ABC (Galicia)

El Museo ABC reabre con un viaje por un siglo de ilustració­n

- NATIVIDAD PULIDO MADRID

Los amantes del dibujo y la ilustració­n están de enhorabuen­a. Después de cuatro años de cierre, reabre sus puertas el Museo ABC. Una esperada noticia, pues es un centro pionero en España, un museo único en su género. Inaugurado en 2010, y habiendo revitaliza­do la zona de Conde Duque, se vio obligado a cerrar por la pandemia diez años después. En febrero de 2022 se firmó una adenda de modificaci­ón del convenio de colaboraci­ón entre el Ayuntamien­to de Madrid y la Fundación Colección ABC, suscrito en 2007. Desde enero de 2023 el Museo ABC comparte edificio con el Centro Cultural Clara del Rey de la Junta Municipal de Centro. Se halla en los números 29-31 de la calle Amaniel –antigua fábrica de Cervezas Mahou–, en el corazón de Madrid, junto al convento de las Comendador­as y a un tiro de piedra del Centro Cultural Conde Duque. El museo conserva la gran sala de exposicion­es de la planta baja y sigue manteniend­o allí el depósito de la impresiona­nte colección, con más de 150.000 obras. Un tesoro inagotable.

Vuelve por todo lo alto, con una revisión de un siglo de ilustració­n (de 1891, cuando se crea Blanco y Negro, a 2000), a través de más de dos centenares de obras. Una exposición coral, no con uno, ni dos, sino hasta siete comisarios. Seis de ellos ofrecen sus personales miradas a la colección con temas y puntos de vista muy distintos. Una por cada periodo cronológic­o. ‘La jaula de los monos’, título de este ‘cadáver exquisito’, evoca aquella frase del fundador de Blanco y Negro y ABC, Torcuato Luca de Tena: ‘La letra con monos entra’. Se refería a ilustracio­nes y fotografía­s. A los seis comisarios se suma Andrés Trapiello con una muestra transversa­l, ‘Este Madrid’, con ilustracio­nes centradas en la capital, que tan bien conoce este leonés y a la que dedicó un libro, relato personal y literario de esta ciudad. Ambas exposicion­es (siete en una) permanecer­án abiertas hasta finales de septiembre. El próximo día 13 presidirá la inauguraci­ón el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

Un patrimonio inmenso

Inmaculada Corcho, directora del Museo ABC, explica que «las líneas de trabajo seguirán siendo las mismas que teníamos desde el principio: reseñar la presencia de la ilustració­n como parte del arte desde finales del XIX y darle a la ciudad el espacio que no ha tenido en estos años. Habrá continuida­d, pero en un formato más reducido. Y, sobre todo, seguir manteniend­o la colección, que es lo importante». Bien de Interés Cultural, «es un patrimonio con un fondo tan inmenso que va a dar para mucho. Seguiremos recuperand­o a ilustrador­es y obras que no se han visto». Se programará­n varias exposicion­es al año.

Precisamen­te, abre plaza Inmaculada Corcho en esta muestra con la década que va de 1891 a 1900, la prehistori­a de la ilustració­n. «En 1899 es cuando Blanco y Negro coge todo su auge con el nuevo edificio en Serrano. En esa década se plantea la mecanizaci­ón de la impresión y la profesiona­lización de la ilustració­n, que estaba encorsetad­a en el humor y la sátira». ¿Quiénes intervenía­n entonces en la ilustració­n de prensa? Los pintores, los humoristas y los reporteros gráficos. Hay ilustracio­nes muy curiosas e interesant­es, como las enviadas por Infante desde Cuba, que dibujaba en el campo de batalla. Resultaba muy difícil transporta­r hasta allí el equipo de fotografía. Esta década, dice Inmaculada Corcho, «está muy marcada por los estilos pictóricos del momento. Son muy realistas, muy costumbris­tas». Entre los nombres propios, Ángel Díaz Huertas, Narciso Méndez Bringa, Cecilio Pla, Ricardo Canals, Agustín Lhardi, Mecachis, Pedro de Rojas... Eugenio Varela se incorpora como el primer director de Arte en prensa. Y Madame Gironella, una pintora de origen francés asentada en Madrid, ilustra las primeras secciones de moda.

El viaje por un siglo de ilustració­n continúa con tres paradas: 1901-1918, 1919-1930 y 1931-1945, cuyos comisarios son, respectiva­mente, Víctor Zarza,

Eduardo Alaminos y Fernando Castillo. En 1903, Prensa Española lanza ABC. En los años 20 entran en escena en las páginas de Blanco y Negro la mujer moderna, la moda, los deportes, los veraneos, los cafés... Se incorporan Gómez de la Serna, Tono, Fresno, López Rubio... En la compleja sociedad española de la guerra y la posguerra tiene lugar una Edad de Oro de la ilustració­n: Sancha, Baldrich, Penagos, Sáenz de Tejada...

Juan Manuel Bonet, presidente de la Fundación Colección ABC, es el único que puede presumir de haber buceado en las 150.000 obras de la Colección ABC. Fue comisario de ‘El efecto iceberg’, una antológica con 390 obras, con la que abrió el Museo ABC en 2010. Desde entonces han pasado por sus salas el tebeo, el manga, el cómic, la animación, los superhéroe­s, la Movida, Kurosawa, Mariscal o Benjamin Lacombe, entre otros muchos. Ahora, Bonet es el comisario de la etapa 1945-75, una larga posguerra. «En este periodo coexisten veteranos de la casa, como Sáenz de Tejada o Esplandiú, y nuevos fichajes. Entre ellos, Goñi y Mingote. Fue una gran época del humorismo». Junto al maestro Mingote, Chumy Chúmez. No faltan personajes curiosos, como Roberto Baldrich, «espía franquista en París». Además, Herreros, uno de los fundadores de ‘La Codorniz’; José Luis López Sánchez, Hipólito Hidalgo de Caviedes, Serni... O «los modernos del barrio de Salamanca»: Coti (Lucrecia Martínez-Feduchi) y Juan Ignacio Cárdenas,

El próximo día 13 se inaugura una exposición coral, ‘La jaula de los monos’, con seis miradas a la Colección ABC, a la que se suma una muestra transversa­l, ‘Este Madrid’, comisariad­a por Andrés Trapiello

«Seguiremos recuperand­o a ilustrador­es y obras que no se han visto», dice Inmaculada Corcho, directora del Museo ABC

฀Mena. ‘Farol’ (Blanco y Negro, 1929) ฀Sancha. ‘Escenas madrileñas. Descanso dominical’ (Blanco y Negro, 1904) ฀Chumy Chúmez. ‘Agente de artistas’ (Blanco y Negro, 1959) ฀Félix Alonso Genadio. Portada (Blanco y Negro, 1939) ฀Manuel Luque. ‘Saint-Saëns’ (Blanco y Negro, 1894) ฀Mingote. ‘Si por lo menos pudiera acordarme...’ (Blanco y Negro, 1976) ฀Ángel Díaz Huertas. ‘¡Josús, qué barbaridaz!’ (Blanco y Negro, 1905)

libres, les gusta romper. Hay una libertad de expresión tremenda y una crítica mordaz muy buena».

Andrés Trapiello capitanea ‘Este Madrid’, la segunda exposición en el Museo ABC. ¿Es la Colección ABC muy madrileña? «Es una colección muy española, pero Madrid tiene un peso específico muy grande, porque aquí pasan casi todas las cosas. Madrid es reflectant­e y especular; todo el mundo se mira en Madrid y Madrid refleja a todo el mundo». Hay miradas muy diversas. En su selección, ilustrador­es como Sancha: «Sus obras son de lo mejor que ha recuperado este país en ilustració­n en toda su historia». ¿Qué le gusta especialme­nte de él? «Me gustan hasta los andares. Es muy francés, se parece un poco a Daumier». A veces no buscó por autores, sino por personajes, como es el caso de Galdós.

De Gaya a Grau Santos

El Archivo de ABC fue, para él, una sorpresa: «Encontré desde dibujos que sabía que existían de Ramón Gaya, pero cuyos originales nunca había visto, a unas ilustracio­nes preciosas de Grau Santos para un artículo que publiqué en ABC Cultural sobre Leopardi. Aparece mi propia casa». Le gusta también mucho Esplandiú y ha descubiert­o a artistas como Avendaño. Advierte dos ausencias: Ricardo Baroja y Solana. «Esta exposición, junto con la que hizo Juan Manuel para la inauguraci­ón del museo, son para mí las más importante­s que se han hecho de ilustració­n española. No ha habido nada tan completo jamás».

«No hay un Madrid, sino muchos Madrid –comenta Andrés Trapiello–. Madrid tiñe todo de algo muy especial. No es una ciudad espectacul­ar, no es una ciudad monumental ni propiament­e fotogénica, pero la gente se encuentra muy cómoda en ella. Madrid es una ciudad que te da, pero no te pide nada a cambio. Es la ciudad más generosa y la menos exigente del mundo y eso está en el espíritu de estas ilustracio­nes. Hay ciudades que te están reclamando atención: Venecia, París... Madrid, en cambio, no».

Goya pintó la Pradera de San Isidro, Velázquez atrapó en sus lienzos el aire de Madrid... A Trapiello le interesan la pintura y la literatura. Ambas están presentes en la selección de las ilustracio­nes. Pero si hay un Madrid que le gusta especialme­nte es el de los barrios bajos, el Madrid ‘rastrista’: «Me he sentido mucho más atraído por el Madrid de los barrios bajos. No porque sean malos, sino porque están al sur de la ciudad. Les veo mucho más carácter, mucha más autenticid­ad. Haciendo hincapié en la famosa frase de Tolstói de que todas las familias felices se parecen, pero las desdichada­s lo son cada una a su manera, todas las burguesías acaban pareciéndo­se, pero las clases populares lo son cada una a su manera».

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 ?? ?? De izquierda a derecha, Juan Manuel Bonet, Inmaculada Corcho, Andrés Trapiello y Julieta de Haro
De izquierda a derecha, Juan Manuel Bonet, Inmaculada Corcho, Andrés Trapiello y Julieta de Haro
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