Stoltenberg pide a los europeos que envíen más armas a Ucrania
▶ «Este es un momento crítico y sería un error histórico que Putin prevalezca», dice el secretario general de la OTAN
El numero de países miembros de la Alianza Atlántica ha aumentado de forma más que significativa con el ingreso ya concretado de Finlandia y Suecia. Pero en el balance anual el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha tenido que denunciar en voz alta que los aliados no están proporcionado suficiente cantidad de municiones al Ejército ucraniano para que pueda defenderse de la potencia militar de Rusia. Aunque tuviera que reconocer implícitamente que los rusos están haciendo retroceder a los ucranianos en ciertas partes del frente, Stoltenberg ha dicho en una comparecencia ante la prensa que «no es que los ucranianos se estén quedando sin coraje, sino que se están quedando sin municiones» y en el frente la falta de ese suministro «tiene consecuencias todos los días». Durante su intervención, llegó a decir que «este es un momento crítico y sería un grave error histórico permitir que Putin prevalezca».
En condiciones normales, el secretario general se habría contentado con hacer un balance optimista de su gestión. Los presupuestos de Defensa de los países siguen subiendo y se acercan al objetivo del 2% del PIB (dos tercios de los gobiernos lo cumplen ya) y dos países importantes desde el puntos de vista estratégico y que tenían cierta inclinación histórica hacia la neutralidad se han pasado a la OTAN con entusiasmo. Pero ninguno de estos hechos puede compensar el hecho de que entre todos los 32 aliados no han sido capaces de suministrar suficientes proyectiles de artillería para que los ucranianos puedan mantener una cadencia de fuego suficiente para al menos no tener que ceder terreno.
Voluntad política
Peor aún, puesto que Stoltenberg ha dicho que solo contando con los aliados que también son miembros de la UE «ya tienen la capacidad de proporcionar a Ucrania lo que necesita», y solo les falta «mostrar la voluntad política para hacerlo». «Necesitamos decisiones para invertir más en la industria de defensa» para lo que «precisamos que nuestros gobiernos acuerden contratos con la industria de Defensa».
Es muy revelador que Stoltenberg no se haya referido a EE.UU., el principal miembro de la Alianza, donde este debate está también en un momento crucial.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los países europeos que forman parte de la OTAN decidieron enviar parte importante de sus reservas estratégicas, primero las de los ejércitos que contaban con tecnología de origen soviético en sus arsenales y, después, los cañones occidentales que utilizan otro calibre. El problema es que al poco tiempo los militares aliados tuvieron que reconocer que la intensidad de los combates supera por mucho a cualquiera de los análisis previos que hubiesen hecho y empezaron a reducir las entregas al darse cuenta que sus reservas se habían reducido al límite y la industria europea de Defensa era incapaz de mantener el ritmo de abastecimiento necesario. A pesar de que los europeos diseñaron planes para multiplicar las inversiones en la industria militar, reponer reservas y mantener el nivel de entregas a Ucrania, las previsiones no se han cumplido. La OTAN se había comprometido a enviar a Ucrania un millón de obuses de artillería antes de marzo de este año y no ha llegado ni a la mitad. Francia y Alemania
mantienen precisamente una discusión muy importante sobre el envío de armas a Ucrania y el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller Olaf Scholz se reúnen hoy en Berlín junto al polaco Donald Tusk para intentar desbloquear la situación.
Avance ruso
Es cierto que prácticamente toda la ayuda militar que recibe Ucrania viene de los países de la OTAN, que el año pasado suministraron «un volumen sin precedentes» de munición y artillería, tanques, formación, sistemas de defensa aérea, helicópteros, drones y radares e incluso cazabombarderos F-16, con lo que los militares ucranianos han logrado al menos sobrevivir. Sin embargo, es evidente que «necesita más ayuda y la necesita ahora», cuando el Ejército ruso ha logrado «avances en el campo de batalla en las últimas semanas».
A preguntas de los periodistas, Stoltenberg criticó duramente al régimen ruso, que celebra ahora unas elecciones con el objetivo de intentar legitimar tanto al autócrata Vladímir Putin como a su decisión de invadir a un país soberano. «Para que las elecciones sean libres y justas, se necesita que haya varios candidatos, se necesita un debate abierto y se necesita una prensa libre e independiente. En Rusia no hay prensa libre e independiente, los medios de comunicación son suprimidos o expulsados y la oposición está encarcelada o ha sido asesinada».
La intensidad de los combates en Ucrania ha puesto al límite las reservas armamentísticas de los aliados