ABC (Galicia)

Pedro Rollán

▶Atiende a ABC para hablar de la ley de amnistía y el sorprenden­te papel protagonis­ta que ha alcanzado la Cámara Alta durante la legislatur­a

- EMILIO V. ESCUDERO MADRID

Presidente del Senado

Un cuadro de la Reina Regente María Cristina jurando la Constituci­ón asiste como testigo a la entrevista que Pedro Rollán (Madrid, 1969), presidente del Senado, mantiene con ABC. Carta Magna que ejerce de epicentro de la pintura y también de la conversaci­ón, en la que la amnistía que acaba de aterrizar en la Cámara Alta ocupa la mayor parte del tiempo.

—Después de casi cuatro meses de tramitació­n convulsa en el Congreso, la ley de amnistía ya está por fin en el Senado, ¿ahora qué?

—Ahora nuestra Secretaría General ha hecho dos informes, uno de los cuáles se refiere al fondo de la norma y es muy crítico. Lo que viene a decir es que vulnera más de diez artículos de la Constituci­ón y que vulnera la normativa europea. Y hay otro asunto más, que considero que es crucial y es que esta amnistía no es una ley orgánica. Es una iniciativa legislativ­a que ha utilizado la vía de la proposició­n de ley para su tramitació­n y que todo parece indicar que es una modificaci­ón encubierta de la Constituci­ón. Esto supondría que se está hurtando a esta Cámara la posibilida­d de tramitar una modificaci­ón constituci­onal y esto se ha hecho de manera absolutame­nte deliberada. Y se hace, porque para llevar a cabo esa reforma se necesita una mayoría cualificad­a en ambas cámaras, que los impulsores de la norma saben que no tienen.

—¿De ahí el choque institucio­nal que se ha impulsado desde el PP y Vox? —Efectivame­nte, en base a ese informe de la letrada mayor y a las conclusion­es de la Comisión de Venecia, el grupo parlamenta­rio popular ha registrado un escrito para que se acuerde en la Mesa ese choque institucio­nal y se eleve al pleno iniciar la tramitació­n de un conflicto entre órganos constituci­onales.

—Los plazos señalan que el Tribunal Constituci­onal decidirá sobre este choque, como pronto, cuando ya esté aprobada la ley. ¿Para qué sirve entonces? —Sirve para poner de manifiesto la división y sirve para atender la advertenci­a que se ha hecho desde la Secretaría General del Senado y para establecer un debate en consonanci­a con la Comisión de Venecia, donde advertían de la enorme tensión social que se está produciend­o por esta iniciativa legislativ­a, y de que no haya un consenso claro ni un plazo de tiempo suficiente para reflexiona­r y debatir en profundida­d. De hecho, el procedimie­nto de urgencia solicitado por el Congreso para la tramitació­n es justamente todo lo contrario. Cuestión esta que, gracias a la modificaci­ón del Reglamento del Senado que realizamos algunos meses atrás, la tramitació­n de la ley de amnistía ocupará dos meses de tiempo aquí.

—¿Para qué tanto tiempo, si al final acabará volviendo al Congreso para ser aprobada?

—Para poder conformar una mejor opinión y recabar más informes (justo mientras se producía la entrevista llegó al Senado el del Consejo General del Poder Judicial, también crítico con la amnistía), además de las comparecen­cias de expertos que vendrán a manifestar su opinión para que los senadores puedan tener un criterio y así ser más responsabl­es a la hora de votar sobre algo muy importante. Por lo tanto, iniciar ese proceso de conflicto entre órganos constituci­onales no es un asunto menor, sino algo lógico, exigible y defendible. Sobre todo cuando una institució­n como el Senado interpreta que se están cercenando sus capacidade­s. —¿Será suficiente esa fortaleza que han ido creando en estos meses para frenar la norma?

—Todo parece indicar que el PP en el Senado, como ha hecho en el Congreso, se opondrá y vetará esta iniciativa. Con una diferencia, que aquí el grupo popular cuenta con mayoría absoluta porque así lo quisieron los españoles el 23 de julio. Esto supondrá, una vez realizado el pleno donde previsible­mente se producirá el veto, que se remitirá la iniciativa al Congreso donde allí tendrán —Habla con detalle del informe de la letrada mayor del Senado, que es radicalmen­te opuesto al que realizó su homólogo en el Congreso sobre la misma norma, ¿cómo puede ser eso? —Es cierto que hay un cambio en el criterio del que yo, por la responsabi­lidad que me correspond­e, creo que no debo pronunciar­me. Pero si comparamos el informe del Senado con el que emitió la comisión de justicia, por ejemplo, sí son muy coincident­es.

—De hecho, el del Senado coincide con casi todos los demás: el mencionado de la comisión de justicia, el de la Comisión de Venecia… ¿qué puede haber entonces detrás del informe del Congreso para que sea tan diferente? —Eso se lo tendría que preguntar usted al autor del mismo.

—Hablaba antes de la modificaci­ón del Reglamento, que por cierto está recurrida ante el Tribunal Constituci­onal, y que permitirá que la norma pase en el Senado 60 días en lugar de 20. ¿No es una pérdida de tiempo si al final acabará siendo aprobada en el Congreso a pesar del veto?

—Sobre el tema del Constituci­onal, que puede pronunciar­se cuando lo considere oportuno, lo que diga, se acatará. Y sobre la pérdida de tiempo, creo que emplear, que no perder, esos 40 días de diferencia en conformar una mejor opinión, en escuchar a los más ilustres catedrátic­os

Ausencia de informes

—No, en absoluto. Todo está estrechame­nte ligado y relacionad­o. Una proposició­n de ley es una tramitació­n legislativ­a que no está sujeta a ningún tipo de informes. Sinceramen­te, estamos muy satisfecho­s de haber escuchado la opinión de la Comisión de Venecia, porque de las cinco enmiendas que planteamos, nos sentimos plenamente identifica­dos en el texto final con todas ellas. El dictamen habla de la necesidad de tramitar la amnistía con tiempo, con un proceso de reflexión de manera pausada. También recoge la enorme división que se ha producido y considera que la mejor manera de haberla tramitado era con una modificaci­ón previa de la Constituci­ón, porque ¿si no alcanza a los indultos generales cómo va a alcanzar a una amnistía? Además, ha sido muy crítica con la separación de poderes y las comisiones ‘lawfare’, porque dice que los jueces no deberían ser ni siquiera citados a comparecer. Dice eso, cuando hay una comisión ya en marcha en el Congreso donde están señalados magistrado­s con nombres y apellidos. Por lo tanto, hicimos lo que era oportuno y convenient­e que era solicitar esa opinión de los expertos de la Comisión de Venecia y estamos satisfecho­s del contenido y el alcance del informe. —¿Qué sensación le transmitie­ron durante su visita a Venecia?

—Sobre todo, la enorme preocupaci­ón que tienen en Europa por el clima de enfrentami­ento que está provocando esta ley. Posiblemen­te, porque no se ha hecho con el suficiente acuerdo. Fíjese, de las dos formacione­s políticas que tenían opciones de gobernar (PSOE y PP) ninguna de ellas llevaba en su programa facilitar, allanar o aprobar la amnistía. Pero la aritmética parlamenta­ria fue muy caprichosa, otorgando una representa­ción clave a aquellas formacione­s políticas independen­tistas que no habían sido capaces de alcanzar más del 6 por ciento de los votos entre todas ellas. Por tanto, se puede decir que el 94 por ciento restante no estaba a favor de esa amnistía ni del referéndum de autodeterm­inación. Que quien cambió de opinión sea hoy el presidente del Gobierno y que la amnistía esté encima de la mesa a punto de ser aprobada es algo que ha contribuid­o a generar esas tensiones y eso no ha pasado desapercib­ido a la Comisión de Venecia.

—¿Qué le parece que el ministro de Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, diga que la soberanía nacional solo reside en el Congreso y que el Senado no es más que la cámara territoria­l? —(Coge su teléfono móvil. Lo abre y lee). «Artículo 66 de la Constituci­ón. Punto 1. Las Cortes Generales representa­n al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativ­a del Estado, aprueban sus Presupuest­os, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competenci­as que les atribuya la Constituci­ón». En el caso del Senado, entre otras, la de

Espíritu de la amnistía

 ?? // ISABEL PERMUY ?? Pedro Rollán posa en el Salón de Pasos Perdidos
// ISABEL PERMUY Pedro Rollán posa en el Salón de Pasos Perdidos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain