David Rapoport, un infatigable estudiante
David Rapoport fue enterrado hace unos días en el cementerio de Mount Sinai. Familiares, amigos y discípulos despidieron con emoción al profesor que en los años setenta del siglo pasado fundó los estudios sobre terrorismo. Rapoport era catedrático emérito de Ciencia Política en la Universidad de California y autor de una de las más importantes aportaciones en el ámbito de la violencia política: el análisis del terrorismo moderno como una sucesión de distintas oleadas en las que con cierta periodicidad surgen nuevas expresiones de violencia. Tras los atentados del 11 M en 2004, Rapoport impartió varias conferencias en España. En aquel momento en el que numerosos académicos, periodistas y políticos describían la irrupción del terrorismo yihadista como absolutamente novedosa y totalmente diferente a otras manifestaciones terroristas, Rapoport iluminó el debate con el original marco teórico de las oleadas. El terrorismo yihadista que acababa de atentar en Madrid y unos años antes en Nueva York, no era tanto el resultado de una ‘revolución’, sino de una ‘evolución’. Entre la audiencia que le escuchó se encontraba uno de los policías que se había enfrentado a los autores del atentado cuando estos fueron descubiertos en Leganés. Siete de ellos, cercados por la policía, se suicidaron matando también a Javier Torronteras, uno de los miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Aquel policía quedó deslumbrado por la lección de Rapoport, un venerable profesor cuyos conocimientos no solo resultaban de interés para los estudiosos de la disciplina, sino también enormemente prácticos y útiles para quienes día a día debían enfrentarse al terrorismo.
Rapoport definía a Ortega y Gasset como su «héroe académico». La teoría de las generaciones del filósofo español le inspiró para establecer parámetros comparativos que explican el carácter evolutivo del terrorismo durante más de un siglo. Una diferente energía o ideología se convierte en el motor de cada periodo, si bien no es la única en cada uno de estos ni se extingue cuando otra cobra mayor relevancia en una nueva oleada. De ese modo pueden entenderse las analogías de terroristas ubicados en olas tan distantes en el tiempo. La brutalidad de Hamás del 7 de octubre posee una originalidad inspirada, no obstante, en experiencias previas a cuyo conocimiento tanto ha contribuido Rapoport.