Bastones-estoque, lo menos letal de un arsenal casero

n vecino de Ponteareas (Pontevedra) se enfrenta a la posibilidad de pasar seis años y medio en la cárcel por tenencia ilícita de armas. Será juzgado el próximo jueves, en la Audiencia Provincial. Una descripción somera y escueta que no dimensiona el calibre del auténtico arsenal que atesoraba: 84 armas de fuego —además de cilindros y cañones sueltos; más de 40, en aparente estado normal de funcionamiento—, más de 3.400 cartuchos, cargadores, silenciadores e, incluso, un mortero. Todo esto, sin título para autorizar su tenencia o posesión.

Según consta en el escrito de Fiscalía, que pide la referida pena, P. cometió el error —por suerte— de comprar a través de Internet, en tres días diferentes (6 y 26 de enero y 17 de febrero de 2019) tres dispositivos ametralladores, de los que permiten a una pistola disparar en ráfaga, utilizando su cuenta de PayPal. Como si de una compra inocente se tratase, le llegaron a su domicilio. Unos meses después, en mayo del mismo año, el día 21, recibió la visita de las fuerzas del orden, que entraron en tres viviendas —dos pisos y una finca— y, tras registrarlas, encontraron un acopio de armas letales digno de una película.

El inventario que cita el fiscal da cuenta de que se trata de un auténtico ‘connaisseur’, que fue recopilando una peligrosísima

Upero, al tiempo, muy variada panoplia de armas de diferentes épocas y calibres, algunas guardadas en cámara acorazada. La colección es más digna de una armería que de un ciudadano anónimo, si no fuera por la ausencia de permisos, sumado al hecho de que, en no pocos casos, no se pueden identificar ni número de serie ni marca.

Un listado que asusta

Los investigadores se incautaron, entre otros, de revólveres de avancarga marca F.LLI Pietta, calibre 44 —que requieren de una autorización especial, de la que carecía—; pistola monotiro marca Pedersoli, calibre 6,3; pistolas marca Star modelos Bonifacio Echeverria calibre 9 mm corto municionado, As calibre 9 mm, Astra modelo Constable calibre 9mm corto; Browning modelo FN calibre 7,65; revólver Smith & Wesson calibre 357 Mágnum modelo Spinfeld; mini revólver North America Arms calibre 22; y FN modelo Brevete calibre 7,65.

Incluía, asimismo, un fusil mono-tiro; escopeta paralela; fusil y subfusil de asalto CETME calibre 7,62; un subfusil STAR modelo Navanero calibre 9 con culata recortada; ametralladoras Alfa modelo Oviedo calibre 7,92 y Fábrica de Armas de Oviedo modelo ASS —posiblemente inutilizadas—; fusil de asalto tipo AK-47 —el famoso Kalashnikov— calibre 7,62; escopeta repetidora calibre 12; subfusil IMI modelo UCI calibre 9 mm, con cañón suplementario; rifle Colt calibre 44; revólveres Colt, como un Python calibre 357 —modelo considerado de lujo en webs especializadas— Magnum; Smith & Wesson; y Lefaucheux —empleado, por ejemplo, en la Guerra de Secesión, en Estados Unidos—. Adicionalmente, los agentes requisaron pistolas Luger, Campogiro, Glock 9mm Parabellum, Beretta y Derringer en diversos modelos; revólveres tipo avispero —una transición entre el revólver y la pistola, de moda en los Estados Unidos durante la Fiebre del Oro, en California, a comienzos del siglo XIX—; y dispositivos ametralladores para pistolas Glock.

Pólvora en vez de garbanzos

Entre las rarezas, además del mosquetón —un arma de fuego individual y portátil, parecida al fusil, pero más corta y ligera, según la RAE— y el mortero — arma de tiro indirecto, normalmente de avancarga y ánima lisa, que hace fuego con grandes ángulos de elevación—: dos bastones-estoque —básicamente, bastones que ocultan en su interior una hoja afilada—; y un bote de cristal (de garbanzos) con polvo negro en su interior, aparentemente pólvora, que estaría pendiente de analizar.

A ojos del fiscal, este individuo infringió los artículos 566.1. 1º y 567.1, 2 y 3 del Código Penal. Su arsenal ha quedado a buen recaudo.

Un vecino de Ponteareas (Pontevedra) puede pasar 6 años en la cárcel por atesorar, de forma ilegal, más de 80 armas de fuego. Fue ‘cazado’ al comprar en 2019 tres dispositivos ametralladores a través de Internet