La paz llega a Naturgy: el tándem Reynés-Fainé gana la batalla al fondo IFM
▶ La atención se centra en BlackRock que, previsiblemente, pondrá a la venta en torno al 13-15% de su 20% en la gasista
De izda. a dcha., el presidente de Naturgy, Francisco Reynés; el secretario general, Manuel García Cobaleda, y el notario Fernando de la Cámara, durante la junta general de accionistas del martes
Tras la tempestad, la calma. Así andan las aguas en el consejo de Naturgy tras algunos años con más roces que encuentros entre sus principales accionistas. Pero el buen entendimiento actual entre Francisco Reynés, presidente de la gasista, e Isidro Fainé, presidente de CriteriaCaixa –su principal accionista con el 26,7% de participación– ha sido el revulsivo para lograr un entendimiento casi unánime entre sus consejeros. Solo existe una nota discordante: la posición del fondo australiano IFM –con el 15% del accionariado–, dirigido en nuestro país por el español Jaime Siles.
Según ha podido saber ABC de fuentes próximas al consejo, la llegada a Criteria de su nuevo consejero delegado, Ángel Simón –que sustituyó a Marcelino Armenter el pasado enero–, directivo de la total confianza de Fainé, ha terminado por reafirmar ante el consejo de Naturgy «el apoyo férreo que Criteria da al proyecto industrial de una de las grandes empresas energéticas españolas con visión de largo plazo».
De hecho, tras la celebración el pasado martes de la junta de Naturgy, desde CriteriaCaixa se quiso dejar por escrito el respaldo absoluto a todas las propuestas sobre la mesa de los accionistas, con especial hincapié al ‘sí’ sin condiciones del Informe Anual sobre las Remuneraciones de los miembros del consejo. Precisamente, el punto polémico del orden del día al recibir la abstención del representante de IFM. Ahora bien, la ‘pullita’ de los australianos quedaba patente, ya que su desacuerdo suponía cambiar el sentido de su voto del año anterior.
«CriteriaCaixa –presidida por Isidro Fainé y cuyo consejero delegado es Ángel Simón– reitera su apoyo explícito al plan de transformación en el que está inmersa la compañía, liderado por el equipo directivo que encabeza su presidente ejecutivo, Francisco Reynés. Este apoyo se ha visto refrendado hoy (por el martes) con el voto positivo por parte de Criteria a los distintos puntos del orden del día de la junta general de accionistas celebrada por la compañía,
incluyendo el voto consultivo en relación con el Informe Anual sobre las Remuneraciones de los miembros del Consejo», rezaba el comunicado.
Fuentes del entorno del brazo inversor de La Caixa apuntan a este periódico que el voto de Criteria a favor del equipo directivo de Reynés, en contra de lo que algunos medios u otras fuentes están deslizando, no fue cambiado tras conocer el voto de abstención de IFM, «si no que está tomado desde hace semanas y Fainé es el principal abanderado del apoyo a Reynés, si bien, por razones obvias, ahora también lo es Simón».
Aclaran fuentes del consejo que «la confianza de Fainé en Reynés, en su equipo directivo y en su plan de negocio para Naturgy se ha acrecentado aún más si cabe con su mano derecha en la gasista –Simón–, con muy buena relación con el resto de accionistas pero sin la complicidad que mantenía su predecesor –Armenter– con Jaime Siles», con el objetivo último de despejar dudas sobre su intención actual de crear estabilidad accionarial.
Un extremo que, de hecho, la ejecutiva de Criteria quiso aclarar en el mismo comunicado: «La posición de CriteriaCaixa en Naturgy obedece, asimismo, al objetivo de dotar a la compañía de la mayor estabilidad accionarial, en la medida en que constituye una compañía estratégica para la economía y el suministro energético del país», continuaba el comunicado.
Los australianos, sin aliados
El asunto es que los ‘chicos’ de IFM –que intentaron lanzar una opa sobre Naturgy por el 22,69% en 2021, y se quedaron finalmente entonces con la aceptación del 47,74% de las acciones, lo que supuso solo un 10,83% del capital social de la energética, que luego lograron incrementar hasta el 15% actual–, se han quedado prácticamente sin apoyos en el accionariado de Naturgy, en su lucha por redireccionar el plan de transformación en el que está inmersa la compañía.
Las mismas fuentes próximas al consejo de la gasista coinciden al explicar a ABC que «hasta hace poco, Siles se sentía fuerte en su posición en el máximo órgano de decisión de la compañía, pero con la salida del anterior consejero delegado de Criteria, ha perdido a su principal aliado. Además, el nuevo CEO –Simón– no comulga con sus protestas y su idea de defender caminos alternativos sobre la estrategia de Reynés, muy al contrario, ha apoyado al 100% a este desde su llegada».
«Con el resto de accionistas –añaden–, IFM tampoco es que tenga la mejor de las relaciones». Le siguen en participación a Criteria, el fondo CVC, con el 20,7% y el fondo GIP con el 20,6%, que acabará en manos de la mayor gestora del mundo, BlackRock, si el Gobierno finalmente no se opone, puesto que sigue estudiando la idoneidad de que el fondo tenga una participación tan relevante. La situación en cualquier caso puede empeorar en las relaciones entre IFM y el resto de accionistas –explican las fuentes–, ya que «si bien mantiene buena sintonía con GIP y posiblemente con BlackRock», si el fondo liderado por Larry Fink logra el OK definitivo desde el Gobierno para comprar GIP y entrar en Naturgy, su política de participaciones no le permitiría ser un aliado fuerte dentro de la gasista».
Los planes de BlackRock
Fuentes financieras aseguran a este periódico que si bien el equipo de Fink aún no ha desvelado sus planes sobre la energética española, seguirá en línea con el resto de sus posiciones en otras empresas estratégicas. Por tanto, los dos consejeros de GIP que actualmente se sientan en la mesa de gobierno de Naturgy quedan a la espera de la decisión de Fink, si bien la postura es siempre descartar estar representado en el consejo, tal y como sucede en el resto de sus participaciones del Ibex».
De hecho, las fuentes confirman que el fondo de Fink reducirá su posición en Naturgy, y de ese 20% que heredaría se quedaría con un máximo de entre un 5 y 7%, lo que dejaría en venta entre un 15 y un 13% de la participación. Algo que no preocupa en el Gobierno, «ya que daría lugar a la opción de un nuevo accionista, que tendría que pasar por su beneplácito de Moncloa, que se apuntaría un tanto político sin tener que exigirle nada a BlackRock.
La llegada del nuevo CEO de Criteria, Ángel Simón, reafirma el apoyo férreo de Fainé al mando de Reynés
Los australianos pierden la fuerza en el consejo de la gasista tras la salida de Marcelino Armenter