Rueda quiere un gobierno «más eficaz y eficiente» sin aplicar un «cambio radical»
▶Insiste en que presentará, de cara a su investidura, propuestas «lógicas y necesarias», con el único objetivo de «mejorar» la labor de su gabinete
La estructura del gobierno gallego, que Alfonso Rueda confirmó este miércoles que incorporará cambios, y anunció que desvelará el próximo martes –en la primera sesión del debate de investidura, en el Parlamento, a partir de las 9.30–, tiene como única «intención» la de ser «más eficaces y más eficientes». Así lo transmitió el propio presidente de la Xunta en funciones ayer. Dando a entender que se trata más bien de poner al día un armazón que heredó de la etapa de Alberto Núñez Feijóo; y en el que realmente no llegó a implementar su propio sello. Primero, porque asumió la Presidencia sin pasar por las urnas. Segundo, porque pasó a mandar en sus hasta entonces compañeros de Consello. Y tercero, porque la crisis de hace un año no fue tal, sino realmente la necesidad de cubrir las dos vacantes propiciadas por el asalto truncado de Feijóo a La Moncloa el 23J; aprovechado, eso sí, para reajustar señaladamente la cúspide del ejecutivo (vicepresidencias).
Durante su comparecencia posterior a la reunión semanal del Consello, y a preguntas de los medios, Rueda señaló ayer que anunciará «propuestas absolutamente lógicas y necesarias» en la Cámara el día 9, en el que tendrá protagonismo absoluto para desplegar –por tiempo ilimitado– su plan de gobierno para los próximos cuatro años. De esas palabras ya se desprende que no habrá experimentos, sino un afán por organizar de forma más óptima las distintas áreas. ¿Cómo? Rueda ya comentó hace unas semanas que la preponderancia de Vivienda se verá reflejada; y esto puede hacerlo aislándola de cualquier otro ámbito, o potenciando el segundo nivel administrativo. En todo caso, no sería descabellado que deje de estar ‘atada’ a Medio Ambiente. O separar nuevamente Educación de Cultura. O replantearse que Empleo e Igualdad recaigan en la misma persona.
La izquierda sigue empeñada en acusar a Alfonso Rueda de tener bloqueado el gobierno por asistir mañana a la boda del alcalde de Madrid. El Bloque habló ayer de «stand by» y «parálisis» por culpa de un «vodevil». El PSOE, de «broma de mal gusto» y «calma chicha». Pero el Bloque va más allá. Cree que Rueda fue el martes a Madrid, a la sede del PP en Génova, a «pedir permiso» y «recibir órdenes», porque está «teledirigido». Mientras, malició Luis Bará, se disparan las «especulaciones»; y les consta que son muchos, en San Caetano, los que no saben qué será de ellos, por el hermetismo de Rueda. Bará auguró que habrá «muchos cambios de carteras», pero «pocos de personas», en un «nuevo viejo gobierno»; todo es una «operación de maquillaje» para seguir igual. Lo dijo tras la Xunta de Portavoces, donde pactaron dejar al PSOE tres escaños en la fila de Pontón.
Sea como fuere, y a apenas cuatro días de que Rueda detalle la remozada estructura del gobierno en el Pazo do Hórreo –considera que deben ser los 75 diputados los «primeros» en saberlo–, ayer, en San Caetano, en el último Consello antes de la investidura, aseguró que su idea es que esos ajustes permitan «mejorar», «cuanto menos», la «labor del gobierno». En todo caso, reiteró lo que ya dijo en su momento: aplicará esa reforma «sin una ruptura radical» con la etapa anterior. Por un lado, porque no sería su estilo –«ya me conocen»–; y por otro, porque no hace ni dos meses que «sometimos la labor del gobierno» en la pasada legislatura al «dictamen de los gallegos», en las urnas, y estos «opinaron que merecíamos seguir con mayoría absoluta».
Finalmente, enfatizó que, como ya dijo el miércoles en el Pazo do Hórreo, los cambios que tiene en mente «están pensados y hablados con gente que tiene una visión amplia», y ahora le «corresponde» a él «pensar» cuáles son «mejores» e implementar «cuáles corresponden y cuáles no».
El presidente en funciones reiteró que no hará una enmienda a la pasada legislatura, refrendada el 18F con mayoría absoluta
Frialdad y displicencia
La oposición ha acogido con frialdad las palabras de Rueda certificando que pondrá al día la estructura del gobierno. Pontón, en actitud casi displicente, dijo el miércoles que los cambios «relevantes» serían a nivel de políticas –sanidad, cuidados, vivienda, energía–. Que lo otro podría ser algo así como una cortina de humo para «ocultar que el señor Rueda no quiere rectificar esas políticas» que, a ojos del BNG, dejan «atrás» a Galicia. Desde el PSOE replicaron que no se quieren «meter» en la labor del presidente, pero le acusaron de tener los Orzamentos en barbecho por no poner fin a la interinidad del ejecutivo.
En respuesta al BNG, ayer Rueda remarcó que él es el primero que viene hablando de «estructura», y no de «nombres», por más que se lo demande la prensa con sus preguntas. Y en cuanto al PSOE, negó la mayor: los «niveles de ejecución» son «muy destacables» y se adoptan medidas. Ayer, sin ir más lejos, más de 18 millones de euros para crear 500 nuevas plazas públicas de residencia y 150 de atención diurna; o la ampliación del calendario vacunal (neumocócica más potente). Y una pulla: «Lo dice el partido que no va a hacer Presupuestos [del Estado] este año».
Rueda también comunicó que la cercanía con el debate de investidura motivará que sea su número dos, Diego Calvo, quien acuda el lunes al Senado en representación de la Comunidad. Ese día dará los últimos retoques al discurso con el que encarará su primer mandato completo.