El FMI cuestiona las reformas laboral y de pensiones y pide al Gobierno medidas distintas
▶Duda de que haya mayor estabilidad en el empleo y avisa de que las subidas de cotizaciones no aseguran las pensiones y disuaden la contratación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está lejos de compartir la visión triunfalista del Gobierno sobre los resultados de sus reformas estrella y aprecia lagunas relevantes que insta a corregir. Su informe anual sobre la situación en España, difundido ayer, hace un balance de las reformas laboral y de las pensiones, en el que pondera los avances conseguidos pero también los tilda de insuficientes, al punto de que no solo plantea la necesidad de aprobar nuevas medidas para alcanzar los objetivos marcados sino que sugiere un cambio en el enfoque en las mismas.
Es el caso de la reforma de las pensiones. Los técnicos del Fondo Monetario observan una inclinación excesiva en la misma hacia la subida de las cotizaciones sociales como fórmula para equilibrar las cuentas de las pensiones y advierte de que ese camino presiona los costes laborales y podría llegar a tener un impacto negativo sobre el empleo que insta a valorar. «En el futuro, muy probablemente será necesario adoptar nuevas medidas para asegurar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones», aseguran. «La cláusula de salvaguarda es una herramienta importante para corregir posibles desequilibrios, pero, en caso de ser activada, deberá considerarse un conjunto equilibrado de reformas, evitando una dependencia excesiva de la opción de último recurso de aumentar las cotizaciones sociales», avisan.
Su alternativa es conocida, extender a toda la vida laboral el periodo de referencia para calcular la prestación de jubilación, ahora situado en los últimos 25 años, y profundizar en el retraso de la edad real de jubilación con medidas como reformar el subsidio para mayores de 52 años, convertido en una vía de jubilación anticipada.
Reforma laboral incompleta
La evaluación de la reforma laboral de Yolanda Díaz es también crítica. Los analistas del FMI valoran la reducción en diez puntos de la tasa de temporalidad propiciada por el nuevo marco regulatorio y el papel que ha jugado en la resolución de la endémica dualidad del mercado de trabajo, pero desliza que «su impacto sobre las transiciones del empleo al desempleo es menos claro». Es decir, no terminan de ver claro que haya contribuido a una mayor estabilidad en el empleo. «No está claro que haya mejorado la estabilidad y por eso planteamos la necesidad de desarrollar nuevas medidas para aumentar la estabilidad en el empleo y reducir la tasa de paro estructural a niveles de un solo dígito», explicó ayer en una conferencia con medio el economista jefe de la misión del FMI para España, Romain Duval.
Los datos que maneja el organismo apuntan a que la reforma laboral no ha reducido en suficiente medida la tasa estructural de desempleo, que sigue situando en el 11%, muy por encima de la inmensa mayoría de economías desarrolladas y muy lejos del pleno empleo comprometido por Sánchez. Y por ello ven necesarias nuevas medidas. Proponen encarecer la cotización a las empresas con mayores niveles de rotación laboral; y también «relajar la legislación de protección
LAS PUYAS DEL FMI «Hay que evitar una dependencia excesiva del aumento de cotizaciones sociales, que incrementan los costes laborales y podrían tener impacto sobre el empleo». «Relajar la legislación de protección del empleo, reduciendo la incertidumbre en torno al coste del despido, daría más incentivos a los empleadores para crear contratos permanentes indefinidos». «Experiencias previas sugieren que los topes a los alquileres pueden reducir la oferta de viviendas de alquiler y limitar el acceso de los grupos más marginados». «La fragmentación política interna podría obstaculizar el desarrollo de las reformas estructurales y la consolidación de las cuentas fiscales, empeorando la confianza empresarial, la inversión y el crecimiento de la economía». del empleo» para incentivar que las empresas hagan más contratos permanentes indefinidos.
Al FMI le inquietan, asimismo, algunos de los debates abiertos Yolanda Díaz en los últimos tiempos. Señala que sería aconsejable reducir la incertidumbre en torno a los costes del despido, cuya elevación Trabajo ha situado como uno de sus objetivos prioritarios; insta a mejorar la contabilización estadística de los fijos discontinuos, que el Ministerio sigue esquivando; y advierte sobre los efectos no deseados de una eventual reducción por ley de la jornada laboral, que, avisa, podría afectar al empleo y reducir los salarios.
Delicada situación fiscal
Al organismo le continúan preocupando los desequilibrios fiscales de las administraciones públicas españolas. Pese a la significativa reducción del déficit y la deuda públicos en los últimos dos o tres años, entiende que una deuda pública del 107% y un déficit por encima del 3% son niveles incompatibles con la generación de los colchones fiscales necesarios para hacer frente con garantías a las crisis que puedan venir en el futuro. A este respecto, plantea una reforma fiscal que saque más partido al IVA y a los impuestos verdes. También habla de los gravámenes a la banca y a las energéticas, que no comparte pero cuya permanencia asume, por lo que insta al Gobierno a reformarlos para que graven realmente los beneficios extraordinarios de esos sectores y no su negocio. Y, por supuesto, también pide avances para mejorar la eficiencia del gasto.
El FMI disuade al Gobierno de generalizar los topes a los alquileres como medida para facilitar el acceso a una vivienda en España. Argumentan que acaba elevando los precios y perjudicando a los más desfavorecidos.