Y después del tabaco, la ley del alcohol: «Desempolvaré planes que llevan años en un cajón»
Las «presiones» de las que se quejan algunos altos cargos del Ministerio de Sanidad por acometer un plan antitabaco no remitirán si mantienen las intenciones manifestadas ayer por su titular, Mónica García, de hacer lo propio con el alcohol en menores de edad. La ministra avanzó durante la Comisión de Sanidad celebrada ayer en el Senado que desde su departamento se están dando «los últimos pasos» para iniciar los trámites de un anteproyecto de ley para proteger a los menores de edad del impacto del consumo de alcohol y protagonizó un importante rifirrafe con una senadora del PNV, Nerea Ahedo, que desmontó los planes de la ministra ante una ley que ya es «sempiterna». «Yo llevo ocho años en esta casa, llevo ocho años oyendo hablar de ella. Yo no sé en qué cajón debe estar», criticó la peneuvista.
En la réplica, García respondió a la senadora que, desde su llegada al ministerio, parte de su «acción» consiste en «desempolvar muchas de las cosas que llevan años en cajones, seguramente, por la necesidad de repensar el ministerio desde el largo plazo». «Nosotros tenemos pensado abrir todos los cajones, el del corto, el del medio y el del largo plazo», continuó García, para reconocer que «el del largo plazo es el que más cuesta abrir» porque estas políticas requieren una «reestructuración» de las políticas sanitarias. «Los tiempos políticos no acompañan a los tiempos necesarios de los ciudadanos», abundó.
García sí recordó a la parlamentaria el abrumador «consenso social» en este aspecto, «por lo menos en el
Las comunidades piden tiempo para evaluar el plan que quiere prohibir fumar en terrazas de bares y en el vehículo privado
«El ministerio había propuesto una iniciativa que podía afectar a la gobernanza del Sistema Nacional de Salud y enviará una nueva versión del plan», explicó Elena Andradas, directora general de Salud Pública de Madrid al terminar la reunión.
Ceremonia de confusión
La Comunidad de Madrid calificó de «ceremonia de confusión» lo sucedido en el encuentro con el Ministerio de Sanidad. Más aún con el plan de tabaquismo: «La ministra daba por hecho el consenso, pero probablemente por el ruido mediático que ha generado el ministerio nos ha planteado 15 días de plazo para enviar observaciones por el impacto de las actuaciones propuestas», señaló Andradas.
El nuevo reglamento que regulará el consumo de tabaco pretende conseguir, entre otras cosas, que en 2025 crezca en tres puntos el porcentaje de personas exfumadoras, que se reduzca por debajo del 20% la prevalencia de consumo diario de tabaco en jóvenes de entre 15 y 24 años o que se garantice el acceso a toda la población en los tratamientos para dejar de fumar disponibles en la sanidad pública. La primera intención es que tras el visto bueno de los directores de salud pública pudiera llevarse más adelante al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y comenzar así su andadura.
Comunidades productoras de tabaco como Extremadura ayer también mostraban sus recelos antes de la reunión. La consejera de Salud reafirmó su «lealtad institucional» y las buenas intenciones de querer una nueva generación libre de humo, pero recordaban que es el sustento de muchas familias extremeñas ligadas al sector tabaquero. «Tenemos que balancear la situación de la mejor manera posible», dijo la consejera de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, Sara García Espada.