Repuntan las redes de inmigración y prostitución desde Suramérica
▶ Las mafias explotan las vías para sacar el «máximo beneficio» en el «menor tiempo»
«Esto es como el juego del gato y el ratón. Cuando tapas una vía, las mafias dedicadas al tráfico de personas buscan otra». Quienes se dedican a la lucha contra este tipo de organizaciones saben que lo que hay detrás es un negocio que trata de maximizar beneficios en el menor tiempo posible, y en el que los demandantes de oferta son continuos por las difíciles condiciones de vida que afrontan, lo que les empuja a contratar sus servicios, en muchas ocasiones, para salvar la vida.
«Si una mafia se dedicara a meter a dos personas por semana se podría tirar años trabajando. Pero saben que las vías de entrada son finitas y tratan de explotarlas», comentan fuentes de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF). En ese sentido, explican las variaciones que experimentan sus distintas secciones, dependiendo del volumen de operaciones que tienen entre manos. Cada uno de los doce grupos operativos de la Brigada Provincial de Extranjería de Madrid –especializados en cometidos y zonas geográficas concretas– tiene abiertas «diez o doce» investigaciones en la actualidad de tráfico de personas.
«Unas más frías y otras más calientes» en función del momento en que se encuentren, pero, entre ellas, fuentes de la UCRIF sí identifican un repunte importante de las redes dedicadas a la inmigración y a la explotación sexual vinculadas a Suramérica. «La Brigada tiene mucho trabajo en general con la inmigración, pero sí es el área que más está dando», confirman.
Menos barrera cultural
Aunque no entran en el detalle sobre investigaciones en curso sí defienden que esto se debe a que en el caso de Hispanoamérica no existen tantas barreras culturales como en el caso de países del África subsahariana. También, porque el traslado es más sencillo. De hecho, expertos jurídicos consultados por ABC, implicados directamente en trámites de asilo y refugio en el aeropuerto de Barajas, trasladan que si bien habitualmente, al hablar de inmigración irregular, se pone el foco en las llegadas por vía marítima a Canarias, se obvia que muchas de estas se producen por vía aérea, desde estos países ubicados al otro lado del Atlántico.
La nota positiva son las buenas relaciones que existen entre Europa y las autoridades de países suramericanos a la hora de investigar, a diferencia de lo que ocurre con el norte de África, donde la colaboración en el nivel que trabaja la UCRIF no es tan fluida. «Probablemente en materia de antiterrorismo», donde este organismo no tiene competencias, «sí lo sea».
Por ejemplo, antes de tener que centrarse en organizaciones que extienden sus tentáculos desde éste área del planeta, en lo relacionado con la trata con fines de explotación sexual, en el pasado se vieron muy afectadas las mujeres africanas que, tras caer en las redes de los traficantes, acababan «trabajando» en la calle. «Se investigó bien, lo que permitió poner condenas importantes», comentan agentes de la UCRIF directamente implicados en estas operaciones y que entienden que esto ayudó a poner fin a esta lacra. Antes algo parecido habría ocurrido con víctimas procedentes de Rumanía.
De las operaciones que tienen abiertas actualmente, ninguna afecta al aeropuerto de Barajas, donde sí cerraron hace semanas la investigación sobre la mafia que llevó al colapso de las salas de admisión de solicitantes de asilo. Fuentes policiales confirman que la situación en el aeródromo ha vuelto a la normalidad tras la imposición de visados de tránsito a senegaleses y keniatas y desde la UCRIF se muestran satisfechos con el cierre «temporal» de esa vía. En cambio, advierten de que podría volver a producirse. «Esto no cesa», afirman. Pues, en el momento que las mafias encuentran «un método más novedoso» al principio «cuela», hasta que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado logran ponerle remedio.
La Brigada de Extranjería de Madrid tiene más de cien operaciones abiertas ahora, una decena por cada uno de sus doce grupos