Allanamiento judicial de la casa de la presidenta de Perú en busca de relojes de lujo
▶ El insólito hecho ahonda la crisis política e institucional que azota al país desde 2016
Al filo de la medianoche del Viernes Santo, un policía armado con un martillo tipo ‘comba’ echó abajo la puerta de la casa de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en el marco de un allanamiento ordenado por la Fiscalía y aprobado por el juez del Supremo Juan Carlos Checkley, por bloquear la acción de la Justicia al no acudir a los interrogatorios y responder sobre sus relojes de alta gama. Ello forma parte de una investigación por la presunta comisión del delito de enriquecimiento ilícito.
«Es inédito que allanen la residencia de una presidencia en ejercicio. En el caso del expresidente (Pedro) Castillo no fue para ubicar algo que concernía al presidente», dijo el historiador y analista político, Joseph Dager, al tiempo que añadió que «es desproporcionada la actitud de la Fiscalía porque el presidente personifica a la Nación».
La crisis se inició cuando el medio digital ‘La encerrona’ publicó que la presidenta Dina Boluarte usaba un reloj de alta gama de marca Rolex y que no lo había declarado como parte de sus bienes. Con el paso de los días, se reveló que tenía tres Rolex, una pulsera Cartier de 53.700 euros y joyas por valor de 450.000 euros, según una pesquisa del diario ‘La República’.
«Es lamentable que la crisis contra Boluarte se haya generado por los Rolex y la presunción de enriquecimiento ilícito, pero no por las casi 50.000 muertes durante las protestas. La coalición del Gobierno y los partidos en el Congreso la van a defender hasta el final. Solo el adelanto de elecciones acabará la crisis», concluyó Dager.
«Lo que están haciendo es politizar y evidenciar que se ha politizado la Justicia en un hecho que, sin precedentes, está atacando la institucionalidad democrática, la institucionalidad de la Presidencia y, sobre todo, evidenciando el resquebrajamiento del sistema democrático y de la constitucionalidad», dijo el sábado el ministro de Justicia, Eduardo
Arana. «Es grave el ruido político que se está haciendo, que afecta a las inversiones y a todo el país. Lo que ha sucedido en las últimas horas son acciones desproporcionadas e inconstitucionales», añadió el primer ministro, Gustavo Adrianzén, en referencia al allanamiento, en el que participaron más de veinte policías y otra veintena de fiscales.
En declaraciones al ABC, el exprimer ministro Pedro Cateriano resaltó que la conducta de Boluarte ha causado la reacción de la Fiscalía: «Es legal, inédita y tremenda desde el punto de vista de la institucionalidad democrática, porque el presidente personifica a la Nación. Estamos viviendo la etapa más convulsa de nuestra historia republicana con numerosos presidentes y una altísima rotación de ministros nunca vista, que ha generado una inestabilidad política tremenda», dijo Cateriano a la vez que recordó que la presidenta Boluarte, al iniciar su Gobierno, prometió el adelanto de elecciones generales y «no honró su palabra».
Desde 2016, ningún presidente en Perú ha terminado su mandato de cinco años, lo que ha causado que la economía decaiga, se incremente la emigración de los jóvenes y que aumente la decepción de los peruanos ante la democracia que ha visto pasar seis presidentes en medio de crisis que se conjuran con la destitución de los jefes de Estado.