La legislatura arranca entre el ruido de los contratos del Covid
▶El BNG insiste en pedir una auditoría y amaga con una comisión de investigación; el PP reta a Pontón a que dé el paso y la constituya «per se» ▶Rueda oculta las cartas de su gobierno; el PSOE, sin Besteiro, guarda silencio
Miguel Santalices, presidente del Parlamento de Galicia, abre hoy, a las 10 de la mañana, consultas con los portavoces de los cuatro grupos para proponer candidato a la Presidencia de la Xunta. Mero trámite (artículo 136.1 del Reglamento de la Cámara), dada la mayoría absoluta que permitirá a Alfonso Rueda ser investido con comodidad. Aunque no sin ruido. El que genera el BNG al insistir en verter sospechas sobre las contrataciones del gobierno gallego durante la pandemia. Con la legislatura todavía en pañales, dedicada ayer la jornada matinal a constituir la Diputación Permanente y las comisiones de la misma naturaleza. El Bloque volvió a reclamar una auditoría de esos contratos, sin descartar impulsar una investigación –el mismo día que el PSOE, en Madrid, dejó caer que llevarán a Alberto Núñez Feijóo a declarar al Congreso–, y el PP retó a los de Ana Pontón a que den el paso. Un caldo de cultivo emponzoñado de cara al debate de investidura que arranca exactamente en una semana. Y no se enturbió más porque el PSOE eludió pronunciarse.
El Bloque había convocado la víspera a una comparecencia de su viceportavoz primera, Olalla Rodil, que desgranó el reparto de tareas de los diputados frentistas. Pero no hizo ascos a cargar otra vez las tintas por la contratación de material sanitario por el Covid. «Luz y taquígrafos» frente al «oscurantismo», reiteró el discurso de estas semanas de su partido. Rodil puso especial énfasis en los contratos «a dedo», por valor de 4.000 millones de euros; los 1.311 adjudicados a Eulen, empresa que, enfatizó, dirige en Galicia la hermana de Feijóo; y los rastreadores. Hay muchas «sombras» y los números no cuadran, insistió. Esto, minutos después de prometer una oposición «constructiva». La mano derecha de Pontón desafió al PP a que «haga en Galicia» lo que reclama a los demás en otras regiones. Y subrayó que, si no se facilita la auditoría, actuarán «en consecuencia»: «No descartamos ninguna acción, por supuesto; entre ellas, una comisión de investigación».
El portavoz del Grupo Popular, Alberto Pazos, replicó que, gracias a la modificación del Reglamento impulsada en su día por el PP, cualquier grupo con 25 diputados, como es el caso del BNG, «puede constituir per se» una comisión de investigación. No hacen falta ni buena voluntad ni apoyo de los populares. Tiene vía libre Pontón, retó. A partir de ahí, criticó el interés por «fiscalizar lo que ya está fiscalizado» (Consello de Contas), y que no propició actuación alguna. Pazos achacó a la «falta de comprensión», y a mezclar contratos ordinarios con los de emergencia, las sombras que aprecia el Bloque. Vio «ansiedad» en los nacionalistas, por pedir esa comisión mientras, en la planta 2, aún se constituían las permanentes.
El Grupo Socialista no se posicionó, aunque fue interpelado por la prensa, porque consideró que no era menester que tomara la palabra ninguno de sus diputados, en ausencia de su portavoz. La de José Ramón Gómez Besteiro fue la más chocante desde primera hora, cuando se constituyó la Diputación Permanente. Fuentes socialistas lo excusaron por una cita médica. Podían haberle suplido ante los micrófonos su lugarteniente Lara Méndez; o políticos experimentados como Elena Espinosa o Carlos López Font. Pero el PSOE guardó silencio y siguió allanando el camino para que el BNG presuma de ser, con diferencia, la «primera fuerza» de la oposición y alternativa al PP. Pazos avanzó «mano tendida» si la izquierda lo propicia, y una «justa respuesta» si va al
Los populares ven a los de Pontón con «ansiedad», sin respetar plazos; los frentistas marcan músculo ante un PSdeG en transición
Ya lo avanzó el fin de semana el PSdeG, pero resultó llamativo constatar que José Ramón Gómez Besteiro, portavoz del Grupo Socialista, no formará parte de ninguna comisión permanente. En el reparto de áreas, algunos de sus ocho compañeros ostentan tres, por dos el resto. Besteiro formará parte de la Diputación Permanente, junto a Patricia Iglesias, vicesecretaria de la Mesa, y Elena Espinosa. Paloma Castro, Julio Abalde y Lara Méndez serán secretarios en tres comisiones (menores). Quedan fuera, y por tanto sin la remuneración correspondiente, Carmen R. Dacosta, Carlos López Font y Silvia Longueira. Noa Presas repite como presidenta de la Comisión 3ª (Economía, Facenda e Orzamentos), que cede el PP como es tradición. En la Diputación Permanente –Miguel Santalices, presidente, Elena Candia, vicepresidenta, Montse Prado, secretaria–, el gobierno en funciones en pleno. Aunque apenas sirve para que Rueda no ofrezca pistas. choque. La de los «argumentos» vs. «elucubraciones». La actitud beligerante del Bloque no les sorprende, aseguró, por más que sea una «novedad» en la Cámara ir a por el gobierno sin estar conformado: «Se están batiendo récords».
Carrusel de comisiones
Un gobierno del que, como se esperaba, no ofreció ninguna pista Rueda, con todos los conselleiros presentes en la constitución de la Diputación Permanente. Concluido el trámite, el presidente en funciones se retiró, mientras seguía el carrusel de comisiones, con los diputados trasladándose, alternativamente, de la sala Otero Pedrayo a la Concepción Arenal. Tampoco se pueden extraer conclusiones de la presencia de delegados territoriales, porque ni es nuevo ni inamovible. Para otras cuestiones habrá que esperar. Véase la posible mudanza del BNG al local que ocupa el PSOE desde la era Touriño; o la ubicación definitiva en el hemiciclo. Armando Ojea (Democracia Ourensana), solitario representante del Grupo Mixto, al menos ya tiene ubicación en el Pazo do Hórreo, aunque sea provisional.
Su figura de ‘outsider’, con agenda propia, contrasta con el pulso que, en primer plano, ya dirimen un BNG crecido y un PP tranquilo ante las primeras andanadas; confiado en el buen hacer y la «transparencia» de la Xunta en pandemia. Con la aquiescencia de un PSdeG en transición; en punto muerto desde el 18F. La legislatura no les espera: se despereza y ya saltan las primeras chispas. Hoy avanzará la investidura de Rueda, que lo seguirá en la distancia, desde la sede del PP en Madrid.