DEBATE DE INVESTIDURA La izquierda reniega del gabinete de asuntos constitucionales
▶PSOE y BNG ven en el anuncio más político de Rueda un mero instrumento de confrontación con el Gobierno ▶Pocos visos de alcanzar consensos en la jornada en que quedará investido por segunda vez el líder conservador
El anuncio más político del discurso de investidura de Alfonso Rueda en el Parlamento, la creación de una dirección de nuevo cuño de «asuntos constitucionales», no ha sido bien acogida entre la oposición gallega. O la izquierda, más específicamente, porque de momento la cuarta pata con representación parlamentaria, el Grupo Mixto del único diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, da pocas señales de vida. Con distintos niveles de escozor, tanto PSOE como BNG coinciden en señalar que Rueda sólo busca un vehículo para la «confrontación» con el Gobierno central.
Después ya entran los matices. El martes, en el turno de valoraciones del discurso del presidente en funciones, el portavoz del Grupo Socialista, José Ramón Gómez Besteiro, ya salió a criticar que Rueda emplease parte de su hora y 35 minutos de alocución a cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez, mientras Ana Pontón fue por otros derroteros. Ayer, más de lo mismo: los primeros sacaron el tema a relucir, los segundos fueron preguntados. Rechazo en ambos casos.
Un día después de que Rueda, que en la tarde de hoy quedará investido –con los 40 votos a favor del PP, abstención del Grupo Mixto y rechazo de Bloque y PSOE–, apuntase que el nuevo departamento nace como respuesta a los «ataques» y «cuestionamiento» de la Constitución y la «normativa» y «planteamientos» de Galicia, Lara Méndez se estrenó en rueda de prensa en el Pazo do Hórreo para tachar esa dirección xeral de «instrumento de oposición al Gobierno». La exalcaldesa de Lugo censuró que el presidente ofreciera una «supuesta mano tendida» y, al tiempo, anunciara como una de sus «medidas claves» lo que creen que solo augura más «confrontación» con el Ejecutivo.
Méndez opinó que la Xunta prefiere seguir chocando con Moncloa en lugar de «centrarse en los problemas que tenemos como país». Y, como ya hizo la víspera Besteiro, remarcó que esa confrontación no sólo va en dirección A-6, hacia Madrid, sino que se extiende «incluso» por «territorio gallego», con colisiones con los concellos. Al estilo Ojea, achacó a Rueda no haber citado a los municipios más que en una ocasión. Cuando afirmó que son los «grandes transformadores» de la Comunidad. Y acusando a San Caetano de dar la espalda a sus iniciativas, cuando no se incurre en la apropiación. «Se predica una cosa y se hace otra totalmente distinta», criticó.
Desarrollar el autogobierno
El BNG no ve mala per se la idea de la Xunta. Simplemente, como en casi todo, lo enfocan desde otra perspectiva. Tal y como lo concibe Rueda, apuntó Luis Bará, aparece como un «instrumento de confrontación con el Gobierno central». Algo así como un ariete «jurídico» en «temas donde hay grandes discrepancias». Lo «útil» e «interesante», como propuesta, sería que se dedicara a «desarrollar el autogobierno», terció. Ni siquiera aspira el Bloque, comentó, a una idea «más ambiciosa», como la que ellos defenderían: que fuera una plataforma desde la que reclamar un
SEGUNDO ‘ROUND’
35+10
Son los minutos, en dos turnos, de los que dispone cada uno de los cuatro grupos: de menor a mayor representación, Mixto (DO), PSOE, BNG y PPdeG. El candidato, sin límite de tiempo.
40
Los votos del Grupo Popular bastan para que Rueda sea proclamado. Ojea (DO) se abstendrá y habrá 34 ‘noes’. «nuevo estatus» y un «cambio de fondo». Se conformarían, vino a decir, con que permitiera desarrollar el Estatuto, del que valoró que, tras 40 años, todavía tiene «grandes cuestiones» sin subsanar; y, en paralelo, «negociar con el Gobierno central» con el respaldo de una «estrategia» o «plan aprobado también por una amplia mayoría del Parlamento y la sociedad gallega».
De forma deliberada o no, Bará pareció obviar que desde la Cámara hay otras herramientas para consensuar ‘posiciones de país’, sin necesidad de vehicularlo con la dirección anunciada por Rueda. Sin haber nacido, el departamento de nuevo cuño ya confirma aquello de que la oposición va a criticar todo lo que salga del gobierno, por acción u omisión. Al Grupo Socialista no le gusta desde ningún ángulo, y al BNG le chirría la «letra». El viceportavoz del Bloque aprovechó para recordar que ellos reclaman 35 transferencias pendientes, mientras a Rueda, acusó, «nunca le interesó», en sus 15 años en la cúpula del gobierno autonómico, que «Galicia tuviese más competencias.
Improbables consensos
Este tema puntual no deja de ser la punta del iceberg de la brecha entre gobierno y oposición. Se antoja harto complicado que se alcancen grandes acuerdos en el Parlamento, por más que tanto BNG como PSOE coincidiesen en prometer «mano tendida», mientras rechazaban la que 24 horas antes les había ofrecido Rueda. Los socialis
Discrepantes El BNG no vería mal la nueva dirección xeral si trajera más autogobierno; el PSdeG cree que solo tapa los verdaderos «problemas»
tas le pusieron pegas a la falta de concreción, mientras los nacionalistas ven al presidente ante el «gran dilema» de ser un mandatario «de parte, para la mitad de Galicia, cerrado en su caparazón partidista», o de todos los gallegos. Y aún así, Pontón planteará hoy cuatro ‘contrapactos’, en sanidad, vivienda, energía y calidad democrática, anunció Bará. Que, curiosamente, vio posibilidades de entenderse en materia energética, siempre que el PP cambie una postura que siguen tildando de «expolio» al servicio de las eléctricas. Desde la compostelana Cidade da Cultura, Rueda reconoció que no espera demasiado de la oposición, que ya antes de escucharle había anunciado que diría ‘no’ a su investidura. «Allá ellos», apostilló.
Mientras, los portavoces de los cuatro grupos preparaban sus intervenciones de hoy, que ocuparán el turno de la mañana –cuatro de 35 minutos cada una–; el presidente les dará la réplica después de la pausa para comer, tendrán un último turno de 10 minutos, contestado también por Rueda, siempre con tiempo ilimitado, y finalmente la votación. Que no será el sábado, como dijo en X (Twitter) Gonzalo Pérez Jácome, jefe de Ojea, mezclando la investidura con la toma de posesión. Pontón desplegará su contraproyecto, Besteiro se mostrará «pegado al territorio», con Alberto Pazos como escudero de Rueda. El diputado del Grupo Mixto hablará de Orense.