La infranqueable reputación de la Casa Real británica
Cuando pensamos en el Reino Unido, rápidamente nos vienen a la mente cuestiones como la expansión de su imperio reflejado hoy en la Commonwealth, pero también la Premiere League o la costumbre de tomar el té a las cinco de la tarde. La marca British impregna decenas de aspectos del tiempo en el que vivimos. Eso sí, otro de los temas bien arraigados al Reino Unido es la Monarquía británica. La infranqueable reputación de la institución perdura y permanece a pesar de numerosos vaivenes que se han sucedido en las últimas décadas como lo acontecido con Lady Di y Dodi Al-Fayed, la desvinculación de la Casa Real por parte de Harry y Meghan, el caso Jeffrey Epstein, o recientemente la manipulación con una herramienta de inteligencia artificial de la fotografía de Kate Middleton y sus hijos, en un momento en el que todavía no se conoce su estado de salud tras su operación. La fortaleza de la marca Monarquía británica evidentemente se ve afectada, como cualquier otra institución u organización. Pero a pesar de todo, el británico es británico, lleva en su ADN la Monarquía, y no va a renunciar a su esencia, a aquello que le ha acompañado desde siempre. Nadie entiende, ni muchos conciben, desvincular al Reino Unido de la Monarquía. Como tampoco imaginamos una separación de los Estados Unidos de su bandera, sea demócrata o republicano.
Encuestas recientes indican que la Monarquía británica tiene un apoyo social de en torno al 60% de los ciudadanos británicos. ¿Por qué sucede esto? La Familia Real británica aporta beneficios a la sociedad y al país gracias, entre otras cuestiones, a las relaciones internacionales. A pesar de ser una institución con raíces profundas en la tradición, la Monarquía británica ha sabido adaptarse a los cambios sociales y culturales a lo largo del tiempo. Esta capacidad de evolucionar, manteniendo al mismo tiempo ciertos aspectos tradicionales, le ha ayudado a mantener su relevancia y respeto en la sociedad contemporánea. Además, los miembros de la Familia Real están involucrados en numerosas obras de caridad y organizaciones sin fines de lucro, lo que contribuye positivamente a su imagen pública. Este trabajo en el ámbito del servicio público y la filantropía ayuda a fortalecer su reputación al demostrar un compromiso con el bienestar social.
Y si esto no fuese poco, la institución otorga una estabilidad que en muchas ocasiones no se ha logrado en el ámbito político. Véase el caso de Boris Johnson y las fiestas celebradas durante el confinamiento provocado por la pandemia. Por todo ello, la Monarquía británica hoy mantiene su singladura y su buena reputación. A veces con el viento en la popa, otras con un oleaje feroz que la hace tambalear, pero siempre con la Union Jack ondeando. Dios seguirá salvando al Rey, y los británicos lo seguirán cantando en su himno