El eclipse pasa casi desapercibido
▶Limitado por las nubes y el ocaso, su disfrute lo condicionó el clima local
del tiempo para estos días ya eran malas. La concejala de Cultura de Camariñas, Encarna Liñeiro, abundó que en su localidad «no» le dieron «importancia» a la ocasión y que la alternancia entre nubes y lluvias lleva siendo el clima habitual desde «antes de Semana Santa».
«Magnitud muy baja»
En conversación con este medio, el director del Observatorio Ramón María Aller, en Santiago, José Ángel Docobo, señaló que, debido a la naturaleza parcial del eclipse y a que su inicio coincidió con la puesta de sol, su disfrute quedaba sujeto a condiciones delicadas. En España, aclaró, se dio «con una magnitud muy baja», dejando «una ligera ‘mordedura’ de la Luna en la parte inferior derecha del disco solar»; y su influencia, cuanto más hacia el este y el interior, tendió a disminuir «hasta hacerse inapreciable». Solamente en algunas zonas de México, Estados Unidos y Canadá pudo contemplarse el eclipse solar en su totalidad.
También desde la Agrupación Astronómica Coruñesa Ío recomendaron permanecer «atentos» a las previsiones meteorológicas hasta el último momento «e, incluso, directamente salir a observar» cómo evolucionaban las nubes en el área circundante al punto de observación. Dado que el ocaso marcó el fin del fenómeno, los mejores lugares fueron los que ofrecieron un horizonte oeste «lo más despejado posible», con lo que la costa se volvió «la mejor de las opciones». Sin embargo, esta oportunidad no será la única en estos años para Galicia, desde donde, en 2026, sí podrá experimentarse un eclipse total.