La batalla por Chasiv Yar: Rusia sube la presión en el Donbass
▶La toma de la localidad, en la que se concentra la vanguardia defensiva ucraniana, permitiría a las tropas del Kremlin un avance estratégico
Diez kilómetros separan a Chasiv Yar de la extinta ciudad de Bajmut, tomada por las tropas del Kremlin en mayo de 2023. Poco más de 800 civiles permanecen en esta población, que un día fue el hogar de unas 12.000 personas.
Chasiv Yar está situada en un terreno elevado que le confiere una importancia estratégica en la región de Donetsk, parcialmente ocupada por los separatistas prorrusos desde 2014. Es la llave que permitiría a Rusia avanzar por el Donbass. La ciudad, además, compone la vanguardia defensiva ucraniana, y su control por parte de Kiev protege el nodo logístico formado por las localidades de Konstantinivka, Kramatorsk y Sloviansk. Después de la retirada de Aviivka, en febrero de este año, Moscú ha dirigido sus esfuerzos para intentar arrancar esta localidad de las manos de los defensores.
Las fuerzas rusas están aplicando allí una receta conocida. A los ataques masivos de artillería y al lanzamiento de bombas aéreas guiadas, con una capacidad altamente destructiva, se unen las columnas de blindados, antes de que se desaten oleadas de infantería.
En esta ocasión, como también ocurrió en Avdiivka, la aritmética no favorece a los esfuerzos de Kiev. «Hay aproximadamente entre siete y diez militares rusos por cada soldado del Ejército ucraniano», según los cálculos que Andrii Otchenash, comandante de la cuarta brigada operativa Rubizh de la Guardia Nacional, compartió con el medio ucraniano ‘Defenss Express’.
Aumento de presión
La presión rusa no ha dejado de aumentar en los últimos días. «Podemos sentir que la ofensiva del enemigo se está intensificando», enfatizó el jueves el alcalde del Chasiv Yar, Serhii Chaus. Los primeros compases de esta ofensiva se están ejecutando con asaltos mecanizados rusos en varias direcciones.
Los soldados de Putin han logrado avanzar con sus tanques hasta Kanal, el distrito más oriental de Chasiv Yar, según las fotografías obtenidas por los expertos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), una institución que analiza el conflicto entre Rusia y Ucrania. «Las imágenes indican que la columna mecanizada rusa avanzó a lo largo de un tramo de la carretera T-0506 (Khromove-Chasiv Yar) hasta las afueras orientales del microdistrito de Kanal (la parte más oriental de Chasiv Yar) antes de que las fuerzas ucranianas impidieran a las fuerzas rusas hacer más avances», expuso el ISW en el informe publicado el pasado jueves.
El Ejército del país invadido ha asegurado que las tropas rusas no lograron penetrar en la ciudad, desmintiendo la información publicada por el medio estatal ruso Ria Novosti el viernes. Sin embargo, periodistas y analistas ucranianos afirman que los invasores sí lograron poner sus botas en algunas calles de esta urbe: «La situación es más difícil al este de Chasiv Yar, porque los rusos han entrado en las casas más alejadas. También hubo asaltos a edificios de gran altura, pero el enemigo no logró afianzarse allí», destacaban los miembros de ‘Deep State’, una popular comunidad de expertos de Ucrania que trabaja con fuentes de Inteligencia abiertas.
Las fuerzas defensoras lograron frenar la embestida rusa dejando fuera de juego a 11 de los 25 blindados, según la evaluación expuesta por los portavoces militares de Ucrania.
Otra de las voces que confirmó la entrada de las tropas rusas en una de las calles de los suburbios de Chasiv Yar fue el periodista ucraniano Bogdan Miróshnikov. «Esto ya había sucedido antes y al final fue posible empujar a los ocupantes a sus posiciones originales (aproximadamente 750-800 metros al este)», sostuvo el informador. Además, el reportero sentenciaba, en su artículo en el medio Liga.net, que «comenzó un período de batallas clave en la dirección [de Chasiv Yar]».
La guerra de Ucrania es un conflicto en el que se combate por cada metro de tierra. Los recursos disponibles, materiales y humanos, determinan las posibilidades que tienen ambos ejércitos para consolidar los avances sobre el terreno. Aquí, la ventaja de Rusia es que, por ahora, tiene margen para movilizar más medios que fortalezcan su industria de defensa.
Según las últimas evaluaciones de la Inteligencia británica, el Kremlin
El retraso de Occidente en la entrega de ayuda ha mermado la capacidad de Kiev para planificar la guerra a largo plazo
El secretario general de la
OTAN, Jens Stoltenberg, quiere que los socios aporten 100.000 millones de euros a la Alianza Atlántica durante los próximos cinco años. Sin embargo, esta propuesta, destinada a blindar el suministro de ayuda militar a Kiev, ha suscitado dudas entre los aliados, pues la prolongación del conflicto comienza a hacer mella. De nuevo, los tiempos de la política y la diplomacia juegan en contra de Ucrania.
Estados Unidos se ha vuelto un aliado impredecible incluso con Biden en la Casa Blanca. Además, la Alianza teme que una victoria de Donald Trump deje a Kiev huérfana de armamento. Las intenciones y las promesas de apoyo «hasta el final» no sirven de nada sin una hoja de ruta firme que garantice a los planificadores ucranianos los recursos materiales necesarios para organizar la defensa de su territorio nacional. podrá mantener una clara superioridad para abastecer a sus tropas al menos durante todo el año 2024.
Kiev suma esfuerzos para desarrollar su propia capacidad defensiva con armas de producción nacional. Sin embargo, depende inevitablemente del apoyo occidental para «no retroceder». Zelenski ha afirmado que la situación en el frente se ha estabilizado, pero advirtiendo que, sin más armas, Rusia avanzará poco a poco. «Si no hay apoyo de Estados Unidos, significa que no tenemos defensa aérea, ni misiles Patriot, ni bloqueadores para la guerra electrónica, ni proyectiles de artillería de 155 milímetros», dijo el presidente ucraniano en una entrevista con el periódico ‘The Washington Post’.
Situación límite
Los retrasos en la ayuda occidental han mermado las capacidades de Ucrania para hacer una planificación militar a largo plazo y están poniendo en jaque la red energética del país. Moscú ha lanzado oleadas de ataques contra la infraestructura energética –aprovechando la escasez de los sistemas de defensa antiaéreos– en un intento de perturbar la capacidad de la industria armamentística de Ucrania.
Otro de los puntos clave es el número de efectivos. Actualmente, en Ucrania se debate una revisión integral de su ley de movilización y, en ese sentido, ya ha decretado que la edad mínima de reclutamiento baje a los 25 años. Mientras tanto, en Moscú se estaría planeando ahora una nueva movilización de 300.000 reclutas con el objetivo de cercar Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, según dijo un funcionario del Ministerio de Defensa al medio ruso ‘Vyorstka’.