Altri defiende la planta de Palas de Rei: no solo cumplirá los requisitos, sino que irá «más allá»
▶ Será la primera fábrica en integrar los dos procesos necesarios para producir lyocell
El jueves, la Asociación Provincial de Empresarios de la Primera Transformación de la Madera de Lugo (Lugomadera) mantuvo una reunión con representantes de Greenfiber para conocer más en detalle el proyecto, que requerirá anualmente entorno a 1,2 millones de metros cúbicos de madera, y que cuenta con el apoyo de la organización. «Este proyecto es necesario para el sector forestal de la provincia de Lugo», dijo su gerente, Nuria Rodríguez, que aseguró que la asociación «irá de la mano» con la iniciativa. de origen fósil. Asimismo, indicó que los gases generados por esta combustión serán tratados antes de ser liberados a la atmósfera, y que la altura de la chimenea, de 75 metros, fue definida en base a «complejos modelos matemáticos que garantizan la no afectación a la salud humana o de los animales». Todo ello, continuó, garantizando la ausencia total de malos olores.
Asimismo, aseguró que en la planta de Palas se incorporará una «tecnología puntera en el ámbito del tratamiento del agua que necesita en el proceso de producción», en la que la multinacional portuguesa lleva años trabajando, que permitirá devolver la práctica totalidad de este recurso al Ulla sin alterar las condiciones del río.
Necesidad de industria
Por su parte, también ayer, Comisiones Obreras (CCOO) de Galicia defendió en un comunicado la necesidad de nuevos proyectos industriales «sostenibles, resilientes, modernos y respetuosos con el medio», constatando las «grandes potencialidades» de las iniciativas en Galicia que se basan en el uso de recursos endógenos y, por ello, «difícilmente deslocalizables», como el eucalipto. Con todo, el Comité de Dirección del sindicato mostró su «preocupación» por la gestión y transparencia de la fábrica de Palas, declarado proyecto industrial estratégico por la Xunta, y apeló a las administraciones a prevenir y reducir en la medida de lo posible sus impactos en el medio, que se ocasionarán como ocurre con «cualquier otro tipo de actividad de una empresa». Concretamente, hicieron referencia al consumo de energía, de agua y de materiales, a la generación de residuos, y a la dependencia del transporte.
Así, desde CCOO, señalaron a la «necesidad de que el proyecto sea más sostenible», y de que se aborden de «manera equilibrada» sus tres dimensiones: la económica, la social y la ambiental. «Es la Xunta, desde la transparencia y el buen gobierno, la que tiene la obligación de buscar los consensos necesarios» para que la planta proyectada en el municipio de Palas de Rei «no solo se justifique por una necesidad económica o de generación de puestos de trabajo, sino que sea socialmente aceptada y ambientalmente sostenible», concluyeron.