Rueda rendirá tributo al pasado antes de erigir la Galicia de la próxima década
▶El Gobierno provoca al enviar a Óscar Puente al acto en San Domingos de Bonaval, con protagonismo para los exmandatarios de la Comunidad
Alfonso Rueda se ha arrogado la misión de construir la «Galicia de la próxima década», pero tender la vista al futuro no implica olvidarse del pasado. Lo dejará patente hoy, en su toma de posesión como presidente de la Xunta (12.00), tras quedar investido el jueves. Segunda vez que afronta este trámite, primera con el aval de las urnas. En un acto que deja no pocos cambios respecto a sus predecesores, comenzando por su emplazamiento exclusivamente al aire libre, y sin pisar el Parlamento, Rueda ha querido otorgar protagonismo a quienes le precedieron al frente del gobierno gallego. Tanto Alberto Núñez Feijóo como los socialistas Fernando González Laxe y Emilio Pérez Touriño lo acompañarán en una ofrenda floral previa, en la compostelana iglesia de San Domingos
de Bonaval. Un tributo a quienes pilotaron antes Galicia.
Aunque aseguró hace semana y media que no habría grandes fastos, a la toma de posesión está previsto que acudan, aproximadamente, un millar de personas, el doble que hace dos años; entre los invitados confirmados, los presidentes autonómicos y barones populares Fernando López Miras (Murcia), Jorge Azcón (Aragón) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León); y un homólogo socialista, el asturiano Adrián Barbón. También acudirá el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, así como Cuca Gamarra y Miguel Tellado, de la cúpula de Génova. Hay que tener en cuenta que hay una campaña electoral en marcha, en el País Vasco.
Tras la ofrenda floral (11.30), en el Panteón de Galegos Ilustres -donde descansan los restos mortales de Rosalía de Castro y Alfonso Castelao -, con interpretación de una pieza musical a cargo de la Banda de Gaitas de la Provincia de Pontevedra, la toma de posesión tendrá lugar en el parque adyacente a partir de las 12.00. Tal y como marca el guión diseñado por Presidencia de la Xunta, hasta el parque de San Domingos de Bonaval, donde aguardarán los invitados, se desplazarán a pie –bajo los acordes de la Antiga Marcha do Reino de Galicia, interpretada por la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Orense– las autoridades que integran la presidencia del acto. Además de Rueda, el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, y el representante del Gobierno, que será Óscar Puente, ministro de Transportes, a quien escoltará el delegado, Pedro Blanco.
Una elección en la que se puede leer una provocación a la Xunta, pues Pedro Sánchez –que excusó asistencia por carta, sin especificar el motivo, tal y como reveló el propio Rueda el jueves en el Parlamento– podría haber designado al titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; o, en su defecto, a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, por ser gallega. Se antojan opciones más apropiadas. Además, Puente ha demostrado escaso afecto político hacia Galicia desde que asumió el cargo, ironizando con que la implantación definitiva del AVE era una petición más propia de una carta a los Reyes Magos. Seguida de un carrusel de aplazamientos de entrega de los trenes Avril –que no hacen sino agravar un retraso histórico, con múltiples plazos incumplidos–, necesarios para que la alta velocidad no muera en Orense y se irradie por la Comunidad. Además, Puente hará declaraciones.
Discurso y cóctel
El acto de toma de posesión será sencillo y no excederá la media hora. Santalices dará lectura del Real Decreto correspondiente y Rueda jurará el cargo –en el 22, lo hizo sobre el Estatuto de Autonomía–. Para, a continuación, pronunciar un discurso, algo menos de 48 horas después de ser investido por el Parlamento, en la tarde del jueves, con los 40 votos favorables del PP. El cierre correrá a cargo de Roi Casal (arpa) y Fátima Pego (voz), que interpretarán el Himno gallego.
Entre el millar de asistentes, está previsto que acudan representantes y autoridades de múltiples instituciones. Rueda reconocía ya la semana pasada que estaban recibiendo un ingente volumen de peticiones. En San Caetano tocó la siempre ingrata labor de ajustarlas al aforo. Acuden Ana Pontón, portavoz nacional del BNG, y el portavoz del Grupo Socialista, José Ramón Gómez Besteiro. No así el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que estará oficiando bodas a la misma hora.
Rueda innova e imprime sello propio optando por no jurar el cargo en el Parlamento y optando por un emplazamiento único y con otro guiño al pasado: en San Domingos de Bonaval donde tomó posesión el primer presidente gallego, Gerardo Fernández Albor. La idea de fondo pasaba por celebrar el acto al aire libre, siempre que acompañase la meteorología, como así será, pues se espera un día soleado en la capital gallega, después de que las lluvias se hayan marchado conforme avanzaba la semana. Y también como forma de asegurarse el mayor aforo posible y el confort de los asistentes.
En el cóctel posterior al acto, a buen seguro uno de los temas de conversación estrella será la composición del nuevo gobierno, el primero 100% Rueda, en el que no habrá una revolución, pero sí se esperan cambios –salidas y entradas–, más allá del ya sabido de Ethel Vázquez, que ha pasado de Infraestructuras a la Mesa del Parlamento. Y en el que no es descartable alguna sorpresa en los nombres y hasta ampliaciones de carteras. En todo caso, no será hasta hoy cuando se haga público y concluya el suspense. Otra ocasión, aún de mayor calado, para constatar hasta dónde llega el ‘estilo Rueda’.
Pontón y Besteiro acuden al acto; Abel Caballero, en cambio, estará oficiando bodas en el Concello de Vigo a la misma hora