Máxima preocupación en las familias de los rehenes de Gaza: «Netanyahu nos ha utilizado»
▶ Es posible que Hamás no tenga suficientes rehenes vivos para un acuerdo de alto el fuego
Han pasado seis meses de aquel fatídico 7 de octubre, cuando milicianos de Hamás sembraron el terror por los kibutz del sur de Israel. Mataron a 1.200 personas y secuestraron a otras 240. Lo que pasó después es conocido: Israel respondió con contundencia por tierra, mar y aire en Gaza en busca de los terroristas y, según cifras de Hamás, más de 33.000 personas (entre ellas 12.000 niños) han muerto a causa de los bombardeos, y ahora también del hambre.
Pero poco se sabe de los rehenes que aún mantiene bajo cautiverio el grupo terrorista –y también la Yihad Islámica– en la Franja. Y los temores sobre su situación (si siguen vivos o no, cuál es su estado de salud...) están aumentando después de que Hamás dijera esta semana no estar seguro de poder liberar a 40 civiles israelíes vivos como parte de una propuesta de alto el fuego respaldada por EE.UU. Estos 40 rehenes, entre ellos mujeres, niños, ancianos y personas con problemas de salud, serían liberados bajo un plan apoyado por Washington, según ha publicado el diario estadounidense ‘The Wall Street Journal’. A cambio, Israel liberaría a cientos de prisioneros palestinos, como en el anterior intercambio que tuvo lugar en noviembre. En ese momento, más de 100 rehenes fueron liberados durante un alto el fuego de una semana en un acuerdo en noviembre a cambio de más de 200 palestinos.
En cambio, ahora el grupo terrorista no ha podido confirmar que tiene suficientes rehenes civiles para cumplir su parte del acuerdo en la fase inicial del plan propuesto, lo que complica las conversaciones hacia un posible alto el fuego en la guerra. Un funcionario de Hamás dijo que el grupo no se comprometería a liberar a 40 rehenes vivos, pero que podría comprometerse a liberar a 40 rehenes en total, lo que podría significar vivos o muertos.
«Seguimos esperando»
«Seguimos esperando a que nuestros familiares sean liberados», se quejan Roberto y Yulie, dos jóvenes que viven en Israel y tienen a su padre Ohan (54 años) cautivo en Gaza. Su madre, Raz (57 años), también fue secuestrada en el kibutz Be‘eri, pero en el día 54 de guerra durante un intercambio de rehenes fue liberada. No tienen noticias del estado de salud de su progenitor y tampoco reciben ningún tipo de información por parte del Gobierno de Netanyahu. «Es inaceptable que haya pasado medio año y no hagan nada. No sentimos apoyo ni interés por su parte (Netanyahu). Nos ha utilizado», dicen.
En Gaza, y según las últimas informaciones, permanecen 129 rehenes. En este recuento, Israel incluye aquellos que creen muertos, 34 en total. Sin embargo, las últimas estimaciones estadounidenses indican que la mayoría de los rehenes ya están muertos, según funcionarios familiarizados con la Inteligencia. Destacaron que la información con la que cuenta EE.UU. sobre los cautivos es limitada y depende, en parte, de la Inteligencia israelí. «Algunos probablemente murieron durante los ataques israelíes contra Gaza, apuntaban los funcionarios, mientras que otros murieron por problemas de salud, incluidas las heridas sufridas durante su captura inicial», recoge ‘The Wall Street Journal’. El número exacto de rehenes que aún están vivos es una cuestión central en las negociaciones hacia un acuerdo de alto el fuego.
Las familias como la de Ohan han dicho basta por la inactividad del Gobierno para sacar con vida a los rehenes y responsabilizan directamente a Netanyahu. En múltiples ocasiones, los familiares han instado al Ejecutivo a reiniciar las conversaciones sobre un acuerdo para liberar a sus familiares del cautiverio. Piden que se priorice buscar un acuerdo para su liberación a través de canales diplomáticos, en lugar de continuar con la ofensiva militar en Gaza. «No le importa (a Netanyahu) devolver a nuestras familias. Solo ve por sus intereses e incluso pensamos que él dejo que todo esto pasara. Muchos creemos que nos vendió y dejó que el 7 de octubre sucediera», critican.
Desde EE.UU., las familias de algunos rehenes estadounidenses también han aumentado su presión pública sobre la Administración Biden para que haga más para asegurar la liberación de sus seres queridos. El martes, la vicepresidenta Kamala Harris se reunió con algunas de estas familias.
Por su parte, el Gobierno de Israel ha rechazado estas acusaciones de que no ha hecho de los rehenes una prioridad y dice que liberar a los cautivos es una de las principales prioridades de la guerra.