Los límites al alquiler permiten subir el precio al 15% de los pisos
▶ En Barcelona, que será el primer mercado intervenido, ocurrirá en el 13% de los casos Barcelona
El Gobierno prevé publicar hoy en el BOE (con un retraso de dos días) para que entre en vigor mañana el índice de referencia para los precios del alquiler con el que el pretende limitar los arrendamientos alienta, paradójicamente, a un buen número de propietarios a aumentar las rentas a los inquilinos. Ocurrirá en Cataluña, pero además podría hacerlo en hasta el 15% de los pisos en alquiler ubicados en las principales ciudades españolas si se diera la hipótesis de que las comunidades las declarasen zona tensionadas y se intervinieran los precios.
Es una cifra que procede del análisis que Alquiler Seguro, uno de los mayores gestores de alquileres en España con más de 22.000 contratos, ha realizado en base a 852 casas alquiladas entre los meses de enero y febrero de 2024 en las provincias de Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, Zaragoza, La Coruña, Toledo, Murcia, Las Palmas, Guadalajara y Alicante. Si bien, el rastreo ha constatado que en el 85% de los casos los caseros tendrían que bajar de media los precios en un 18% (167 euros), en el resto de propiedades, las rentas podrían subir hasta 85 euros mensuales en los nuevos contratos si los propietarios eligen el indicador elaborado por el Ministerio de Vivienda.
El índice varía en función de la sección censal donde se ubique la vivienda y las características de la misma (superficie, estado de conservación, etc) fijando un precio máximo y otro mínimo a cada arrendamiento. El director de estudios y calidad de Alquiler Seguro, Sergio Cardona, explica que las rentas que están por debajo del indicador podrían subir «ya sea porque se ha quedado dentro del rango y no se ha llegado al máximo, o porque el mínimo se ha quedado por encima del precio del alquiler actual».
En el testeo, se señalan casos concretos en los que las rentas podrían crecer en más de 400 euros Málaga y en 600 en Madrid. Aunque según el mismo análisis, en la ciudad andaluza el 94% de los alquileres deberían bajar una media de 170 euros y en la capital española el 87% en unos 167 euros.
Pero se trata de capitales donde no hay viso alguno de que se puedan intervenir los alquileres, como han venido
CONTRADICCIONES
En la provincia de Barcelona, hasta un 13% de los alquileres podrían verse incrementados en una media de 96 euros si se aplicara el índice de precios. En la Ciudad Condal, el índice dice que los nuevos contratos deberían bajar en 206 euros de media.
En la capital deberían descender el 87% de los alquileres en unos 167 euros de media, pero se encuentran casos en los que el índice permite subir en 600 euros euros el precio del alquiler.
En la ciudad del Turia, tan solo el 7% de los arrendamientos están por debajo de los límites, pero estos podrían incrementarse en casi 300 euros de media. asegurando los ejecutivos populares de Andalucía y Madrid desde la aprobación el año pasado de la ley de Vivienda, que es la que da pie a los límites.
Tampoco se aplicarán en Valencia tras la victoria del PP de Carlos Mazón en las elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana. En la ciudad del Turia, el 93% de viviendas tendrían que bajar la renta en 197€ de media, pero hay un 7% que podrían incrementarse en 276€ según el índice.
El caso más llamativo sería el de Sevilla, donde el 33% de los alquileres queda por debajo del límite del Gobierno, pudiendo subir en hasta 96 euros de media. El 66% de viviendas con rentas por encima, tendrían que hacerlo en hasta 108€.
Solo en Cataluña
El campo de pruebas será Cataluña, donde la Generalitat (ahora con Gobierno en funciones) aplicará de inmediato los topes en 140 municipios de la región. Según el estudio de Alquiler Seguro, en Barcelona, su principal mercado, un 87% de los futuros contratos deben bajar en 206€ de media, pero hasta un 13% de los inmuebles son susceptibles de incrementar su precio en 96 euros al estar supeditadas al índice que Vivienda ha elaborado en base a la declaración de la renta de 2,5 millones de propietarios.
Es un efecto que ya conoce bien la región como pudo experimentar durante el año y medio en el que estuvo en vigor la ley catalana de alquileres. En los distritos más humildes, muchos arrendamientos estaban por debajo de esos límites y la tendencia de los propietarios en la firma de los nuevos contratos fue el de referenciarlos al precio máximo, lo que provocó un ascenso de los alquileres superior al 12%.