Sánchez abre a Galicia un agujero de 60 millones al mes al no aprobar los PGE
▶El desfase en las entregas a cuenta, ancladas en las cuantías de 2023, ya ha supuesto una merma de 121 millones, que llegarían a 725 a finales de 2024
No se trata sólo de que peligren proyectos y transferencias pendientes, de por sí grave. La decisión del Gobierno de aparcar los Presupuestos Generales del Estado de 2024 supone también, para Galicia, un agujero mensual de 60,5 millones de euros, por la falta de actualización de las entregas a cuenta. Esto, según se plasma en un informe elaborado por la Consellería de Facenda, está provocando un «déficit de tesorería» que solo en los dos primeros meses ha supuesto 121 millones. En caso de continuar esta situación a lo largo del año, esa merma alcanzaría la cifra de 725 millones. La razón: la diferencia entre las cuantías aprobadas por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (diciembre) y las que se están realmente ingresando mes a mes, con los mismos importes, salvo un pequeño «ajuste», que en 2023. En concreto: 8.670 millones vs. 9.395.
El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, encargó a su conselleiro de Facenda en funciones, Miguel Corgos, la elaboración de ese informe –al que tuvo acceso ABC– el jueves 14, menos de 24 horas después de que se confirmase que el adelanto electoral en Cataluña –el 12 de mayo– llevaba a Pedro Sánchez a dar la orden a su responsable de economía y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, de prorrogar las cuentas y comenzar a preparar las de 2025. El informe fue ayer mismo al Consello, como tenía en mente Corgos, y él mismo ofreció detalles al acompañar a Rueda en su habitual comparecencia semanal.
En el caso de las entregas a cuenta, si Hacienda –explicó Corgos– no actúa pronto, y no se reciben los ingresos que están presupuestados, se ahondaría en un «desequilibrio» que impactaría en la «sostenibilidad financiera»; de ahí que sea «perentorio» que se «adapten». Y que se aclare, de paso, su cuantía exacta, porque en diciembre aún no había que tener en cuenta el «impacto» de las medidas de lucha contra la crisis -88 millones, se estima, de menoscabo para Galicia-. «Seguro que todas las comunidades autónomas están solicitando lo mismo que estamos poniendo aquí de manifiesto», apuntó el conselleiro. En todo caso, quiso enviar un mensaje de tranquilidad: este desfase «no impide por ahora que sigamos funcionando a pleno rendimiento y ejecutando con normalidad el Orzamento», a pesar de «pequeños obstáculos».
El conselleiro desveló también que la Xunta está viéndose obligada a recurrir a líneas de financiación, en «operaciones puntuales», para seguir pagando «en tiempo y forma» a los proveedores. De lo contrario, repercute «especialmente» en dependencia, educación y sanidad. Se trata de disponer de «liquidez», se lee en el informe, que cifra en más de cuatro millones el coste en el primer semestre; por ahora, ya ha detraído 460.000 euros.
«Desgobierno»
Corgos achacó a una situación de «desgobierno», tanto en el ámbito financiero como en la programación de la acción política, por parte del Gobierno, un contexto de «incertidumbre, falta de estabilidad y merma en los recursos», que no sólo impactan en los servicios públicos fundamentales, sino también en el «normal desarrollo» de las políticas de gasto. La ausencia de PGE va a «repercutir» en sanidad, educación, dependencia, infraestructuras y pago a proveedores. Y no tendría por qué ser así. Hay precedentes: en 2019 y 2020 se actualizaron los pagos a cuenta por decreto ley, y esto «evitó una alteración» en las finanzas públicas.
Más consecuencias. El Presupuesto prorrogado «no puede incluir nuevas inversiones», consta en el informe, «sin perjuicio» de que «se puedan habilitar modificaciones». También están prorrogadas las cuantías de los fondos finalistas del Estado. De la misma forma que afecta al objetivo de estabilidad presupuestaria y de deuda pública, «en el año en que las reglas fiscales se recuperan». Aunque esto llega menos a la calle. Cuestión más sensible es que no se actualicen las retribuciones a los empleados públicos, que llevan tres meses con los salarios «congelados»; y que se desconozca la tasa de reposición. Corgos afeó la falta de previsión. Como «efecto colateral» adicional, tocará «reprogramar» y hacer cambios presupuestarios en materia de fondos europeos; especialmente, los Next Generation.
La falta de Presupuestos, en definitiva, tiene «consecuencias directas» en los territorios, por sus «muchas interrelaciones», lamentó Rueda. Un castillo de naipes que se tambalea.