Rueda confirma que se reserva cambios en la estructura final de su gobierno
▶ En la víspera de que se vote su investidura, aclara que aún tiene «noticias por dar»
Alfonso Rueda confirmó ayer lo que ya se barruntaba: que los ajustes en la estructura del futuro gobierno gallego, cuyo primer nivel, el de las consellerías, se desvelará este domingo, no se agotan en los que anunció el martes, en el debate de investidura en el Parlamento de Galicia. «Aún quedan noticias por dar» y «alguna decisión por tomar», ratificó este miércoles en la presentación de los deportistas paralímpicos gallegos preseleccionados para los Juegos de París 2024, en el Gaiás. Estuvo acompañado por uno de los que se dan por descontado que siguen: Diego Calvo, vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes –por el momento, en funciones–. Está por ver si con las mismas atribuciones o diferentes, en mayor o menor cuantía.
Rueda, de hecho, nunca dijo en el Pazo do Hórreo que hubiera desvelado todos sus planes para el remozado andamiaje del ejecutivo. En su intervención, tras apuntar que la política lingüística tendrá más paso, sin entrar en concreciones, anunció que iba a exponer «algunos de los detalles de la nueva estructura de la Xunta». A renglón seguido, avanzó la creación de la dirección de Asuntos Constitucionales, integrada en Presidencia; la reubicación de investigación científica en Educación; y que Emigración pasa a depender de Emprego. Posteriormente, añadió que Industria asume la ordenación del suelo industrial; y Medio Ambiente, la tramitación de proyectos de energías renovables.
En todo caso, aún no es del dominio público la «estructura definitiva», expresión que empleó en dos ocasiones en declaraciones a los medios de comunicación. «Seguiremos avanzando, mañana [por hoy] queda otro día de debate», comentó en un día valle, paréntesis entre las dos jornadas del debate de investidura. Hoy, en sus réplicas a los grupos parlamentarios, siempre cabe la posibilidad de que saque alguno de los ases que todavía guarda en la manga.
Haya o no más anticipos antes del domingo, es evidente que ayer no tocaba. «Alguna cosa quedó dicha ya», abundó en referencia a su discurso, de una hora y 35 minutos. «Fueron dadas una serie de pistas...», dijo, para de inmediato matizar: «La palabra no es pistas». No faltará quien discrepe, porque ese primer puñado de ajustes ya desvelados apunta en direcciones como desgajar Educación de Cultura o Medio Ambiente.
Protagonismo político
Preguntado por el caso concreto de Política Lingüística, Rueda se cuidó de ahondar en cuál será la fórmula para aumentar su peso. «Tendrá la importancia que merece», resolvió. En todo caso, recordó que quedan apenas tres, cuatro días para que termine el suspense; y ratificó que habrá una «serie de materias que verán reflejada su importancia». Semanas atrás, ya puso el ejemplo concreto de Vivienda. Pero matizó que hablaba «desde el punto de vista de la estructura de las consellerías», no a efectos de «tareas de gobierno» o «prioridades», que «ya la tenían en épocas anteriores, con independencia de que ahora tengan, quizás, más relevancia, o protagonismo político», fue la alambicada aclaración.
Y otra aclaración: la estructura «se seguirá desplegando durante la semana que viene», dijo. De lo que se colige que habrá reformas también en escalafones secundarios. Algo que también se daba por descontado.
El rediseño no se quedará en el primer nivel, el de los conselleiros: se «seguirá desplegando durante la semana que viene»