Urtasun rechaza hacer pinza con el PP contra todas las censuras
▶ El ministro afirma que «Vox hace lo que hace» porque el PP les ha abierto «las puertas de las instituciones»
Urtasun ha agarrado la censura como ariete de su mandato al frente del Ministerio de Cultura y no lo piensa soltar. Ni el apoyo del PP a una iniciativa de Sumar en el Congreso para garantizar la libertad de creación, ni el ofrecimiento, ayer, de la senadora María José Ortega Gómez de que cuente con ellos para luchar contra la censura «venga del lado que venga» convencen al ministro para trabajar juntos. Para unir fuerzas con el partido que gobierna en once comunidades, en definitiva. Urtasun entiende que PP y Vox van de la mano en los casos que se han denunciado en algunas regiones españolas desde el pasado mes de mayo, cuando Pedro Sánchez abrió una campaña electoral de nunca acabar. «Yo celebro su compromiso», dijo Urtasun, para acto seguido añadir: «Les invitaría a dar un paso más, que es no permitir a Vox que haga lo que hace. Vox hace lo que hace porque el PP les abre las puertas de las instituciones». En el muro desde el que el ministro observa la cultura, PP y Vox hablan el mismo idioma.
El titular de Cultura se refirió así a uno de los pocos asuntos en los que hubo discrepancias durante su comparecencia ante la Comisión de Cultura del Senado, a la que acudió para exponer las líneas fundamentales de su mandato, y lo hizo en un tono muy cordial con los distintos portavoces parlamentarios. Faltaba Vox, claro, que no tiene hueco en esta comisión. Urtasun propuso durante su intervención extender a la Cámara Alta la posibilidad de hablar en todos los idiomas cooficiales, como ya ocurre en el Congreso, y desgranó las distintas medidas que pretende desarrollar: la Dirección General de Derechos Culturales, que anunció un mes y sigue sin concretarse, o la ley del Cine, amén de una serie de planes para que la cultura se consolide como un eje de vertebración territorial y de cohesión social. «Eso implica también divulgar la obra y el conocimiento de autoras y autores que se expresen en gallego, en catalán, en euskera, aragonés o asturiano», explicó.
Fue la censura el pretexto al que Urtasun se agarró para atacar al PP. Tan interiorizado lo tiene que llegó a referirse al Ministerio de Cultura como el
Ministerio de Censura. «Creo que es mi obligación como Ministerio de Censura, como Ministerio de Cultura, acompañar... Ministerio de Censura no, Ministerio de Cultura...». Un desliz. «La censura es la que hacen algunos consejeros que se han convertido en consejeros de Censura», añadió, para salir del lío. Todos en la sala entendieron se refería a las comunidades en las que gobierna el PP. A los portavoces de PSOE, ERC o PNV, la música les sonó bien, pero no a la del PP. «La cultura no es monocolor, es un rico
«La cultura no es de izquierdas ni de derechas, es apolítica. Se han empeñado en que la cultura es de izquierdas», afirma el PP
arcoiris –dijo la senadora Ortega Gómez–. La cultura no es de izquierdas, no es de derechas, es apolítica. Se han empeñado en que el mundo de la cultura es de izquierdas. Pues no».
La senadora popular recordó que la semana pasada su grupo apoyó en el Congreso una proposición no de ley contra la censura. Y hay otra registrada por los populares para dotar de mayor seguridad jurídica a la contratación pública, porque con Carmena ya «más de veinte obras y treinta artistas no vieron la luz», y «hay cantantes a los que se ha suprimido del cartel porque sus letras no encajaban en lo que otras líneas pensaban», en referencia a C. Tangana. Para el PP, más que censura lo que hay es arbitrariedad en la contratación pública. «Cuente con el grupo popular para lu
char contra cualquier tipo de censura, desde cualquier ámbito, desde cualquier color político, venga del lado que venga –dijo–. Siempre que la apliquen desde cualquiera de los extremos estaremos hablando de censura. Queremos cultura en libertad, sin adoctrinamientos».
Derechos culturales
La oferta no convenció a Urtasun, que en su respuesta invitó al PP a dejar de apoyarse en la «extrema derecha», como se refirió a Vox. Sin senadores de este partido en la sala, esta vez no recurrió a palabras gruesas, pero el fondo era el mismo. Él ha llegado al ministerio para salvar a los artistas españoles de casos como la cancelación del Festival Periferias (Huesca) o la retirada de la subvención al premio Miguel Hernández (Orihuela). «Mi obligación es entrar en las cosas de censura si hay casos. No puedo ignorarlo. Por lo tanto, es mi compromiso. Y creo que los autores, los creadores, también esperan de mí que yo les defienda cuando son víctimas de casos de estos». Urtasun puso como ejemplo el impulso que ha dado esta semana a las celebraciones del centenario por el nacimiento del poeta Vicent Andrés Estellés, que Vox y PP rechazaron conmemorar en la Comunidad Valenciana.
Para eso llega –cuando llegue– la Dirección General de Derechos Culturales, que estará a cargo de la aún diputada de la Asamblea de Madrid Jazmín Beirak. Cómo lo hará sigue siendo una incógnita, incluso para sus socios de gobierno. Una de las pocas cosas que se saben de esta ‘superdirección’ es que tiene el encargo de «adoptar una postura firme contra cualquier forma de censura para el trabajo cultural», y se intuye que no lo hará en diálogo con el poder territorial del PP. Las competencias de cultura, como el propio ministro reconoció, están en su mayor parte transferidas a las comunidades autónomas. Ya ha pasado un mes después de que se anunciara el nombramiento de Beirak, pero sigue sin hacerse oficial. Hacienda aún no ha dado el visto bueno a la nueva estructura del ministerio...