Ballester cierra un círculo fotográfico con el Arqueológico
▶ El fotógrafo «regala» 10 imágenes en el décimo aniversario de la reforma del museo
Una transeúnte que pasa ante el Museo Arqueológico Nacional (MAN) repara en la imagen de una máscara egipcia de madera que cuelga de la verja histórica y le dice a su pareja: «Mira, ¡qué bonita! No la conocía». El fotógrafo José Manuel Ballester habría sonreído al presenciar la escena porque eso es justo lo que busca este artista y premio Nacional de Fotografía 2010 en su regreso a la institución, diez años después de la reforma del edificio que inmortalizó hace una década. «Todo museo tiene piezas icónicas, pero este tiene muchas de altísimo nivel y quería hacer de guía o sugerir otras menos conocidas, como la que he titulado ‘Sonrisa egipcia‘, que son tan maravillosas y sin embargo, no tan populares», comentaba minutos antes Ballester sobre esa fotografía, al presentar la muestra ‘10 años, 10 imágenes: El Museo Arqueológico Nacional’, abierta hasta el 29 de septiembre.
Las fotografías, de gran formato y calidad, se distribuyen entre la verja, el jardín, el vestíbulo y los patios del edificio, integrándose en las salas. En seis de ellas se muestran piezas como la Bicha de Balazote, el tesoro de Guarrazar o terracotas púnicas, con el trasfondo de la reforma de entre 2008 y 2014, para condensar en ellas el tiempo transcurrido. «Es un homenaje a ese esfuerzo que se hizo, del que fui testigo», comenta Ballester, que también fija su objetivo en el taller de restauración, la biblioteca o las visitas escolares, «los mecanismos que hacen que el museo tenga sentido».
Rigor y fantasía
«Creo que el visitante puede descubrir un museo que es rigor y fantasía a la vez: el rigor científico de investigación y la fantasía de imaginarte cómo era nuestro pasado», añade el fotógrafo antes de destacar que en el montaje ‘Historias que contar’ ha sintetizado «las historias que pueden contarse a través del patrimonio cultural del pasado».
Para Isabel Izquierdo, directora del MAN, el trabajo de Ballester «es un auténtico regalo de cumpleaños». Esta exposición será la primera de cinco organizadas por la efeméride que abordarán la arqueología de la dieta mediterránea y la naturaleza en la antigua Grecia y llevarán al museo una pintura de Antonio López y la escultura sarda de ‘Il Pugilatore’ de Mont’e Prama (Cerdeña, 900-7000 a.C.). Izquierdo anunció además la entrada gratuita del 2 al 7 de abril y la apertura de una Sala de Novedades, «que se concibe como un espacio para presentar obras procedentes de otras comunidades autónomas».