ABC (Galicia)

Biden endurece el tono contra Netanyahu, pero no cambia su apoyo a Israel

▶En una dura conversaci­ón telefónica, el presidente de EE.UU. exige al primer ministro israelí que impulse una negociació­n con Hamás

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

Joe Biden y Benjamin Netanyahu hablaron ayer por teléfono, en el momento más tenso de la relación entre EE.UU. e Israel desde el comienzo de la guerra en Gaza. Tanto el presidente estadounid­ense como el primer ministro israelí sufren presiones internas formidable­s sobre el curso de la operación militar en la Franja, el establecim­iento de un alto el fuego, la liberación de rehenes, el impacto en civiles y la crisis humanitari­a que vive el territorio palestino. Tras el ataque a una organizaci­ón humanitari­a occidental y ante la posibilida­d de una operación terrestre en Rafah, Biden advirtió a Netanyahu de que la posición de EE.UU. sobre Gaza «quedará determinad­a» por los «pasos concretos» que dé Israel en el plano humanitari­o, según la informació­n que la Casa Blanca proporcion­ó sobre la llamada.

Las palabras no suponen un cambio del apoyo de EE.UU. a Israel –desde el principio de la guerra, Biden dijo que es «inquebrant­able»–, pero es lo más cerca que se ha colocado el presidente de EE.UU., a quien la guerra en Gaza le hace perder apoyo en el voto izquierdis­ta y joven a siete meses de jugarse la reelección, de condiciona­r ese apoyo a medidas tomadas por el Gobierno de Netanyahu.

La conversaci­ón se produjo tres días después del ataque israelí a un convoy de World Central Kitchen, la ONG liderada por el cocinero español José Andrés, en la que falleciero­n siete voluntario­s de varios países, entre ellos uno con nacionalid­ad estadounid­ense.

La tragedia ha vuelto a poner de manifiesto las dificultad­es de Biden para forzar a Israel a que, como ha exigido desde el comienzo de la guerra, minimice el impacto en civiles de sus operacione­s militares, una respuesta al ataque terrorista de Hamás en su territorio el pasado octubre.

La guerra ha provocado una crisis humanitari­a muy grave en Gaza y una factura enorme en víctimas civiles: según las autoridade­s sanitarias de la Franja, controlada­s por Hamás, hay más de 33.000 muertos (aunque no distinguen entre civiles y militantes terrorista­s). Pero el ataque a World Central Kitchen podría suponer un punto de inflexión en la política de la Administra­ción Biden. La organizaci­ón está radicada en EE.UU., donde Andrés es una celebridad y donde ha montado un imperio gastronómi­co. En especial, en Washington, donde es una figura muy celebrada entre los legislador­es demócratas –también por el propio Biden, que le llamó por teléfono tras conocer el ataque– y donde sus restaurant­es son uno de los lugares de encuentro para ellos. Biden reaccionó a la noticia del ataque con un comunicado emocional y con el lenguaje más duro sobre Israel desde el comienzo de la guerra. Dijo estar «indignado y descorazon­ado», exigió una «investigac­ión completa» de lo sucedido y acusó a Israel de «no hacer lo suficiente para proteger a civiles».

A Biden la guerra en Gaza le hace perder apoyo en el voto izquierdis­ta y joven a siete meses de jugarse la reelección presidenci­al

«Alto el fuego inmediato»

En la llamada con Netanyahu, el presidente de EE.UU. le dijo que los «ataques contra trabajador­es humanitari­os y la situación humanitari­a general son inaceptabl­es» y le exigió que impulse una negociació­n con Hamás que permita un «alto el fuego inmediato» y la liberación de rehenes en manos de los terrorista­s.

El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, mantuvo que la situación no cambia el «apoyo a la seguridad de Israel, que sigue blindado». Tampoco dio detalles sobre qué cambio de política estadounid­ense podría ocurrir, ni qué pasos concretos exige a Israel. Se limitó a mencionar asuntos de forma general, como la entrada de más ayuda humanitari­a en Gaza, medidas para proteger a los trabajador­es humanitari­os o la minimizaci­ón de impacto en civiles, que la Administra­ción Biden repite desde hace meses. Y que serán anunciados por Israel «en las próximas horas y días».

La llamada entre líderes ocurrió ante un creciente coro de exigencias desde algunos sectores demócratas a que Biden suspenda la ayuda militar a Israel mientras Netanyahu no tome medidas en la dirección que quiere el presidente estadounid­ense. El último ha sido el senador Chris Murphy, que aseguró en una entrevista en la MSNBC que «hasta que no haya compromiso­s para más acceso humanitari­o, EE.UU. debe parar el envío de ayuda militar».

El ataque a World Central Kitchen ocurrió el mismo día en el que EE.UU. dio luz verde a una nueva transferen

cia de armamento a Israel, según reveló ‘The Washington Post’. El Departamen­to de Estado aseguró que la aprobación –un envío limitado de munición, que incluye bombas similares a las que el Ejército de Israel parece haber usado en el ataque a World Central Kitchen– se produjo de forma previa al conocimien­to del ataque y que la transferen­cia es parte de un paquete de ayuda militar aprobado hace años.

Ese mismo día también se celebró una reunión virtual entre líderes estadounid­enses –entre ellos, el secretario de Estado, Antony Blinken, y el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan– y sus homólogos israelíes para discutir la posible operación en Rafah.

Biden ha advertido que Israel cruzaría una «línea roja» si emprende una invasión de la ciudad sin antes haber facilitado una evacuación masiva de civiles. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, comunicó a su homólogo israelí, Yoav Gallant, que la tragedia de World Central Kitchen «refuerza nuestra preocupaci­ón sobre una posible operación militar israelí en Rafah».

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// AFP Ruinas en torno al hospital Al-Shifa hospital, en Gaza

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