ABC (Galicia)

«Si el Gobierno cede al chantaje de Junts es para pensarse lo de estar en España»

▶ El empresario riojano recoge su trayectori­a en el libro autobiográ­fico ‘El fracaso es el principio del éxito’

- NEREA SAN ESTEBAN MADRD

Cuando Félix Revuelta (1947) tuvo que irse de los escolapios por perder su beca no podía imaginar que ese revés le serviría para poner los cimientos del imperio Naturhouse. Burgalés de nacimiento y logroñés por convencimi­ento, de su padre y de su abuelo dice que heredó «el ADN emprendedo­r», y cerca de cumplir los 77 años ha encargado a su amigo y periodista Pedro Luis Gómez que recoja su trayectori­a en un libro autobiográ­fico, ‘El fracaso es el principio del éxito. Félix Revuelta, historia de un triunfador’ (Deusto, 2024). La historia de cómo un guardia civil se convirtió en uno de los empresario­s más exitosos de España.

—Usted trabajó con su padre desde muy pequeño. Después ingresó en la Guardia Civil, fue empresario, más tarde emprendedo­r... ¿Qué lección ha aprendido que no se enseña en las escuelas de negocios?

—Creo de todo se aprende, pero la escuela de negocios más importante es la calle. Un empresario tiene que pasar lo que yo llamo la ITV. La «I», de imaginació­n, para ver aquello que no ven los demás, y de inteligenc­ia, para poder desarrolla­r eso que has pensado; la «T», de trabajo y tenacidad, es muy difícil encontrar a un empresario que tenga éxito que no haya tenido fracasos; y la «V», de valor, porque cuando un empresario piensa un negocio lo hipoteca todo, y de vigilancia, tanto interna como externa. Los competidor­es te van a machacar, y dentro tienes que tener muy motivado a tu equipo.

—Cuenta que cuando entró en el mundo de la dietética parecía ser una cosa de «enfermos». Hoy es común que la población se preocupe por el impacto de la alimentaci­ón en la salud. ¿Se imaginó que esto pasaría?

—Yo creo que sí, por una razón muy simple: lo que hice fue analizar el mercado y ver qué hacían los países más avanzados en este tema, como Estados Unidos. Allí, es una consecuenc­ia de su propio sistema económico: cuando te pones enfermo no te pagan, con lo cual no puedes ponerte enfermo. Y además los médicos y las medicinas son carísimos. Cada vez que voy allí aprendo, tienen una formación brutal en ‘healthfood’.

—Hace más de 30 años que abrió la primera tienda de Naturhouse, en Vitoria. Hoy hay centenares en decenas de países. ¿Los empresario­s lo tienen fácil para poner en marcha un proyecto como este?

—Los empresario­s no lo tienen fácil en ninguna situación o momento. El que empieza tiene mucho valor, lo admiro mucho. Aquí lloramos el éxito y nos reímos del fracaso. En otros sitios, el empresario es un héroe. Cuando llegué a Estados Unidos, hace doce años, me compré una casa. Al día siguiente me dieron la bienvenida, casi me ponen un monumento, aquí te critican. El empresaria­do lo tiene difícil siempre, pero eso no quiere decir que no lo tengas que intentar: si fuera fácil, todo el mundo sería empresario. Hay que mirar mucho al señor que te pone un bar, que te pone una cafetería, que lo arriesga todo... hay que apoyarle. Mi padre tenía un bar y yo tenía que trabajar allí con 12 años. En el libro explico que a mi amigo Pedro J. (Ramírez) lo conocí sirviéndol­e el café a su padre. Eso es aprendizaj­e. —El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha sugerido que los trabajador­es cobren íntegras sus nóminas y que luego ingresen ellos sus cotizacion­es para que sepan lo que cuesta contratar, ¿qué le parece a usted? —Me parece una idea genial. Porque además aquí nos tratan como ovejitas, el Estado se piensa que somos corderitos. Uno puede decir si está en la Seguridad Social o está en una privada, por ejemplo, a lo mejor es mejor y no necesito esta; o yo puedo pedir un plan de pensiones privado o este, el que menos me cueste. Aquí pagamos cuotas sin saber para qué. Y luego que el trabajador sepa lo que cuesta. Cobra en neto y no sabe lo que paga la empresa por él, que es mucho. Así tendría conciencia de que cuando uno va al paro le pagan dinero que pagan los demás, cuando uno se pone enfermo, esto lo pagan los demás, lo pagamos todos. Aquí tenemos conciencia de que el dinero del Estado no es dinero de nadie. —Naturhouse copó titulares por haber cambiado su sede social de Cataluña a Madrid. Junts propone sancionar a las empresas que no vuelvan, ¿qué opina?

—Yo soy riojano casi de nacimiento y luego catalán. A Cataluña la quiero mucho y admiro mucho, pero no hay seguridad jurídica, y si no la hay un empresario no va a estar allí. También se han emperrado en una inmersión lingüístic­a que es negativa. Tú no puedes fichar un señor de EE.UU. o Alemania y decirle que sus hijos van a estudiar íntegramen­te en catalán. Va a estar en la empresa 6, 7 años o 5, no van a utilizar el catalán nunca, déjalos libres. Hay que ser aperturist­as. Cataluña era la líder, la locomotora de España. Era abierta, atraía talento, había competitiv­idad; ahora lo pierde y se lo lleva Madrid. ¿Sancionar a las empresas? Al contrario, lo que tienen que dar es besos. Primero, si me sancionan y estoy en España, y lo permite el Gobierno español, habría que pensárselo también para estar en España. Si el Gobierno español cede ante un chantaje de este tipo entonces habrá que mirárselo. Yo tengo empresa en Irlanda, no me cuesta nada cambiarla a allí, donde me iría por impuestos, o a Portugal, que tengo empresa, o a Holanda. Estoy aquí porque hay 7 millones de consumidor­es, y quiero estar cerca del consumidor. Los políticos que solo han hecho política esto no lo van a entender nunca; tenemos que tener políticos que hayan pagado nóminas antes.

—Defiende que eliminar el servicio militar obligatori­o fue un error. ¿Por qué? —Sí. El gran problema que tenemos hoy en día es que no tenemos amor por una bandera, por un país. Yo creo que el servicio militar no tiene que ser tan largo como antes, pero la mili te sirve para que un catalán esté con un vasco, un madrileño, un andaluz o un valenciano y vean que somos todos iguales. La generación joven está más preparada que nunca, solo les falta la educación militar: la solidarida­d, el dar a los demás algo, una bandera común, valores... y disciplina, que es importante.

Juventud

 ?? // ERNESTO AGUDO ?? Félix Revuelta posa en la sede de Naturhouse, en Madrid
// ERNESTO AGUDO Félix Revuelta posa en la sede de Naturhouse, en Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain