el Gobierno central no la trata como merece». No por llover sobre mojado dejó de escocer el agravio comparativo. A pesar de que tanto Galicia como el Principado solicitaron al Gobierno reuniones urgentes para abordar el nuevo retraso que afecta a los Avril, el Ministerio de Transportes solo citó a los segundos, «dejando al margen a la Xunta».
El ejecutivo gallego se movió en cuanto tuvo claro, el 29 de febrero, que se incumplirían los últimos plazos; pidió a Transportes que se constituyera un grupo de trabajo, en el que abordar, de paso, compensaciones. No hubo respuesta. El miércoles se insistió. Pero el departamento de Puente puenteó a la Xunta. La conselleira del ramo aprovechó, ayer, la llamada del secretario de Estado de Transportes para insistir. Queda la incógnita de si molestó el informe divulgado la semana pasada, en la que Infraestruturas recopiló todas las carencias en materia de trenes; y concluyó que, de forma deliberada, el Gobierno busca sumir a la Comunidad en el «olvido ferroviario».
El papel del delegado
Capítulo aparte merece la actitud del delegado del Gobierno en Galicia, el mismo que dijo a los medios que no veía un daño «real» por el carrusel de retrasos de los Avril y, por tanto, de la plena llegada de la Alta Velocidad. Si acaso, un daño «moral», afirmó ante los micrófonos. No veía necesario arbitrar compensaciones, porque ya está en marcha una reclamación a Talgo, la empresa que ha de entregar los trenes. «Incomprensibles», calificó Rueda estas palabras.
Tal vez porque no sólo Galicia se ha visto afectada, sino también otra región, y de signo afín, el Gobierno ha
Alfonso Rueda tampoco ocultó ayer, tras el Consello, su malestar por las «actitudes», que tildó de «inexplicables», que evidencia el TSXG, y en concreto la sección tercera de la sala de lo Contencioso-administrativo, ante la energía eólica. Rueda criticó que se paralicen 13 de 16 parques, «simplemente con que haya una mínima oposición». Y calificó de «inédita» la decisión de acudir al TJUE. Más allá de insistir en que se acudirá al Supremo —al que dijo que el TSXG «ignora»—, alertó de las «gravísimas consecuencias» para Galicia de esta parálisis. terminado por abrirse a dar contraprestaciones. Aunque más a Asturias. En todo caso, Rueda reclamó «coherencia», y tomarse «muy en serio» este asunto «de una vez», más allá de enzarzarse en una pelea de gallos con Talgo. «No me gusta», resolvió ayer sobre lo que sabía del último capítulo del culebrón. A estas alturas, se antoja dudoso que vaya a ser el último.