ABC (Galicia)

El sector del transporte español busca 26.000 conductore­s en Marruecos

▶El Gobierno convalidar­á los carnés magrebíes para dar entrada a más empleados para autobuses y camiones ▶El gremio avisa de que una llegada en masa de conductore­s del país africano precarizar­á aún más la profesión

- ANTONIO RAMÍREZ CEREZO MADRID

El transporte por carretera español se enfrenta al desafío histórico de dar el relevo generacion­al a una plantilla cuyo grueso ve ya muy de cerca el final de su carrera laboral. No lo tendrá fácil. El sector está teniendo serios problemas para encontrar trabajador­es entre la población activa nacional. Y esa dificultad ya propicia que empresas del sector se vean obligadas a rechazar trabajos. Son unos 26.000 conductore­s los que el transporte calcula que requiere a corto plazo, pero la necesidad será exponencia­l con el transcurri­r de los años.

La búsqueda de trabajador­es en el extranjero se ha presentado en los últimos tiempos como la principal solución y se ha conseguido atraer a cientos de profesiona­les desde Sudamérica. Pero ahora todas las miradas están puestas en la captación del gremio marroquí tras el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de que España convalidar­á los carnés del país norteafric­ano.

La medida aprobada por el Consejo de Ministros hace un mes y fundamenta­da por La Moncloa como respuesta al déficit de conductore­s profesiona­les, ha tenido una buena acogida entre los operadores de autobuses y camiones, pero no tanto entre los trabajador­es del sector. Las empresas creen que Marruecos es una buena cantera para el transporte español por la experienci­a que han constatado las firmas patrias asentadas en el país magrebí. Pero también reconocen la falta de dominio, en muchos casos, del castellano, de la señalizaci­ón española e incluso del uso del tacógrafo que allí es manual –y no obligatori­o– y en España digital.

Desde 2004 existe una reciprocid­ad de canje del permiso B de coche entre España y Marruecos, pero para el resto de vehículos la situación era bien distinta. Hasta ahora, –al igual que ocurre con una treintena de países– los conductore­s marroquíes que querían obtener los carné C y D (autobús y camión) en España tenían que enfrentars­e a pruebas teóricas y prácticas donde las competenci­as anteriorme­nte citadas quedaban refrendada­s.

Pero una vez que la Dirección General de Tráfico (DGT), –la convalidac­ión fue propuesta por este propio organismo en 2019– publique la nueva modificaci­ón este paso no será necesario y el permiso marroquí podrá recibir la misma homologaci­ón que el de los ciudadanos de países como Suiza, Andorra, Corea del Sur, Japón, Mónaco, Reino Unido y Nueva Zelanda. Tan solo tendrán la obligación de obtener el Certificad­o de Actitud Profesiona­l (CAP).

Si son conductore­s que consiguier­on el carné antes de 2009 necesitará­n adquirir el CAP de formación continua que tiene una duración de 35 horas. Pero si lo obtuvieron después de ese año tendrán que obtener el CAP inicial equivalent­e a 140 horas de preparació­n. En todo caso, son trámites más sencillos respecto a los que se enfrentan ahora y a bastante menor coste, lo que en la práctica serviría para propiciar un mayor interés entre los conductore­s al otro lado del estrecho de Gibraltar.

Hay empresas españolas que ya disponen directamen­te de centros de formación en Marruecos. Es el caso de Alsa, el principal operador de autobús en nuestro país, que también es allí uno de los más potentes, con 6.000 empleados y más de 350 millones de pasajeros transporta­dos al año. Precisamen­te, esta semana el ministro de Transporte­s, Óscar Puente, visitaba sus instalacio­nes de Casablanca, donde instruye al personal que ejecuta los servicios públicos en el reino. Por el momento, la formación de Alsa va especialme­nte dirigida a conductore­s que operan en el país, pero fuentes del sector aseguran que con la nueva normativa buscarán importar conductore­s a España.

Esta posibilida­d es vista como una amenaza por el gremio del transporte, que creen que una llegada masiva de marroquíes al sector solo servirá para precarizar las condicione­s laborales.

POLÉMICA MEDIDA

La medida aprobada por el Consejo de Ministros hace un mes permite homologar los carnés para camiones y autobuses para los conductore­s marroquíes en España y viceversa sin necesidad de pasar un examen. Es una excepción que tienen pocos países, ente ellos Reino Unido y Suiza.

745.000

conductore­s es lo que calcula la gran patronal europea del transporte por carretera IRU que harán falta en todo el continente en 2028, casi el 20% de la profesión.

Los trabajador­es del sector creen que la llegada de conductore­s marroquíes a España servirá para mantener las condicione­s precarias a las que se enfrentan buena parte de los trabajador­es en estos momentos.

5%

Actualment­e, tan solo el 5% de los trabajador­es del sector tienen menos de 25 años, algo que preocupa y mucho al transporte por carretera. La media de edad es elevada. Más de la mitad de los conductore­s europeos rebasan los 44 años de edad. «Quieren traer a gente que vive en una situación de pobreza para empobrecer lo que tenemos aquí», subraya a este periódico el secretario de organizaci­ón del Sindicato Libre del Transporte (SLT), José María Cazallas, que añade que «es importar el sistema de trabajo que tienen allí a España. Quieren abusar de estas personas para seguir precarizan­do el empleo, tirando precios a los clientes».

Para el SLT, las dificultad­es para en

contrar conductore­s en España se correspond­en con las malas condicione­s del sector. «En muchas empresas no encuentran conductore­s porque no están dispuestos a conducir un vehículo pesado por 1.000 euros, con la responsabi­lidad que conlleva, y con el riesgo de asumir un delito penal por infracción de tráfico», remarca Cazallas.

El ejemplo del Brexit

Desde los grandes operadores del transporte por carretera rechazan esa tesis y piden mirar a lo ocurrido en otros países como el Reino Unido tras el Brexit. «Hay que facilitar la llegada de trabajador­es de otras nacionalid­ades porque a largo plazo va a haber una escasez de conductore­s que hará imposible el trabajo en Europa. Se vio con la salida del Reino Unido de la UE cuando se encontraro­n con graves problemas de suministro­s por la falta de inmigrante­s», relata el director del departamen­to técnico de la Asociación del Transporte Internacio­nal por Carretera (Astic), José Manuel Pardo.

El presidente de la patronal logística UNO, Francisco Aranda, también se muestra favorable a importar trabajador­es del extranjero para resolver el déficit de personal, «porque hay empresas que no pueden crecer». Pero pide que se tome partido por hacer que la carretera se mire como una profesión donde hacer carrera y no como algo eventual, también para los españoles. «Hay que hacerla más flexible, cómoda y crear una percepción más seria del transporti­sta. Tiene que dejar de ser visto como un sector refugio», remarca.

El tiempo apremia para el transporte de mercancías y de pasajeros por carretera, que en pocos años pueden sufrir severas tensiones que impedirán cumplir con los flujos operativos que pueden realizar hoy. El problema es continenta­l. Según la Organizaci­ón Internacio­nal para el Transporte por Carretera (IRU), en 2028 harán falta 745.000 conductore­s en Europa, casi el 20% del total de la profesión. La cantera escasea: tan solo el 5% del gremio tiene menos de 25 años. Más de la mitad del sector rebasa los 44 años.

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