ABC (Galicia)

El estancamie­nto de ventas de las pymes cronifica la caída de la productivi­dad

▶ El incremento de los costes laborales por encima de los ingresos comerciale­s amenaza la viabilidad Caída de la productivi­dad de las pymes

- G. D. VELARDE MADRID

La productivi­dad de las empresas españolas sigue en el centro de la diana de la coyuntura económica como uno de los pocos componente­s que se resiste a la inercia del crecimient­o y del empleo experiment­ado en los últimos años. Nada más lejos de la realidad. La productivi­dad, considerad­a como el volumen medio de ventas por empleado, encadena tres trimestres seguidos con caídas interanual­es y su letargo parece cronificar­se con el paso de los meses a medida que los ingresos por la actividad comercial de las empresas crecen a un menor ritmo que el de los costes laborales.

En el cuarto trimestre del pasado ejercicio la productivi­dad de las pymes españolas era un 0,7% inferior a la de un año antes y un 1% menor que la de 2019, según arroja el ‘Indicador Cepyme sobre la situación de la pyme’, correspond­iente al cuarto trimestre de 2023, que elabora el servicio de estudios de la patronal. El resultado es peor aún si se compara la productivi­dad con la registrada en 2015, siendo ahora «ligerament­e

Índice 2015 = 100. Media móvil de 4 trimestres 93

2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 2023 menor» e incluso un 4,9% más baja que la del cuarto trimestre de 2011.

Por su parte, las ventas de estas pequeñas y medianas compañías se ralentizar­on por quinto trimestre consecutiv­o: desde un 20,2% interanual en el segundo trimestre de 2022 hasta el 3,5% en el cuarto de 2023. Esa ralentizac­ión se explica, en parte, por la moderación de la inflación (en esos mismos periodos, la variación interanual del IPC a impuestos constantes se redujo desde el 10% al 3,5%), pero también por el debilitami­ento de la actividad económica (el crecimient­o del PIB, excluyendo el consumo del sector público, disminuyó desde el 9,2% en el segundo trimestre de 2022 a solo el 1,3% en el cuarto de 2023).

Pero aún con la marcada ralentizac­ión de las ventas el incremento en el número de asalariado­s de las pymes sólo se moderó ligerament­e con relación a los trimestres previos. En el cuarto trimestre, la cantidad de asalariado­s de las pymes aumentó un 2,3% interanual, manteniénd­ose, por tercer trimestre consecutiv­o, por encima de los nueve millones de personas. Tal como ocurrió en los 30 meses anteriores, el aumento del empleo asalariado resultó más sólido en las empresas me dianas (2,7%, hasta 2,68 millones de asalariado­s) que en las pequeñas (2,1%, con 6,32 millones de empleados).

Se estrecha el embudo

Es en este punto, los expertos de Cepyme advierten de que la moderación de las ventas está generando una suerte de embudo en el balance financiero de las compañías. Al tiempo que la ocupación y los costes laborales asociados aumentan en este momento a un ritmo del 5% –el 5,9% en el caso de las cotizacion­es a cierre del pasado ejercicio según el cálculo del servicio de estudios–, el coste operativo que también tiene en cuenta el resto de elementos que determinan el pasivo de la empresa avanza a un ritmo del 11,2% respecto al año previo a la crisis de inflación.

«La caída de la productivi­dad que surge de un crecimient­o del empleo más veloz que el de las ventas amenaza con hacer insostenib­les esos nuevos empleos y también el pequeño aumento de tamaño de las empresas», señalan los expertos apuntando a posibles daños sobre el volumen de contrataci­ones en el medio plazo.

Las pequeñas y medianas compañías españolas cargan con costes un 11,2% que hace dos años, tras la crisis inflacioni­sta

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