Sánchez arranca el maratón electoral en el Valle de Cuelgamuros
▶Emprende una ofensiva nacional e internacional contra las leyes de memoria de los territorios de PP y Vox ▶Recién llegado de Oriente Próximo, se desplazó a El Escorial con las cámaras de Moncloa, las únicas presentes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no perdió excesivamente el tiempo ayer, a su vuelta de la gira de tres días por Oriente Próximo que le llevó a Jordania, Arabia Saudí y Qatar. Coincidiendo con las horas previas al inicio la pasada medianoche de la campaña electoral en el País Vasco, pistoletazo de salida del maratón electoral que esta primavera seguirá el 12 de mayo en Cataluña y concluirá el 9 de junio con las elecciones europeas, el secretario general del PSOE protagonizó una intensa jornada centrada en su visita al Valle de Cuelgamuros, promocionada con esmero por los servicios de comunicación de Moncloa. Al tiempo que se anunciaba una ofensiva en defensa de la Ley de Memoria Democrática y antes de concluir el día en la
Biblioteca Nacional con motivo de una exposición por el centenario de Luis Martín-Santos, autor de ‘Tiempo de Silencio’, obra señera de la posguerra.
Minutos antes de las seis de la mañana el avión presidencial aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), y pocas horas después visitó en secreto el anteriormente conocido como Valle de los Caídos, acompañado por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres y por el Secretario de Estado, Fernando Martínez. El equipo audiovisual de la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC) grabó con detalle la visita para luego editar las imágenes que coparon todos los informativos de televisión, sin que los medios de comunicación pudieran tomar las suyas propias. La SEC informaba de la visita en una nota de prensa donde se daba cuenta de que el presidente había acudido al conjunto monumental de San Lorenzo de El Escorial para «conocer ‘in situ’ las tareas de recuperación de 160 víctimas reclamadas por sus familias». Las cámaras gubernamentales captaban a Sánchez paseando por la basílica, y luego enfundando en un EPI (equipo de protección individual), recibiendo las explicaciones del eminente forense Francisco Etxeberria y su equipo, los encargados de la localización e identificación de los restos mortales.
Casi al mismo tiempo, el equipo de comunicación de Moncloa difundía una ofensiva por tierra mar y aire contra las leyes sobre la materia impulsadas en Aragón, Castilla y León y la Comunidad Valencia, tres comunidades gobernadas por coaliciones del Partido Popular (PP) con Vox, que el Ejecutivo considera derogatorias de la Ley de Memoria Democrática aprobada la legislatura pasada con el apoyo de ERC y Bildu. Moncloa acudirá hasta a la ONU por lo que considera una violación incluso del Convenio de Derechos Humanos. «El Ejecutivo recurrirá al Relator especial sobre Verdad, Justicia y Reparación y al Relator de Ejecuciones Extrajudiciales, para que evalúen la conformidad de estas medidas con las mejores prácticas internacionales y los compromisos internacionales adquiridos por España en materia de Derechos Humanos», señalaba el Gobierno.
Uno de los concernidos, el portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, contestó que la ley que aprobarán las Cortes de esa región será «plenamente respetuosa con las leyes nacionales que son objeto de referencia y muy particularmente con la ley de leyes, que es la Constitución Española». Y señaló igualmente que la proposición de ley de Concordia se centra «fundamentalmente» en ampliar el número de víctimas con el fin de llegar con «más apoyos y con más ayudas». El portavoz del Gabinete de Alfonso Fernández Mañueco añadió que no admitiría «ningún tipo de ejemplo o ningún tipo de crítica sobre aquellos que han hecho una Ley de Memoria Democrática que ha sido inspirada por Bildu y que incluye un amplio periodo de la democracia española como consecuencia y como petición de Bildu», afirmó en referencia a la extensión hasta 1983, por petición de los de Arnaldo Otegi, del periodo que abarca la norma.
Además de a la ONU, Moncloa acudirá al Consejo de Europa, que incluye a más países que los 27 de la Unión Europea (UE), para solicitarle tres actuaciones: un debate urgente en su Asamblea Parlamentaria, que se ponga en conocimiento «la gravedad de la situación» a su comisario de Derechos Humanos y, por último, que se solicite «la elaboración de un informe sobre la situación de la memoria democrática en
TRES ACCIONES
Sánchez llegó de Doha a Torrejón a primera hora y enseguida se desplazó en secreto al Valle de Cuelgamuros con su propio equipo audiovisual. Pronto se difundieron las imágenes de la visita, junto al ministro Torres.