Límites a los alquileres
Vuelve la burra al trigo. A pesar de que se ha comprobado no solo que no funciona sino que es totalmente contraproducente porque se traduce directamente en menor oferta, algunos siguen perseverando en las políticas de consignas populistas. El problema de la vivienda, tanto para la compra venta como para el alquiler, es la falta de oferta –y lo peor de todo es que lo saben de sobra, no estamos descubriendo la pólvora– Pero en vez de tratar de ver como se puede atajar ese complejo problema, prefieren seguir amparándose en las soluciones fáciles que entran bien por el ojo del incauto.
Claro que el precio de la vivienda o del alquiler es un problema. Nadie lo niega. Solo hay que darse un paseo por las páginas webs de compra venta y alquileres de pisos. Y lo peor es que va a empeorar. En un país en el que la oferta de vivienda nueva no llega a las 100.000 unidades al año y la creación de nuevos hogares está por encima de 200.000, la cosa no va a mejorar. Además no es algo de ahora. Son ya unos cuantos años en los que la oferta no cubre la demanda por lo que hay cola.
El cuello de botella según dicen los que saben de verdad de esto está en la falta de suelo. No se fabrica suficiente suelo que se pueda destinar a residencial. El problema viene de lejos y no tiene una solución obvia porque son muchos los agentes económicos implicados y las reminiscencias de la anterior burbuja todavía se dejan notar. Hay que dar la vuelta totalmente al planteamiento actual y para eso es necesario que todos los implicados se pongan de acuerdo.
Entretanto, la arbitrariedad que subyace de las soluciones que se impulsan desde las desmontadas administraciones redundan en una mayor inseguridad jurídica que no es precisamente lo mejor para atraer el dinero que es necesario para desarrollar lo que hay que desarrollar. En algunas regiones se están dando los pasos en la dirección correcta pero el camino es largo y muchas son las tentaciones para tratar de atajar.
No es algo que se vaya a solucionar a corto plazo por los propios tiempos de construir una casa. Pero en cuanto antes se encarrile mejor por el problema social que sin duda supone la falta de vivienda. Hace falta mucha pedagogía a todos los niveles.