Pensión compensatoria y por trabajo doméstico: claves en el matrimonio
▶Ambos conceptos causan sorpresa porque un cónyuge tiene que pagar al otro tras haber trabajado en el hogar
Cuando Marta Fuentes, abogada especializada en derecho de familia, recibió por primera vez a Ivana Moral en su despacho, lo vio claro. ¿El resultado? Una sentencia memorable el pasado año: la Justicia ordenó que su cliente fuera indemnizada por parte de su exmarido con 204.000 euros por trabajar en exclusiva en el hogar y para la familia durante 25 años de matrimonio.
Aunque su expareja recurrió, y esa cantidad se ha reducido a 125.000 euros, tal y como la justicia ordenó el pasado mes de enero, «no deja de ser importante lo que hemos conseguido. Y esta debería ser la norma», asegura la abogada a este periódico. Recientemente, la Audiencia Provincial de Pontevedra condenó a otro hombre a pagar 88.000 euros a su exmujer tras 26 años casados por su trabajo dentro del hogar y porque, a sus 58 años, regresar al mercado laboral es casi imposible. Muy sonada fue también la sentencia de Rafael del Pino, empresario español que fue presidente ejecutivo de Ferrovial: el Supremo sentenció que tenía que pagar a su exmujer, Astrid Gil Casares, 840.000 euros por el mismo concepto.
Diferencias
Poco conocidas son la compensación por trabajo doméstico, que se regula en el artículo 1.438 del Código Civil, así como la pensión compensatoria, que lo hace en el artículo 97. Fuentes consiguió para su cliente ambos conceptos, «que suelen confundirse porque se llaman casi igual pero son compatibles», pues además de los 125.000, también ha conseguido una pensión compensatoria para ella de 500 euros mensuales durante dos años.
«Para poder solicitar la compensación por trabajo doméstico es requisito indispensable haber estado casados en régimen de separación de bienes. Sin embargo, la pensión compensatoria se puede solicitar también en gananciales», puntualiza Óscar Martínez, abogado especializado en derecho de familia y tesorero de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa).
Los únicos datos oficiales que se registran en nuestro país, tanto por parte del INE como del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), son sólo respecto a la pensión compensatoria y ninguno de los dos órganos han aclarado a ABC cuál es la razón de ello. «Quizás se deba a que este concepto es más frecuente porque se puede dar en cualquier régimen económico matrimonial», comenta Martínez. «La compensación por trabajos domésticos es menos común –continúa– y se da sólo en supuestos en los que uno de los cónyuges se ha dedicado esencialmente al cuidado del hogar y de los hijos mientras el otro ha seguido trabajando fuera de casa con su remuneración».
Así, según los últimos datos disponibles, en 2022, se produjeron
Fuentes reconoce que son muchas las mujeres que han contactado con ella porque su situación «es igual a la de Ivana. Y eso es imposible. Jamás hay dos casos exactamente iguales. De hecho, cuando pregunto en qué régimen económico están casados, ni lo saben». Tanto ella como Martínez califican de «grave» este aspecto porque así es como vienen las sorpresas. «Jamás pensé que pudiera hacerme esto», «Me llevaba al notario y firmaba lo que me decía sin saber qué era», «No sabía que lo puso sólo a su nombre» son frases que estos expertos escuchan en sus despachos a menudo. 79.553 divorcios en España. De ellos, en un 7,4% se otorgó una pensión compensatoria y, en la mayoría de los casos (el 91,1%), fue el hombre el que se vio obligado a pagar. Un patrón similar se repite en el caso de las separaciones: se otorgó en el 16,4% de los casos y los hombres (con un 91%) fueron los principales condenados a pagarla.
La clave: asesorarse
Tanto la una como la otra, «deben solicitarse en el momento en el que se presenta la demanda de divorcio o separación judicial», explica el responsable de Aeafa. Por ello, ambos expertos insisten en la necesidad de estar bien asesorados por un abogado de familia y no sólo de cara al fin del matrimonio, sino incluso antes del mismo. De hecho, según datos del Consejo General del Notariado, en 2022 se alcanzó el número más alto de capitulaciones matrimoniales con el objetivo de llevar a cabo una separación de bienes: se realizaron 57.968, un 60% de ellas antes del matrimonio (en 2019, fueron 51.517).
Cambios sociales
Estas cifras han ido adaptándose a los nuevos ritmos de vida, como lo ha hecho la jurisprudencia. «Antes, la mujer se dedicaba exclusivamente a la familia y al hogar. Por eso, la compensatoria es más conocida», dice el responsable de Aeafa. «Y también porque nuestras abuelas y madres se casaban en gananciales», añade Fuentes. Por ello, prosigue Martínez, «antes se otorgaba de manera indefinida y hoy suele darse de forma temporal. Este ha sido otro gran cambio: se trata de un pago que te da margen para poder rehacer tu vida. Sólo en casos puntuales, como por enfermedad o edades avanzadas, siguen siendo indefinidas».
La compensación por trabajo doméstico, explica el tesorero, «se da en supuestos en los que la pareja pudo hacer carrera profesional, ascender, etc., mientras la otra parte estaba en casa ocupándose de la familia y del hogar, ahorrándose el tener que haber contratado a una tercera persona, por ejemplo. Y como se da en casos de separación de bienes, el cónyuge ha podido construir un patrimonio. Y es de justicia que la otra parte sea indemnizada».
Fuentes concluye que «hay que estar informados y pensar en cómo evitar problemas futuros para poder cuidarnos. Las crisis matrimoniales se convierten en guerras. Y hay quienes se quedan en una situación extremadamente delicada».
Sólo en casos de separación de bienes, puede solicitarse la compensación por trabajo doméstico
Los hombres son los principales condenados a pagar la compensatoria